Entrenar la paciencia

09 Dic 2020
El ritmo actual nos hace perder la paciencia cuando vemos filas, esperas o retrasos. Entrenar la paciencia nos puede ayudar no solo a empatizar con los demás sino también a vivir con menos estrés y enfados.

Actualmente vivimos en el mundo del “ya”, todo es para “ya”, y muchas cosas las podemos tener a un solo clic. Si a esto le sumamos que, desde que convivimos con una pandemia mundial, la agilidad y rapidez del mundo que conocíamos se ha visto trastocada: colas en los supermercados, esperas al teléfono, retrasos en pruebas médicas, demoras para coger cita en servicios públicos, peluquerías, etc. el resultado es que, hoy más que nunca, debemos entrenar la paciencia, aprender a ser pacientes para sobrevivir.

  1. ¿Qué es la paciencia?
  2. Ventajas de ser una persona paciente
  3. ¿Cómo entrenar la paciencia?
  4. 10 consejos para aprender a tener paciencia 
  5. Recuerda que…

¿Qué es la paciencia?

La paciencia es la habilidad de esperar desde la serenidad. A menudo se confunde con pasividad, pero no tiene nada que ver. La pasividad es no hacer nada, mientras que la paciencia consiste en saber esperar mientras llega aquello que deseamos, aceptando que las cosas no siempre dependen de nosotros mismos, y además disfrutando del momento.

Ventajas de ser una persona paciente

La paciencia…

  • Nos ayuda a disfrutar del presente.
  • A no ser esclavos de la inmediatez a la que nos vemos sometidos a diario.
  • Disminuye la ansiedad y nos hace menos irascibles.
  • Es saludable para aprender a tolerar la frustración.
  • Fortalece nuestra fuerza de voluntad y la capacidad de superación.
  • Nos permite analizar problemas con detenimiento, encontrando la solución perfecta para los mimos.

En definitiva, es un signo de inteligencia emocional, que nos permite aprender a diferenciar entre aquello por lo que merece la pena esperar y aquello que no es tan importante.

Por todo esto, aumentar la paciencia y ser más paciente es clave para mejorar la calidad de nuestra vida emocional. Y, como no se trata de un don sino de una habilidad, podemos entrenar la paciencia.

¿Cómo entrenar la paciencia?

Es cierto que el entorno que tenemos no ayuda nada a practicar el hábito de saber esperar. Pero como todos sabemos que la impaciencia es una fuente de insatisfacción y de malestar, queremos darte algunos consejos para que entrenes la capacidad de ser paciente.

 

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10 consejos para aprender a tener paciencia

  1. No digas “yo soy así” para justificar tu impulsividad, tu prisa y tu falta de paciencia. Tal vez eres así hoy, pero puedes dejar de así si entrenas.
  2. Identifica los elementos que habitualmente te generan más impaciencia. Qué personas, actividades, o situaciones hacen que actúes de forma impulsiva y reactiva, sin pensar:
    • En la cola para pagar en el supermercado.
    • Cuando mis hijos no obedecen.
    • Si tengo a un “torpe” conduciendo delante de mí.
    • Cuando mi madre me dice lo que tengo que hacer.
  3. Ordena esta lista de situaciones que te impacientan de mayor a menor importancia, y analiza cuáles dependen realmente de ti y cuáles de los demás. Hecho esto, ponte manos a la obra exclusivamente con las que dependan de ti.
  4. Deja que las cosas que no dependen de ti fluyan y sigan su curso, no el curso que dicta tu voluntad.
  5. No trates de cambiar todas las situaciones de golpe. Empieza solo por una, y ensayala en tu mente comportándote pacientemente ante esa situación en la que sueles perder la paciencia. Disfruta de la opción B. La opción A es la impaciencia. Y piensa que esa opción también te representa.
  6. Cambia la etiqueta de impaciente que te has puesto, o te han puesto, y a partir de ahora identifícate con ser una persona paciente. Las etiquetas condicionan nuestra forma de actuar. Así que cuanto más te lo repitas, antes empezarás a actuar así.
  7. Baja el ritmo en las actividades diarias: comer, caminar, respirar, leer… aunque tengas muchas cosas por hacer. Ir rápido solo te llevará a cometer más errores, y no a resolverlos antes. Recuerda el dicho “vísteme despacio que tengo prisa”.
  8. Respira conscientemente para que puedas responder en lugar de reaccionar, gestionar mejor los impulsos, y manejar correctamente situaciones de estrés, delicadas o conflictivas. La meditación Mindfulness consiste en observar el momento presente tal como es, en respirar pausadamente, entrenar la paciencia y la atención plena y consciente de forma intencionada. Otras formas de conectar con la respiración son el yoga y el taichí.
  9. Deja de querer tenerlo todo controlado, la vida es muy amiga de la incertidumbre. Acepta las cosas tal y como vienen y no entres en constantes quejas y lamentos por cuestiones que no cambiarán por más que tú lo desees.
  10. Elige ocasiones que desees vivir plenamente: disfruta de tu comida preferida, de escuchar la música que te gusta, ver una película, mantener una charla con los amigos o un paseo por la playa.

Recuerda que…

Si alguna vez has plantado una semilla, sea de lo que sea, sabes que hasta que tenga flor, o de fruto, hay que regar y cuidarla. Su secreto es la paciencia.

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Equipo medico dkv
Autor/a: Equipo médico DKV

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