La barriga en el embarazo: cómo cambia
Entre todos los cambios que suceden durante la gestación, el abdomen es de los que más los sufre, tanto su tamaño como su morfología, igualmente la piel, el ombligo… Veamos, concretamente, cómo cambia la barriga en el embarazo.
Desde que se produce la concepción, todo el organismo empieza a modificarse y sufrir cambios internos. El útero comienza a aumentar de tamaño y varía de forma conforme avanzan las semanas, así pues, antes del embarazo mide unos 6-7 cm, para al final del tercer trimestre llegar a medir 35 cm de altura, 25 cm de largo y unos 20 cm de profundidad.
Antes del embarazo, el útero tiene el tamaño de una naranja y está rodeado por los huesos de la pelvis, alrededor de las 12 semanas tiene el de un pomelo. En el segundo trimestre llega a alcanzar el tamaño de una papaya y durante el tercer trimestre llega a ser del tamaño de una sandía.
Cambios de la barriga en el embarazo
El tamaño del abdomen
A la vez que se produce el crecimiento uterino, el abdomen también modifica su aspecto, crece y además cambia la morfología haciéndose cada vez más redonda. Estos cambios en la barriga pueden ser más o menos evidentes en función de la complexión y el fenotipo de la mujer embarazada. Es posible que en las mujeres de tipo delgado es fácil que la tripilla se note antes que en las que sean un poquito más obesas.
También hay que tener en cuenta cuando hablamos de los cambios del abdomen, este no crece de la misma forma ni a la misma velocidad según se trate de un primer embarazo o de los posteriores. Pues es más fácil que los músculos se distiendan y la tripilla aparezca antes y además también será más difícil que vuelva a la “normalidad” tras el parto.
La piel de la barriga
A la vez que cambia la forma y el tamaño de la barriga en el embarazo, la piel también se puede ir debilitando y pueden aparecer estrías. No son más que unas pequeñas aberturas en la capa más superficial de la piel, que pueden estar enrojecidas y producir picor o molestias algo más inespecíficas. Lo mejor para que no molesten es agitarlas, y para ello es imprescindible una buena hidratación a base de cremas o lociones, incluso aceites especiales.
La línea alba
Otra característica de la barriga en el embarazo es la aparición de la línea alba. Es una marca oscura, por hiperpigmentación de la piel, que puede ir desde la parte más alta del abdomen hasta el pubis. No en todas las mujeres se marca de la misma manera, pero en todas suele desaparecer pasado el parto y transcurrido un tiempo, algunas incluso hasta un año. Esta línea aparece como consecuencia de las hormonas en el embarazo. En las mujeres de piel oscura aparece en torno al quinto-sexto mes, mientras que en las de piel más clara puede aparecer en la recta final del tercer trimestre y las hay en las que no aparece en los nueve meses.
El ombligo
A lo largo de los meses y conforme el útero aumenta de tamaño y los músculos se distienden, el ombligo se va haciendo más plano, hasta que finalmente cuando la tripa está en tensión acaba por hacerse plano del todo. Aunque este fenómeno no es doloroso y además es reversible, en algunas embarazadas puede generar una hipersensibilidad y no les suele gustar que les toquen en esa zona.
En general, todos los cambios que se producen en la mujer embarazada suelen desaparecer una vez se ha dado a luz. Aun así, es mejor la prevención y como recomendaciones más importantes están las de evitar una ganancia de peso excesiva durante los nueve meses, abundante hidratación corporal para evitar las estrías, así como intentar disminuir la exposición solar o bien utilizar un protector de alta graduación para evitar que se pigmente más la línea alba.
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