Mitos sobre el colon irritable
El síndrome del intestino irritable (SII), también conocido como colon irritable, provoca dolor en el abdomen y cambios en el intestino. Existen múltiples mitos relacionados con este trastorno digestivo crónico. Por ejemplo, que se puede curar con una dieta especial o que quienes lo padecen son más propensos a desarrollar cáncer; sin embargo, no hay evidencias al respecto.
¿Qué es el SII y cómo se diagnostica?
El síndrome del intestino irritable está entre los trastornos gastrointestinales funcionales más comunes, según una investigación publicada en la revista científica New England Journal of Medicine. La Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) calcula que afecta a entre un 10% y un 15% de la población.
José Antonio Uranga, experto en patología digestiva y maldito que nos ha prestado sus superpoderes, explica a Maldita.es que quienes lo padecen pueden sufrir estreñimiento o diarrea, además de una sensación de hinchazón y dolor abdominal.
“Estos problemas pueden producirse a lo largo de toda la vida sin que existan a día de hoy marcadores que faciliten su diagnóstico”, afirma el experto. Un artículo publicado en la revista JAMA indica que el diagnóstico del SII se basa en los síntomas, en la exclusión de características preocupantes (como una pérdida de peso inexplicable o antecedentes familiares con algunas enfermedades gastrointestinales) y en la realización de determinadas pruebas (por ejemplo, un hemograma completo o tests de la enfermedad celíaca) para excluir otras patologías.
El colon irritable no se puede curar con una dieta especial
Uno de los mitos más extendidos es que el síndrome del colon irritable se puede curar con una dieta especial. Mónica Gros, médica de familia e investigadora predoctoral en colon irritable, y Eva Latorre, profesora en Inmunología e investigadora en la Universidad de Zaragoza, explican a Maldita.es que a día de hoy no hay ninguna dieta o medicamento que cure la enfermedad.
Según afirman, “sólo es posible lograr una mejoría de los síntomas”. “La enfermedad evoluciona en brotes y puede haber momentos en los que los pacientes se encuentren completamente asintomáticos o dietas con las que controlen sus síntomas de manera eficaz”, señalan.
Desde la Sociedad Canadiense de Investigación Intestinal subrayan que, en principio, no hay ningún alimento que sea malo para todos los pacientes con este síndrome. “Hay algunos que tienen más probabilidades de generar síntomas, pero eso no significa que afectarán a todos los pacientes con SII, por lo que no están ‘prohibidos’”, señalan.
El organismo recomienda que los pacientes prueben diferentes alimentos y tomen nota sobre cómo les afecta cada uno de ellos: “No importa qué funciona mejor en promedio si lo que funciona para ti es diferente”, añaden.
Tampoco es cierto, por lo tanto, que todos los pacientes deban eliminar los lácteos y el gluten de su dieta como norma general. Según cuentan Gros y Latorre, esto sería necesario hacerlo si se padece alguna intolerancia alimentaria específica además del síndrome del colon irritable.
Aunque el estrés o la ansiedad pueden agravar los síntomas, el SII no es un trastorno psicológico
Uno de los mitos más peligrosos y que causa un gran estigma en las personas con la afección, según la Sociedad Canadiense de Investigación Intestinal, es que el SII ‘es un trastorno psicológico’ y que ‘todo está en la cabeza del paciente’.
Gros y Latorre explican que el síndrome se debe principalmente a una alteración en la comunicación entre el cerebro y el intestino. “Ambos órganos están conectados, por lo que el estrés y la ansiedad pueden agravar los síntomas, pero no son los causantes de la enfermedad”, afirman.
Una revisión publicada en la revista European Archives of Psychiatry and Clinical Neuroscience indica que los factores psicológicos son moderadores importantes de la gravedad y persistencia de los síntomas en pacientes con este síndrome.
Por otro lado, quienes padecen SII tienen tres veces más probabilidades de sufrir ansiedad o depresión, en comparación con las personas sanas, según una revisión publicada en la revista médica Alimentary Pharmacology & Therapeutics.
Otro de los mitos más extendidos, según Gros y Latorre, es que sólo los pacientes que tienen ansiedad, depresión u otros trastornos de salud mental pueden padecer colon irritable. Pero esto es falso, ya que hay pacientes con SII sin ningún problema de salud mental.
No hay evidencias de que las personas que padecen el síndrome tengan más posibilidades de tener cáncer
Al contrario que otras patologías digestivas, padecer este síndrome no se relaciona con una mayor propensión al cáncer, según ambas expertas: “Hasta el momento actual, el colon irritable no está relacionado con una mayor incidencia de tumores, ni en el tubo digestivo ni en el resto del cuerpo”.
La Sociedad Estadounidense contra el Cáncer señala que no existe una relación entre el trastorno y cáncer de colon. También un estudio publicado en la European Journal of Internal Medicine indica que el SII no se asocia con el desarrollo a largo plazo de cáncer colorrectal. Los autores concluyen que algunas personas con este tipo de cáncer pueden haber sido diagnosticadas erróneamente como pacientes con el síndrome del intestino irritable.
Tampoco hay evidencias de que el SII se asocie con un mayor riesgo de mortalidad, según un estudio publicado en la revista BMJ. Pese a ello, la Fundación Española del Aparato Digestivo sostiene que esta enfermedad puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen.
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