Cómo saber si un huevo está malo

Huevos fritos, cocidos, rellenos, revueltos o escalfados. Existen múltiples maneras de cocinar este alimento que forma parte de la dieta de millones de personas en todo el mundo. Pero, ¿existen también tantas maneras de saber si un huevo está malo o se puede comer?
Para contestar a esta pregunta es fundamental entender qué le pasa a un huevo cuando envejece. Robles explica que “a más tiempo desde la puesta y mayor temperatura de conservación, mayor formación de la cámara de aire”.
- ¿Cuándo saber si un huevo está malo?
- ¿Qué ocurre si notamos que un huevo está malo?
- ¿Tienes dudas sobre cuestiones relacionadas con la salud?
¿Cuándo saber si un huevo está malo?
“Esto sucede porque la cutícula (una capa formada por proteínas, fundamentalmente, que protege el exterior del huevo) se va degradando, de manera que permite la salida de agua del interior del huevo y el intercambio gaseoso. A mayor cámara de aire, menor frescura”, indica.
Escorihuela recuerda que los huevos que se compran en comercios llevan siempre una fecha sellada en su cáscara: la fecha de consumo preferente (que no es lo mismo que la fecha de caducidad).
La legislación obliga a establecer la fecha de consumo preferente en 28 días desde la puesta. Un primer paso para saber si el huevo está malo es comprobar si está dentro de la fecha de consumo preferente, según Escorihuela. Si la fecha se ha pasado o el huevo carece de ella porque viene directo de una granja, sería necesario revisar otras características.
Por ejemplo, si el huevo tiene un olor fuerte o la cáscara presenta mal aspecto o tiene grietas, la dietista-nutricionista aconseja descartar su consumo de inmediato. También hay algunos métodos que pueden servir para hacer una estimación de hasta qué punto un huevo está fresco, pero no son 100% efectivos.
Uno de ellos, según Robles, es agitar el huevo y escuchar: “A más ruido, más viejo porque su cámara de aire será mayor”. Pero este truco “requiere experiencia”.
También puede ser útil sumergir el huevo en agua con sal (al 10%), según Robles. Si se hunde, es muy fresco (tiene una cámara de aire pequeña). Si flota, ha pasado más tiempo desde la puesta. “No obstante, como el tamaño de la cámara de aire depende de las condiciones de conservación (si hay frío y humedad, se conserva mejor y la cámara será más pequeña), este método no es absolutamente fiable”, indica.
Escorihuela propone observar el huevo a contraluz mientras hacemos movimientos circulares: “Gracias a la luz, podremos ver si la yema se mantiene en el centro y, en este caso, el huevo estará en buenas condiciones”.
Esto también es posible verlo una vez que se abre el huevo. Al cascar huevos frescos, Robles explica que la yema queda en el centro. Si no son frescos, “la yema se ‘desparrama’ porque se va degradando la clara y las chalazas (los filamentos que mantienen la yema en su sitio)”.
¿Tienes dudas sobre cuestiones relacionadas con la salud?
La dietista-nutricionista cuenta que a menor frescura es más probable que los potenciales microorganismos de la cáscara puedan entrar en el huevo. “No obstante, que sea fresco no es garantía de que esté libre de bacterias (especialmente si son huevos caseros, ya que los sistemas de producción no están tan estandarizados como los de granja o los industriales), al igual que un huevo menos fresco puede estar en perfectas condiciones higiénicas si se ha manipulado y conservado correctamente”, indica.
Si se tienen gallinas, Robles recomienda mantener los nidos limpios, recoger los huevos tan pronto como sea posible tras la puesta, guardarlos en el frigorífico y evitar las oscilaciones de temperatura. “Si están sucios (con restos de heces, por ejemplo), solo deberían lavarse inmediatamente antes de consumirlos. Eso sí, habría que guardarlos en el frigorífico en un envase separados de otros alimentos y consumirlos lo antes posible”, concluye.
“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.
¿Tienes dudas sobre cuestiones relacionadas con la salud?
Mándanos tu consulta en este formulario y Maldita.es la analizará. Las respuestas a estas cuestiones se publicarán en el consultorio de DKV Salud. Si lo que necesitas es un diagnóstico concreto o tienes dudas médicas específicas, la mejor opción será que recurras a un profesional sanitario que estudie el caso y te recomiende la solución o tratamiento más adecuado.