Mascarilla en espacios cerrados, ¿por qué debemos llevarla?
Hay evidencias de que los virus respiratorios pueden transmitirse por el aire en partículas diminutas en suspensión denominadas aerosoles. En el caso de la COVID-19, el uso de la mascarilla en espacios cerrados y una correcta ventilación hace que se reduzca drásticamente el contagio.
Transmisión de la COVID-19
La enfermedad se transmite fundamentalmente por las secreciones respiratorias de las personas infectadas de coronavirus, bien por contactos directos persona a persona (por el impacto de las denominadas gotitas de Flügge que emitimos al toser, estornudar, hablar o cantar) bien por contacto indirecto, al tocar depósitos contaminados en suelos y superficies que previamente han tocado las personas portadoras de la infección. Se ha comprobado también la transmisión fecal-oral, aunque parece tener menos importancia. Recientes investigaciones evidencian que el virus SARS-CoV2 persiste hasta días sobre algunas superficies como plástico y metal.
De una forma general, la transmisión de la covid-19 suele producirse principalmente cuando las personas infectadas ya presentan síntomas. Sin embargo, hay que destacar que la transmisión en el periodo asintomático es posible, así como la transmisión después de la curación.
El periodo de incubación medio de la enfermedad es de cinco días (entre dos y 14 días) y la clínica aguda es similar a un cuadro viral, con tos irritativa, fiebre y, en algunos casos, con diarrea o vómitos. Aunque las evidencias científicas marcan que a partir del día 10 en pacientes leves no contagian, los graves pueden tardar más tiempo y seguir siendo portadores del virus.
Entornos de mayor riesgo de contagio
Uno de los entornos donde se produce mayor transmisión de SARS-CoV-2 son los laborales cerrados y las actividades que suponen una mayor cantidad de contactos interpersonales. La población europea suele permanecer, durante la práctica totalidad de su jornada laboral, en entornos cerrados. Compartir el espacio sin guardar la debida distancia de seguridad se consideran factores de riesgo para la transmisión de SARS-CoV-2, así como el contacto durante los tiempos de descanso en la cafetería, el transporte colectivo o los vestuarios. También han sido notificados brotes de covid-19 en espacios cerrados como restaurantes, lugares de culto y clubes nocturnos o discotecas donde la gente habla (muchas veces gritando), o canta. En esos brotes no puede descartarse la transmisión por aerosoles, en particular en espacios cerrados donde hay espacios muy concurridos y con una ventilación insuficiente, en los que las personas afectadas pasan largos periodos de tiempo unas con otras que a priori están sanas.
Además del personal de los sectores sanitario y sociosanitario, que son los que se exponen un mayor riesgo de contagio de SARS-CoV-2, determinadas ocupaciones están más expuestas al público y por tanto podrían tener un mayor riesgo frente a la covid-19, como por ejemplo los comerciantes, trabajadores de la hostelería, conductores de transporte público, repartidores y las personas que trabajan en servicios de limpieza, entre muchos otros ejemplos. También suponen un serio problema las viviendas en las que residen un número considerable de personas, apareciendo situaciones de hacinamiento que dificultan la distancia física y el aislamiento.
En este descargable encontrarás nuestra recopilación de 20 infografías sobre la COVID, riesgo de contagio y transmisión, medidas de prevención y protocolos.
Más riesgo si…
En el caso concreto de los ascensores, aunque es cierto que se permanece en ellos durante escasos segundos, igualmente se pueden considerar potenciales focos de contagio, tanto por el contacto con superficies contaminadas (al apretar por, ejemplo, los botones) como por la permanencia de los usuarios sin portar mascarilla en espacios cerrados. Para evitar ningún tipo de riesgo, incluso si se viaja solo en el ascensor, se recomienda llevar la mascarilla en espacios cerrados en todo momento, pues pueden quedar aerosoles en suspensión en el ambiente del habitáculo.
Medidas para evitar la infección por SARS-CoV-2
Ya hemos hablado en varias ocasiones de las medidas anticovid para prevenir contagios. Recuerda tomar todas las precauciones para evitar la propagación del virus.
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Lavarse las manos con mucha frecuencia, varias veces al día.
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Como medida alternativa, impregnarlas frecuentemente con gel hidroalcohólico.
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Al toser o estornudar, cubrirse la boca con un pañuelo o con la parte interna del codo.
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Observar con diligencia el guardar una distancia física de al menos un metro y medio con las demás personas. En las zonas de público en las que no se pueda garantizar ese distanciamiento, utilizar las mascarillas.
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Haz un uso correcto de la mascarilla, no la lleves más tiempo de lo indicado por el fabricante, y si es una mascarilla de tela, lávala de manera frecuente.
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Cuando llegues a casa, guarda la mascarilla y no la dejes "ventilando" por el peligro de atraer ácaros y bacterias.
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Velar porque los espacios interiores, en las zonas de trabajo, estén adecuadamente ventilados, abriendo ventanas varias veces al día.
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Igualmente, en el caso de los hogares.
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Si eso no se realiza, evitar los lugares concurridos, los entornos donde haya contacto estrecho con otras personas y los espacios pequeños y cerrados con escasa ventilación.
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Detectar rápidamente a las personas infectadas para aislarlas.
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Asimismo, limitando en la máxima medida de lo posible el contacto de éstas con los demás.
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Permanecer de forma preventiva en casa si se tienen síntomas de sospecha y llamar al médico con celeridad (teléfonos de emergencia 112 y/o teléfonos de asistencia médica 24 horas de las compañías de salud privadas), si se necesita atención médica.
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Recuerda que llevar la mascarilla en espacios cerrados como los ascensores puede ser una medida de prevención muy útil para evitar el contagio.
Conclusiones sobre llevar mascarilla en espacios cerrados
El uso de la mascarilla en espacios cerrados cuando no se pueda garantizar el mantenimiento de la distancia social pertinente, especialmente en aquellos casos en los que uno se encuentre en espacios concurridos y cerrados o mal ventilados, ayuda a romper la cadena de transmisión de la enfermedad.
