¿Cómo lavar correctamente frutas y verduras en el embarazo?
La alimentación durante el embarazo tiene como objetivo cubrir las necesidades nutricionales de la madre y la del futuro bebé para crecer de manera óptima, hacer frente al momento del parto en buen estado y preparar a la madre para la futura lactancia. La alimentación durante el embarazo no precisa grandes modificaciones respecto a la dieta habitual, siempre que se siga una dieta equilibrada y saludable, pero sí debe prestarse especial atención para garantizar seguridad y evitar los peligros derivados de una contaminación alimentaria.
Las mujeres embarazadas y los fetos son especialmente vulnerables a los peligros de origen químico y microbiológico. En un adulto pueden pasar desapercibidos pues los síntomas son similares a un simple resfriado, sin embargo, al pasar al feto a través de la placenta, puede provocarle importantes daños, por ello es muy importante una adecuada higiene alimentaria.
Lavar la fruta para evitar bacterias
Las frutas y verduras mal lavadas, en muchos casos, son alimentos portadores de microorganismos que pueden causar una toxiinfección alimentaria, que puede provocar consecuencias graves, sobre todo en el bebé. La bacteria más común es la E. Coli, que llega a la fruta y la verdura a través del agua de riego contaminada, y otros microorganismos habituales son la Salmonella, Shigella y Listeria. Aparte de microorganismos, también se deben eliminar al máximo los pesticidas, insectos, tierra…que pueden contener los vegetales.
Para evitar la contaminación, algo mucho más habitual de lo que creemos, pues ya sea por costumbre o por desconocimiento existe un elevado riesgo, debemos seguir un adecuado proceso de lavado. La misma Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) aconseja además de una buena higiene con agua, utilizar lejías aptas para el consumo para conseguir una adecuada desinfección en el embarazo.
¿Cómo lavar la fruta y la verdura?
Pasos a seguir para lavar y desinfectar las frutas, verduras y hortalizas:
- Lavarse las manos antes de manipular cualquier alimento.
- Desechar hojas y zonas deterioradas.
- Lavar bien con agua a presión para quitar restos de tierra, arena, posibles pesticidas… durante varios minutos. Aunque vaya a consumirse una vez pelada, se evita que la contaminación pase del cuchillo al alimento.
- Utilizar utensilios y superficies limpias para cortar las verduras, hortalizas y frutas.
- Si se va a consumir fruta cruda con piel, verdura cruda (lechuga, espinacas…) o verdura cruda con piel (pepino, tomate…) deben sumergirse durante cinco minutos en agua potable con la cantidad de producto que refiere el etiquetado. AECOSAN recomienda 4,5 ml de lejía (una cucharadita de postre) por cada tres litros de agua. Es importante que se utilice lejía “apta para la desinfección de agua de bebida”.
- Sacar verduras, hortalizas y frutas y dejar aclarar con abundante agua bajo el grifo.
- Listo para ser consumido.
Manipular alimentos
Además también deberá tenerse en cuenta cómo conservar, elaborar y cocinar los alimentos. Estas cinco normas básicas nos ayudarán a manipular los alimentos con seguridad:
- Limpiar: lavarse las manos antes y después de manipular los alimentos.
- Lavar las verduras siguiendo los puntos anteriores.
- Cocinar: cocer los alimentos a temperaturas ≥ 75ºC en su interior.
- Separar: evitar el contacto de alimentos crudos con los cocinados.
- Enfriar: preparar los alimentos poco antes de consumirlos, no los deje a temperatura ambiente más de 2h.
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