Termómetros digitales o analógicos, ¿cuál es más preciso?
Un termómetro, en el ámbito clínico, es un instrumento que se utiliza para medir la temperatura corporal, y existen varios tipos. Aunque los más conocidos sean los termómetros digitales y los analógicos, los que se usaban antiguamente, en la actualidad encontramos novedosos
Tipos de termómetros
El más habitual es el termómetro analógico, que es un tubo capilar de vidrio cerrado y que en la punta tiene un pequeño depósito que contiene galio, que se dilata al aumentar la temperatura o se contrae al disminuir.
Los termómetros digitales son los más utilizados, que da los datos a través de una pantalla digital mediante un proceso termoeléctrico. Suele tardar unos 2-3 minutos en dar la temperatura cuando se han terminado de medir los grados de temperatura a los que se encuentra el cuerpo.
También existe el termómetro de oído por infrarrojos, que miden la temperatura a través de la membrana timpánica gracias a los rayos infrarrojos. Es bastante rápido (2-3 segundos), es muy eficaz, especialmente con niños, que no suelen estar quietos y es más difícil colocarles el termómetro digital durante los minutos necesarios.
A través de infrarrojos también está el termómetro de frente, que funciona igual que el anterior, pero tiene otro tipo de diseño porque se utiliza sin contacto y en la parte de la frente o la sien.
Puesto que la fiebre es uno de los síntomas frecuentes de la infección por COVID-19, se utiliza en ocasiones para detectar personas con fiebre en espacios públicos, pues permite medirla sin necesidad de contacto y en pocos segundos.
Los termómetros químicos o de cambio de fase son otro tipo y funciona a través de unas tiras autoadhesivas o unas barras elásticas que en su interior tiene unas sustancias químicas que reaccionan en función de la temperatura de las axilas, cavidad oral o del recto. Su precisión es bastante alta, similar a la del analógico, pero por su complejidad es el menos conocido.
¿Cuándo debo tomarme la temperatura?
El cuerpo humano suele estar en una temperatura axilar de entre 36,4 y 37 °C. Si esta temperatura baja de los 35º se considera que está en un estado de hipotermia y si se alarga en el tiempo puede desarrollar daños en el cuerpo. Si esta temperatura aumenta a más de 38 °C, indica que tenemos fiebre y que, por tanto, existe algún problema de salud. Entre 37 y 37,9 °C se denomina febrícula.
La temperatura corporal sigue los ritmos circadianos, con una temperatura más baja a primera hora de la mañana y más alta a última hora de la tarde, pudiendo, en algunas ocasiones, variar la temperatura entre ambas hasta 1 °C.
En mujeres fértiles que se encuentran en la fase ovulatoria del ciclo menstrual, la temperatura corporal puede subir alrededor de 0,5 °C del resto de días del mes
¿Por qué es útil tener un termómetro en casa?
En el momento que sientas que te encuentras mal, tienes sensación de frío, cansancio, escalofríos…, recurre a los termómetros para saber cuál es la temperatura corporal y acudir al médico si la anomalía se mantiene durante muchas horas, pues puede ser un aviso de presencia de alguna patología.
Ten en cuenta que debes evitar tomarte la temperatura si acabas de hacer ejercicio o acabas de darte una ducha o baño con agua caliente, en estos casos es mejor esperar al menos una hora antes de ponerte el termómetro.
Es recomendable tener un termómetro en casa para cualquier alerta en caso de encontrarte mal (tú o tu familia) y llamar a un servicio médico si hay signos de patología.
Y actualmente tener en cuenta que el virus COVID-19 tiene la fiebre como uno de sus síntomas, por lo que si tienes fiebre, llama al médico o la asistencia sanitaria indicada y sigue sus indicaciones si el médico te indica que por tus síntomas puede haber sospecha de covid.
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