Candidiasis recurrente: qué es y cómo se cura
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Importante al lidiar con la candidiasis
La candidiasis recurrente afecta a alrededor del 5% de las mujeres. Existen tratamientos y medidas preventivas que ayudan a eliminarla.
Muchas mujeres sufren de candidiasis vaginal, una infección causada por Candida albicans, un hongo que en condiciones normales forma parte de la microbiota vaginal, pero que ocasiona problemas cuando experimenta un sobrecrecimiento.
Por lo general estas infecciones se producen de forma esporádica o puntual, aunque no es raro escuchar a bastantes mujeres manifestar algo como: “Todos los meses tengo candidiasis”.
En ese caso nos encontramos ante una candidiasis recurrente, un problema que, aunque no es grave, genera hastío, molestias y mucha frustración.
¿Cuándo se considera candidiasis recurrente?
Se considera que una candidiasis vaginal es recurrente cuando se presenta cuatro o más veces al año.
Aunque lo más habitual es sufrir candidiasis de forma esporádica, alrededor del 5% de las mujeres sufren de candidiasis vulvovaginal recurrente.
En cada repetición que se produce la mujer experimenta los signos característicos de la candidiasis vaginal, que son:
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Picor genital.
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Ardor o sensación de quemazón.
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Secreción vaginal blanca de aspecto parecido al yogur, que usualmente carece de olor.
Además de las molestias producidas por los síntomas de la candidiasis, el hecho de que se repitan una y otra vez en un periodo de tiempo relativamente corto resulta realmente incómodo y agotador para la mujer.
¿Qué puede causar la candidiasis recurrente?
La candidiasis recurrente puede deberse a cambios en la flora normal de la vagina, es decir, en las poblaciones de bacterias y hongos que normalmente habitan en la cavidad vaginal.
El hongo Candida albicans, responsable del 90% de las candidiasis, cohabita en la vagina junto con los lactobacilos, un tipo de bacteria que muy raramente causa enfermedades, que son predominantes en la microbiota vaginal y que impiden que la mucosa sea colonizada por microorganismos potencialmente dañinos.
Dicho de otra manera, los lactobacilos son fundamentales para preservar el equilibrio de la microbiota vaginal y mantener la vagina en condiciones normales y saludables.
Por ello, cuando los lactobacilos disminuyen se puede producir el crecimiento descontrolado de Candida albicans, lo que da lugar al desarrollo de la candidiasis y sus correspondientes síntomas.
Es decir, que este hongo solamente se convierte en patógeno cuando se dan las condiciones favorables debido, por ejemplo, a un tratamiento antibiótico que altere el equilibrio normal de la flora vaginal.
Por tanto, cuando esta infección se produce de forma recurrente, lo habitual es que exista algún factor que o bien promueve el sobrecrecimiento de este hongo o bien induce una alteración de la microbiota de la vagina.
En algunas mujeres, el cambio hormonal que se produce mensualmente con el ciclo menstrual hace que todos los meses tengan candidiasis. Esto se debe a que los niveles elevados de estrógeno propician la proliferación de los hongos Candida, con lo que la candidiasis recurrente tiende a aparecer alrededor de la fecha de fin de ciclo.
Cabe mencionar que normalmente no se transmite por contacto sexual, aunque el sexo puede ser un detonante.
Factores de riesgo de una candidiasis repetitiva
Ya hemos mencionado que un tratamiento con antibióticos puede propiciar el desarrollo de una candidiasis. La toma de antibióticos es, por tanto, un factor de riesgo para desarrollar este problema.
Se desconoce el mecanismo exacto por el cual los antibióticos favorecen la aparición de candidiasis vulvovaginal, pero se cree que los antibióticos producen un cambio en la flora normal, lo que abre las puertas a una proliferación descontrolada y/o excesiva del hongo.
No obstante, los antibióticos no son el único aspecto a tener en cuenta, pues existen muchos otros factores que aumentan la probabilidad de sufrir candidiasis con recurrencia. Entre ellos se incluyen:
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Diabetes
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Sistema inmunitario débil o defensas bajas
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Quimioterapia
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VIH
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Embarazo
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Anticonceptivos hormonales
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Estrés
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Terapia hormonal sustitutiva
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Uso de productos de higiene íntima perfumados
Síntomas y diagnóstico de la candidiasis recurrente
Los síntomas de la candidiasis recurrente son los mismos que los de las candidiasis que se presentan de forma aislada o esporádica:
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Picor intenso e irritación en la vagina y la vulva
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Ardor al orinar
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Dolor en la zona vaginal
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Erupción eritematosa seca
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Dolor y escozor durante las relaciones sexuales
Aproximadamente un tercio de las mujeres se auto-diagnostican correctamente, sobre todo cuando la candidiasis aparece de forma repetitiva, ya que se aprende a identificar fácilmente los síntomas.
No obstante, para realizar un diagnóstico adecuado y preciso se recurre al análisis de una muestra de flujo vaginal en un laboratorio microbiológico. Dicha muestra será examinada bajo el microscopio por un técnico de laboratorio que podrá identificar los hongos.
En el caso de que una paciente sufra de candidiasis todos los meses, de que el tratamiento sea ineficaz o si está inmunocomprometida, se debería realizar un cultivo bacteriológico para confirmar la presencia de Candida albicans.
Complicaciones de la candidiasis vaginal
En determinadas circunstancias la candidiasis puede conllevar ciertos riesgos o complicaciones, por ello la exploración física y las pruebas de laboratorio son extremadamente importantes.
Por ejemplo, puede dar lugar a complicaciones en el neonato, como bajo peso al nacer y nacimiento prematuro. Por ello es conveniente prestar atención a los signos y síntomas de candidiasis durante el embarazo, una etapa en la que, además, existen más posibilidades de que el hongo Candida prolifere en la vagina.
Por otro lado, el análisis de laboratorio no solo permite diagnosticar la candidiasis, sino que también hace posible la verificación de que Candida albicans es el organismo causante.
Esto es fundamental para realizar un abordaje adecuado del problema, conseguir que se resuelva lo antes posible y minimizar la probabilidad de que se produzcan candidiasis recurrentes.
Por ejemplo, los síntomas de una infección por hongos pueden confundirse con otras enfermedades o con una infección urinaria de origen bacteriano, así que será importante realizar un diagnóstico diferencial.
Del mismo modo, para aplicar el tratamiento adecuado será clave verificar que el patógeno causante es Candida albicans y no otros como Candida glabrata, un tipo de Candida menos común que es resistente a los medicamentos antifúngicos habituales.
¿Cómo se cura la candidiasis recurrente?
Las infecciones por cándida se tratan con medicamentos antimicóticos como:
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Nistatina
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Clotrimazol
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Anfotericina B
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Miconazol
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Fluconazol (no recomendado durante el primer trimestre de embarazo)
Para tratar la candidiasis recurrente, se recomienda fluconazol oral los días 1, 4 y 7; y luego semanalmente durante 6 meses. Sin embargo, entre el 30% y el 50% de las mujeres volverán a tener una infección al acabar el tratamiento.
No es necesario tratar a las parejas sexuales, a menos que tengan síntomas.
Para identificar la causa de base de una candidiasis que se repite con frecuencia es necesario consultar a un médico especialista que analice los diferentes factores que puedan estar influyendo (defensas bajas, periodo menstrual, productos íntimos que se utilizan, etc.).
Cómo prevenir que la candidiasis se repita
Existen una serie de hábitos que pueden ser útiles para aliviar la infección, prevenir repeticiones o reducir la frecuencia con la que se produce la candidiasis recurrente.
Por tanto, será conveniente que aquellas personas que todos los meses tienen candidiasis los incorporen a su estilo de vida. Dichos hábitos son:
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Evitar los antibióticos a menos que sean totalmente necesarios.
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No realizar duchas vaginales, ya que pueden eliminar algunas de las bacterias normales de la vagina y alterar el equilibrio.
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No utilizar productos femeninos perfumados como baños de espuma, desodorantes, toallitas o tampones.
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Cambiar con frecuencia los tampones, toallitas o protectores de ropa interior.
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No abusar del uso de salvaslips, pues su uso constante crea las condiciones de humedad y temperatura ideales para el sobrecrecimiento de microorganismos.
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No usar ropa interior, medias, o pantalones ajustados.
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Usar preferiblemente ropa interior de algodón.
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Quitarse el traje de baño mojado y la ropa deportiva húmeda por el sudor rápidamente.
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Limpiar la zona genital siempre de adelante hacia atrás.
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Evitar jacuzzis y baños muy calientes.
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Controlar el nivel de azúcar si se tiene diabetes.
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Existen algunos estudios que sugieren que ingerir yogur no pasteurizado a diario o tomar cápsulas de probióticos puede ayudar a prevenir la infección.
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Aumentar la ingesta de probióticos en la dieta y reducir la cantidad de azúcar puede contribuir también a disminuir las candidiasis recurrentes.
Importante al lidiar con la candidiasis
Es conveniente tener en cuenta que las cremas antifúngicas pueden dañar los preservativos y los diafragmas, reduciendo la eficacia de los anticonceptivos.
Además, será importante evitar la automedicación y consultar siempre con el farmacéutico o el médico antes de repetir un tratamiento que haya sido recomendado para una candidiasis vaginal inicial, en caso de que la infección sea recurrente.
Los tratamientos para la candidiasis vaginal recurrente pueden variar de los tratamientos indicados para los casos aislados o que aparecen de forma puntual.
Conclusión
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La candidiasis vaginal es una infección oportunista causada por hongos de la familia Candida, que con el tratamiento adecuado puede ser controlada sin mayores complicaciones.
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Sin embargo, algunas mujeres presentan casos de infección vaginal por hongos de manera regular. Cuando se tienen al menos 4 episodios de candidiasis vaginal, esta se considera recurrente.
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Existen varios factores que predisponen a tener candidiasis recurrente, por ello es importante que el médico realice un estudio exhaustivo para encontrar la causa subyacente.
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La candidiasis vaginal recurrente puede requerir de un tratamiento más prolongado. Lamentablemente al acabar el tratamiento una proporción de las pacientes vuelven a sufrir infecciones vaginales.
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Siguiendo una serie de hábitos de higiene y una dieta baja en azúcares y rica en probióticos, se puede ayudar a reducir los episodios de candidiasis vaginal recurrente.
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