Abuelos cuidadores de nietos, ¿cuándo se vuelven esclavos?
Tradicionalmente, los abuelos, desde una posición secundaria, tenían el papel de dar amor, aconsejar y guiar, pero de un tiempo a aquí, se han convertido en abuelos cuidadores de nietos y sus casas en “casas guardería”, viéndose en la tesitura de tener que atender a sus nietos gran parte de las horas del día.
¿Por qué aparece la figura de los abuelos cuidadores de nietos?
Las razones por las que aparece la figura de los abuelos cuidadores de nietos son:
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Pocas familias pueden permitirse que solo uno de los dos miembros trabaje y el otro cuide a los niños hasta que estos funcionen autónomamente.
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El breve periodo de baja maternal y paternal, hace que muchos padres se resistan a dejar en una guardería a su bebé prácticamente recién nacido cuando tienen que volver a la rutina.
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No siempre las guarderías públicas, disponen de las plazas suficientes.
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Los horarios laborales difícilmente coinciden con los de la guardería, por lo que, obligatoriamente, se necesita de un adulto para esas horas sueltas.
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El aumento de la esperanza de vida ha hecho que tengamos unos mayores con mejor salud física, así como con una mentalidad más abierta que la de generaciones pasadas.
Ventajas de serlo voluntariamente
Las ventajas de ser abuelos cuidadores de nietos son:
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Los abuelos pueden transmitir a sus nietos experiencias, tradiciones, aficiones, etc.
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Al estar en contacto dos generaciones tan distantes y unidas por un vínculo afectivo, fácilmente se desarrolla el valor y respeto hacia los adultos y los ancianos.
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Los mayores se sienten útiles y dejan de lado la sensación de soledad.
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Es posible, siempre y cuando no haya una gran sobrecarga, que los abuelos mejoren en agilidad física, rendimiento cognitivo e integración social.
¿Cuándo se convierte en problema?
El problema aparece cuando esta función cuidadora, pasa de ser voluntaria a obligatoria y de ocasional a permanente, ejerciendo de niñeros a la fuerza y olvidándose de ellos mismos y de su vida social. Es en este momento, cuando empezamos a hablar del fenómeno de los “abuelos esclavos”, aquellos que deben de llevar y recoger a los nietos del colegio, alimentarlos, lavarlos, ayudarlos con las tareas del colegio, acompañarlos a las actividades extraescolares, atenderlos cuando están enfermos, cuidarlos en periodo vacacional, etc. Situación en la que muchos, se sienten esclavos y que no saben cómo atajar.
Riesgos de volverse esclavos
A partir de cierta edad, la resistencia física va disminuyendo, y por tanto, la sobrecarga de funciones puede agravar problemas de salud ya existentes y originar otros nuevos.
La responsabilidad de tener que hacer de educadores y no de abuelos, como en generaciones pasadas, puede generar ansiedad.
El tener que ejercer funciones parentales, sin tener la autoridad que tienen sobre el niño las figuras paternas, puede provocar frustración en el abuelo, por no conseguir el comportamiento deseado en el nieto.
Se pueden crear tensiones o conflictos con los hijos, relacionadas con la forma de atender a los nietos, que serían evitables si el rol de cuidador no hubiera traspasado de manos.
Síntomas de volverse esclavos
Los síntomas de de ser abuelos cuidadores de nietos esclavos son:
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Tu vida social es inexistente más allá de tu familia. Solo te preocupas de ayudar a tus hijos y vives para tus nietos.
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Te sientes estresado/a por el peso de educar y cuidar a tus nietos demasiadas horas.
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Sientes que no vives la vida en la que pensabas cuando soñabas con la jubilación. Te ves forzado/a a cuidar de tus nietos por las circunstancias familiares de tus propios hijos.
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Cuando terminas de estar con tus nietos, no te quedan energías para realizar otras actividades.
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No sabes cómo decir que necesitas un descanso o más tiempo para ti. Al final del día te sientes agotado/a físicamente y te cuesta recuperarte.
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Tienes episodios de estrés, ansiedad o depresión.
Si estás sintiendo alguno de estos síntomas, es probable que te hayas convertido en un abuelo esclavo y deberías hacer algo al respecto.
Consejos para evitar ser abuelos cuidadores de nietos
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Aprende a reconocer tus propias limitaciones para que sea más fácil verbalizar dónde quieres poner el límite. Cuando prevés que está llegando a tu punto de saturación, tienes que saber hablarlo con la familia.
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Di “no puedo”, de vez en cuando, aunque sepas que la negativa será mal recibida, no por ello van a excluirte de la familia o a dejar de quererte. Si te explicas con naturalidad y claridad, aportando soluciones o sugiriendo otras formas de colaborar, en la mayoría de casos se encuentran alternativas a la situación.
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Sé sincero/a con tus hijos y expresa cómo te sientes realmente, de este modo podrán entender el porqué del cambio en la disponibilidad para el cuidado de los nietos.
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Si lo que quieres es ayudar, busca el bien superior y mantente sano y feliz, es el mayor favor que le puedes hacer a tus hijos. Enfrentándote día a día al estrés, por no saber decir “no” en el momento adecuado, puede hacer que enfermes y seas una nueva responsabilidad para ellos.
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No abandones actividades placenteras, como ir al gimnasio, quedar con amigos, realizar talleres, cursos, etc. para tener más disponibilidad para cuidar de tus nietos. Si sólo tienes momentos de descarga, acabarás desgastándote.
Los hijos suelen llevar una vida ajetreada y repleta de demandas que les impide ver la sobrecarga que llevan sus mayores, pero no olvides, que cada uno de nosotros somos responsables de cuidar y defender nuestro propio bienestar. No deberíamos esperar a que los demás lo hagan por nosotros.