Neofobia o fobia a las nuevas experiencias
Es un término, neofobia o fobia a las nuevas experiencias, que deriva del griego y está compuesto por “neos” (nuevo), y “fobos” (fobia o miedo injustificado e irracional), por lo que resulta fácil deducir por qué la neofobia se define como el miedo irracional a lo nuevo y a lo no experimentado, de forma persistente y anormal, y con carácter enfermizo.
- ¿Qué causa el miedo a las nuevas experiencias?
- ¿Qué síntomas tiene el miedo a las nuevas experiencias?
- ¿Cuál es el tratamiento de la fobia a las nuevas experiencias?
Qué causa la neofobia
La neofobia es una fobia concreta que se desarrolla cuando la persona se enfrenta a una situación nueva para ella, como un cambio de residencia, un nuevo puesto de trabajo, conocer a personas nuevas, o incluso nuevas experiencias como ingerir por primera vez un tipo de alimento (neofobia alimentaria).
Entre las causas de la neofobia, podemos encontrar:
- El temor a salir de nuestra “zona de confort” y enfrentarnos a lo desconocido, ya sea para auto-protegernos o bien por falta de confianza en uno mismo.
- La necesidad de tener todo bajo control o de desear que cualquier tipo de situación sea controlable.
Cuando se desarrolla una fobia, la persona se encuentra en un estado patológico caracterizado por una angustia tal que le impide encontrar maneras de evitar la ansiedad y el miedo provocados por esa situación. En el caso de la neofobia, sería a lo desconocido o nuevo.
Síntomas
De forma similar al resto de fobias, la neofobia comporta síntomas que podemos clasificar en tres tipologías:
- Síntomas psicológicos, como ansiedad, angustia, estrés, …
- Síntomas físicos o fisiológicos, como sudores de manos, temblores, taquicardia, …
- Síntomas meta-cognitivos, como el pensamiento dicotómico: una manera de pensar centrada sólo en los extremos o también conocido como pensamiento de todo o nada.
Todo lo que una persona afectada de neofobia puede llegar a sentir o a experimentar puede interferir significativamente en su día a día, y provocarle sufrimiento. Esta situación ha de ser debidamente abordada por profesionales cualificados para encontrar una solución adecuada a cada caso.
Tratamiento
La persona que padece neofobia, como el resto de fobias, debe:
- Aprender a enfrentarse a aquellos estímulos o situaciones que le provocan ansiedad.
- Sentirse capaz de enfrentarse a ese miedo a lo desconocido o a ese estímulo novedoso que le produce pavor y puede llegar a paralizarle.
- Aceptar el miedo que siente y así poder trabajarlo y superarlo.
Entre las técnicas terapéuticas para resolver este tipo de fobia podemos encontrar la desensibilización progresiva, que consiste en una exposición gradual al estímulo novedoso (que es el que provoca la fobia) guiada y supervisada por un profesional de la psicología. Dicha exposición le permitirá enfrentarse al temor, pero de manera controlada conseguir manejarla mejor y dominar la ansiedad que experimenta al igual que se pueden controlar la amaxofobia, la nomofobia y la fobia social. Por este motivo, uno de los principales objetivos terapéuticos consiste en dotar a la persona afectada de herramientas y estrategias para afrontar estas situaciones difíciles mantenedoras del problema.