Comportamientos violentos
Nos habéis preguntado por una creencia muy extendida de que las personas con problemas de salud mental son especialmente violentas o impredecibles. Pues no. En realidad lo son igual o menos que el resto de la sociedad.
El 92% de las personas con desórdenes psiquiátricos nunca muestran indicios de volverse violentos
Rafael Mora Marín, psiquiatra y Jefe de Servicio del Área de Salud Mental del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón, afirma a Maldita.es que no hay relación entre la violencia y los trastornos mentales. “Las personas con problemas de salud mental son igual o menos violentas que la población general si tenemos en cuenta cuestiones como la edad, el género y los lugares donde habitan”, asegura.
La tasa de crímenes con armas de fuego en Estados Unidos es menor en personas con enfermedades mentales que en individuos sin un diagnóstico psiquiátrico. Además, una investigación publicada en American Psychologist indica que el 92% de las personas con desórdenes psiquiátricos nunca muestran indicios de volverse violentos y solo el 4% de los asesinatos están de alguna forma relacionados con un trastorno mental del autor.
Generalmente, las enfermedades mentales son trastornos crónicos con episodios agudos intercalados, según cuenta Mora. Esto quiere decir que las personas que las padecen “solo sufren síntomas intensos durante periodos relativamente breves, que se repiten a lo largo de la vida”. El resto del tiempo, entre un episodio y otro, “pueden sufrir otro tipo de síntomas, mucho menos aparentes”.
Durante los episodios más agudos de la enfermedad, “es posible que una minoría de pacientes pueda mostrar comportamientos agresivos e impredecibles en determinadas circunstancias”. Pero insiste: “En general, a lo largo de su vida, las personas que padecen problemas de salud mental no son más violentas que los demás”.
Del trastorno bipolar a la esquizofrenia: ¿pueden estas enfermedades provocar una conducta agresiva?
Además, hay que tener en cuenta que cada problema de salud mental tiene unas características diferentes. “Por ejemplo, no esperaríamos que una persona con un trastorno depresivo mayor (TDM) manifieste una conducta agresiva hacia los demás, aunque sí es muy frecuente que la muestre hacia sí misma”, comenta Mora.
En el caso del trastorno bipolar, el experto explica que durante las fases depresivas el riesgo es similar al del TDM. Durante los episodios maníacos, estos pacientes “están eufóricos y tienen un pensamiento acelerado que se manifiesta en una conducta hiperactiva y muchos planes”.
Cuando los allegados o los profesionales intentan ponerles límites, pueden llegar a mostrarse hostiles, según el psiquiatra. Pero, “aunque en ocasiones llegan a la agresividad verbal, la agresividad física es rara más allá de algún forcejeo para intentar llevar a cabo sus planes”. “Los episodios maníacos ocupan una parte breve de la vida del paciente y, por eso, no podemos decir que sean personas violentas e impredecibles”, asegura.
La esquizofrenia cursa con brotes psicóticos, relativamente breves, caracterizados por ideas delirantes y a veces alucinaciones que “pueden incluir ideas de persecución o perjuicio”. En estos casos, “la persona que las sufre podría ponerse a la defensiva e incluso atacar a quien cree que le persigue”.
Pero, según Mora, “es más frecuente que durante los brotes agudos los pacientes intenten el suicidio con el fin de evitar agredir a otros, o bien para que sus perseguidores no les capturen vivos”. “Fuera de los brotes, estas personas suelen ser pacíficas y más bien evitan las relaciones sociales. Por tanto, tampoco se puede decir que sean personas violentas e impredecibles”, afirma.
Algunas investigaciones analizan qué factores influyen en el riesgo de violencia de pacientes con trastornos psicóticos. Una revisión publicada en la revista científica PLOS ONE indica que, entre estos factores, destacan un comportamiento hostil, un control deficiente de los impulsos, el abuso reciente de alcohol o drogas o la no adherencia a las terapias psicológicas y la medicación.
Esta falsa creencia proviene de “una tradición de siglos de incomprensión y estigmatización”
¿De dónde viene la creencia de que las personas con problemas de salud mental son violentas e impredecibles? Mora explica que hasta mediados del siglo XX “no hemos dispuesto de tratamientos efectivos para mejorar la enfermedad mental”.
Ante las “conductas extravagantes e inadecuadas de los enfermos mentales durante las fases agudas”, se optó por llevarlos a manicomios que “estaban pensados para recluir y no para sanar”: “De ahí que la imagen pública de la enfermedad mental se asociase a la idea de custodia, vigilancia, cronicidad, represión y miedo al castigo y a la violencia”.
Pedro Martín-Barrajón, responsable de la Red Nacional de Psicólogos Expertos en Suicidio creado por el centro Psicólogos Princesa 81, indica a Maldita.es que esta creencia proviene “de una tradición de siglos de incomprensión” y de estigmatización de las personas con problemas de salud mental. “Aunque hace ya más de 30 años que se inició la reforma psiquiátrica, se desmantelaron los psiquiátricos y la persona con trastorno mental pasó a ser un ciudadano más, acabar con el estigma parece una tarea mucho más difícil”, afirma.
En el imaginario popular, según subraya, se sigue asociando la enfermedad mental a la peligrosidad, los delitos violentos o la locura: “Las barreras de los antiguos manicomios han dejado paso a otros muros invisibles, que mantienen el aislamiento e impiden la total recuperación de los pacientes”.
Ambos expertos coinciden en que los medios de comunicación se suelen acercar de un modo negativo a la enfermedad mental. “Las noticias relacionadas con la enfermedad mental siempre son trágicas. No suelen publicarse noticias positivas sobre este colectivo como el índice de inserciones laborales, de incorporación o mantenimiento del empleo de personas que adolecen de este problema de salud concreto…”, indica Martín-Barrajón.
El cine y la televisión también han reforzado los estereotipos negativos, tanto de los psiquiatras como de sus pacientes, según Mora: “Películas como Psicosis o El silencio de los corderos muestran al enfermo mental como asesino”.
Las personas con problemas de salud mental tienen un mayor riesgo de suicidio y de sufrir agresiones
El verdadero peligro, según alerta el psiquiatra, “es una mayor tasa de suicidio que en la población general”. En Maldita.es os hemos contado los errores más frecuentes al tratar a una persona que piensa quitarse la vida y cómo evitarlos.
Además, las personas con problemas de salud mental suelen ser víctimas de violencia más a menudo que la sociedad general, tal y como indica Martín-Barrajón: “De manera objetiva, realista, y también científica, sabemos que son, con muchísima más frecuencia, víctimas (de agresiones, maltrato, discriminación, abuso sexual…) y no verdugos”.
Una investigación publicada en la revista British Journal of Psychiatry concluye que quienes padecen problemas de salud mental tienen una mayor probabilidad de ser víctimas de agresiones que la población general.
La Asociación Madrileña de Salud Mental confirma a Maldita.es que “hay una amplísima evidencia demostrando que no hay relación entre trastorno mental y violencia y que, en todo caso, es al contrario”: “Las personas diagnosticadas son más propensas a recibir violencia”. Pero aun así, “se sigue manteniendo el estigma”.
“La ecuación entre enfermedad mental y violencia contribuye a generar más discriminación, exclusión social y sufrimiento del que ya padecen gran parte de estas personas, causando sentimientos de vergüenza y socavando su ya mermada autoestima y la confianza en sus posibilidades de llevar una vida más o menos normalizada”, indican desde la Asociación Española de Neuropsiquiatría. En Maldita.es también os hemos explicado en qué consiste el estigma en torno a los problemas de salud mental y qué efectos tiene en las personas con sufrimiento psíquico.
“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.