Infecciones transmisibles en el embarazo
TORCH es un acrónimo de un grupo de infecciones transmisibles en el embarazo. Es decir, infecciones que pueden producir defectos congénitos graves cuando se adquieren durante la gestación, especialmente antes de la semana 20. Las infecciones en el embarazo pueden ser peligrosas para el bebé.
Cuáles son las infecciones transmisibles en el embarazo
Toxoplasma Gondii
Es un parásito protozoario cuya infección se adquiere por ingestión de carne o productos cárnicos crudos o poco cocinados que tengan quistes. Otra fuente de infección es el agua, los vegetales, o la tierra contaminados. El contacto con gatos domésticos se considera un factor de bajo riesgo. La toxoplasmosis habitualmente es asintomática en el adulto, y la infección confiere una inmunidad duradera. La transmisión al feto se produce en la infección aguda. Este caso de infecciones transmisibles en el embarazo, el riesgo es mayor conforme avanza la gestación, pero la afectación fetal será menor. La forma más frecuente de afectación es la ocular, pero ocasionalmente puede producir afectación neurológica grave después de una infección materna en el primer trimestre.
Rubeola
La rubeola es una infección de transmisión respiratoria. Con el programa de vacunación actual la inmunidad es de por vida en más del 95% de los casos. La afectación fetal es una infección crónica que comporta importantes y graves secuelas que pueden ser de aparición tardía. El tipo de afectación va desde los defectos cardiovasculares antes de la semana 8, defectos oculares, sordera, retraso psicomotor y aborto.
Citomegalovirus
Produce una de las infecciones transmisibles en el embarazo más frecuentes. La transmisión aumenta de riesgo a mayor edad gestacional. Entre un 10 y 15% de los neonatos son sintomáticos al nacimiento, y la mayoría presentan secuelas graves auditivas, visuales, o del neurodesarrollo.
Varicela
Enfermedad exantemática que se transmite por vía respiratoria y principalmente a partir de partículas virales de las lesiones cutáneas. La transmisión perinatal cerca del momento del parto puede producir una infección neonatal muy grave. El síndrome de varicela congénita incluye lesiones cicatriciales cutáneas, musculoesqueléticas, enfermedad ocular y anomalías esfinterianas intestinales y urinarias. Alteraciones en el sistema nervioso central (SNC) como atrofia cortical, retraso mental, convulsiones, con una mortalidad del 30%. El riesgo de transmisión fetal hasta la semana 24 es del 10-15%, pero es más elevado en el tercer trimestre.
Herpes Virus Simple
La transmisión vertical del virus en el momento del parto puede producir una infección neonatal muy grave. La mayoría de las infecciones se adquieren en el canal del parto a partir de secreciones maternas infectadas. Hay tres formas de transmisión perinatal:
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Infección congénita por HSV (5%): produce mayor riesgo de aborto y de parto prematuro. Produce una infección diseminada con predominio de lesiones cutáneas, oculares y del SNC.
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Infección neonatal por transmisión ascendente durante el trabajo de parto. Es la forma más frecuente (85%). Se produce después de la rotura de membranas.
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Infección postnatal: 10%. El recién nacido adquiere la infección postparto por vía horizontal.
Otros agentes causante de infección perinatal son:
Sifilis
Infección sistémica producida por Treponema Pallidum. Puede producirse a partir de la semana 14, y se incrementa conforme avanza la gestación. La sífilis congénita se produce cuando la gestante está infectada y no recibe tratamiento. En un 40% produce aborto espontáneo o muerte perinatal. En otro 40% sífilis congénita neonatal con riesgo elevado de parto prematuro, crecimiento intrauterino retardado (CIR), y anomalías congénitas sobre todo a nivel musculoesquéletico.
Parvovirus B19
Virus de transmisión respiratoria. Confiere inmunidad persistente y no se han descrito reinfecciones. La transmisión fetal es elevada, 30-40% con un ligero aumento en el segundo trimestre. En el feto puede producir anemia aplásica severa, plaquetopenia, miocarditis, miocardiopatía dilatada, insuficiencia cardiaca congestiva, hidrops, abortos, muerte intrauterina.
Por todas estas alteraciones que se pueden suceder al contraer una infección de forma prenatal es necesario realizar un estudio en el primer trimestre de gestación. Igualmente es importante recomendar la vacunación meses antes de la búsqueda de embarazo.
Dra. Isabel Giménez Blasco - Especialista en Ginecología y Obstetricia - Médico Colaborador de Advance Medical
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