Atrofia vulvovaginal

Creado el
14 Feb 2022
Actualizado el
Tiempo de lectura
7 minutos
Si te preguntas qué es la atrofia vulvovaginal, a qué se debe y cómo puede tratarse, ¡este post te interesa! Te lo contamos al detalle.
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Atrofia vulvovaginal
  1. Atrofia vulvovaginal: ¿qué es?

  2. Síntomas de la atrofia vuvolvaginal

  3. Causas de la atrofia vulvovaginal

  4. Atrofia vulvovaginal: tratamientos

Más de la mitad de mujeres evitan las relaciones sexuales durante la menopausia, debido al dolor y a la dificultad del estímulo sexual. Esto se debe a la disminución de estrógenos, lo que provoca la atrofia vulvovaginal. A pesar de ello, solo el 25% consulta a su médico al respecto, pues también son muy pocos los profesionales que preguntan a las mujeres sobre su vida sexual durante la menopausia. Te contamos más sobre la atrofia vulvovaginal, así como sobre sus causas, síntomas y tratamientos.

Atrofia vulvovaginal: ¿qué es?

La atrofia vulvovaginal se produce cuando se adelgazan, se resecan y se inflaman las paredes vaginales, lo que suele ocurrir cuando el cuerpo tiene menos estrógenos. Esto ocurre frecuentemente durante la menopausia, pero es importante tener en cuenta que la atrofia vulvovaginal también puede producirse en otras etapas, como la lactancia o el postparto.

La disminución de estrógenos hace que la mucosa vaginal pierda capas y sea más fina. Además, la capa submucosa se vasculariza, volviéndose más pobre, lo que disminuye el flujo vaginal. Todo ello provoca que la mucosa vaginal sea más friable, escueza al roce y sangre fácilmente, lo que desemboca en sequedad vaginal, que produce picores y relaciones sexuales dolorosas.

Aun así, es importante recordar que menopausia no es sinónimo de relaciones sexuales dolorosas, y que el tratamiento de la atrofia vulvovaginal, que veremos más adelante, te ayudará a que, tambien durante la menopausia, tus relaciones sexuales sigan siendo satisfactorias.

En muchos casos la atrofia vulvovaginal también provoca síntomas urinarios, por lo que se utiliza el término Síndrome Genitourinario en la Menopausia (GSM) para describir la atrofia vulvovaginal.

Síntomas de la atrofia vuvolvaginal

Algunos de los síntomas de la atrofia vulvovaginal son:

  • Ardor y sequedad vaginal

  • Secreción vaginal

  • Picazón genital

  • Urgencia de orinar y sensación de ardor al hacerlo

  • Incontinencia urinaria

  • Infecciones urinarias recurrentes

  • Leve sangrado tras las relaciones sexuales

  • Molestias durante las relaciones sexuales

  • Menor lubricación vaginal durante la actividad sexual

  • Estrechamiento y acortamiento del canal vaginal

Atrofia vulvovaginal: ¿cuándo consultar al médico?

Es fundamental que consultes a tu médico de confianza si observas un sangrado o manchado vaginal inexplicable, una secreción inusual, o bien ardor o dolor genital.

Consulta también si sufres dolor durante las relaciones sexuales, que no puedes aliviar usando un humectante vaginal.

 

atrofia vulvovaginal mujer

 

Causas de la atrofia vulvovaginal

Como hemos comentado, la atrofia vulvovaginal se debe a una disminución en la producción de estrógenos, lo que hace que los tejidos vaginales se vuelvan más delgados y secos, además de menos elásticos y más frágiles.

Esta disminución de los niveles de estrógenos puede producirse en los siguientes casos: 

  • Tras la menopausia

  • En los años previos a la menopausia (perimenopausia)

  • Tras la extirpación quirúrgica de ambos ovarios (menopausia quirúrgica)

  • Durante la lactancia materna

  • Durante el postparto

  • Al tomar medicamentos que pueden afectar los niveles de estrógeno, como algunas píldoras anticonceptivas

  • Tras la radioterapia pélvica para el cáncer

  • Tras la quimioterapia para el cáncer

  • Tras el tratamiento hormonal del cáncer de mama

 

Además, existen algunos factores que pueden favorecer la aparición de la atrofia vulvovaginal:

  • Tabaquismo. Dado que afecta la circulación sanguínea, el tabaquismo puede disminuir el flujo de sangre y oxígeno en la vagina, además de reducir los efectos de los estrógenos naturales.

  • Ausencia de actividad sexual. La actividad sexual, con o sin pareja, aumenta el flujo sanguíneo y favorece la elasticidad de los tejidos vaginales.

  • Ausencia de partos vaginales. Las mujeres que nunca han dado a luz por vía vaginal son más propensas a desarrollar atrofia vulvovaginal durante la menopausia.

Aunque la atrofia vulvovaginal es habitual, y sus síntomas pueden aparecer antes de la menopausia o varios años después del inicio de la misma, también pueden no presentarse, pues no todas las mujeres menopáusicas padecen atrofia vulvovaginal.

 

Riesgos asociados a la atrofia vulvovaginal

La mujeres que padecen atrofia vulvovaginal tienen mayor riesgo de sufrir episodios de:

  • Problemas urinarios. Puede aumentar la frecuencia o urgencia para orinar, además de sufrir ardor al orinar. Algunas mujeres también experimentan más infecciones de las vías urinarias o incontinencia de orina.

  • Infecciones vaginales. Esto se debe a los cambios en el equilibrio del pH vaginal.

Atrofia vulvovaginal: tratamientos

La manera de tratar la atrofia vulvovaginal depende de la causa y de los antecedentes de la paciente, pero los principales tratamientos para la atrofia vuvovaginal son: 

  • Hidratantes vaginales. Se trata de cremas que ayudan a la hidratación vaginal y pueden aplicarse a diario. Son un tratamiento sintomático, es decir, ayudan a mejorar la sequedad pero no mitigan las causas, por lo que al dejar el tratamiento reaparecen los síntomas.

  • Estrógenos tópicos. En este caso se administran hormonas de forma local, ya sea en crema o como óvulos vaginales. Se empieza con un tratamiento diario, durante 7-15 días, y después se pasa a 2-3 días semanales, como mantenimiento. Con este tratamiento se engrosa la mucosa vaginal y se produce una mayor hidratación, buscando así contrarrestar los efectos de la bajada de estrógenos. Este tratamiento está contraindicado en mujeres con tumores dependientes de hormonas, como los cánceres de mama.

  • Tratamiento hormonal de la menopausia. Es un tratamiento oral que administra las hormonas que la mujer no segrega durante la menopausia. Mejora la sequedad vaginal y otros síntomas, como los sofocos. También protege los huesos de la descalcificación.

  • Ospemifeno. Es un tratamiento inicialmente indicado para la osteoporosis que modula selectivamente los receptores de estrógenos, y que se ha demostrado más efectivo para la atrofia vulvovaginal que para otros síntomas de la menopausia. Provoca algo más de sofocos y no tiene efectos nocivos conocidos sobre la mama. Es un tratamiento por vía oral con un comprimido diario.

  • Ácido hialurónico. Se trata de infiltrar ácido hialurónico específico para la zona genital, bajo anestesia local. El ácido hialurónico se inyecta en la piel del tercio externo de la vagina, lo que aporta gran hidratación a la zona y evita pequeñas lesiones, como los cortes que pueden producirse durante las relaciones sexuales cuando se sufre atrofia vulvovaginal. Este tratamiento no requiere hospitalización y se realiza en la consulta de ginecología. 

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Ahora que ya conoces los síntomas, las causas y las opciones de tratamiento ante la atrofia vulvovaginal, recuerda consultar a tu médico de confianza si observas alguno de sus síntomas. No te conformes con unas relaciones sexuales dolorosas, pues, recuerda, la menopausia no es sintoma de relaciones sexuales dolorosas.

atrofia vulvovaginal infografía
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Gema Sanchez
Autor/a: Gema Sánchez
  • Psicóloga en Asociación Oncológica Extremeña (2012 - 2015).

  • Psicóloga en Asociación para la Prevención, Orientación y Ayuda a Mujeres Drogodependientes (2012 - 2015).

  • Digital Content Manager & Editor en Grupo MContigo (2012 - Actualidad).

  • Redactora de contenidos en varios medios de comunicación y revistas digitales en Grupo Planeta, PRISMA, PRISA y Prensa Ibérica (2012 - Actualidad).

  • Tutora de prácticas en diferentes universidades (USAL, UPSA, UNED, UHU) (2017 - 2020).

  • Profesora colaboradora en la Universidad Internacional de Valencia (2020 - Actualidad).

  • Consulta privada de psicología online y presencial (2016 - Actualidad).

Psicóloga y colaboradora del Programa de Salud Mental de Extremadura

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