Pie plano en niños: ¿cómo solucionarlo?

¿Tu hijo se queja de que le duelen los pies? A simple vista, ¿no logras ver que se forme el arco en la planta del pie? Puede que estemos ante un caso de pie plano en niños. Pero, antes de nada, debes saber que los más pequeños de la casa, tienen los tejidos más blandos y laxos, por lo que las estructuras de los pies pueden estirarse más, impidiendo una alineación normal de las articulaciones de los pies al apoyarlos.

Es, por este motivo, por el que los pies planos son más frecuentes durante la infancia. De hecho, es una patología que afecta a un 42% de los niños entre 3 y 5 años de edad y tan solo a un 6% de los adolescentes. Por lo tanto, puede decirse que es normal que un bebé en torno a un año de vida no presente un arco plantar, pues la forma normal del pie se va adquiriendo paulatinamente hasta los 6 años, aunque puede prolongarse hasta los 10 años.

Pie plano en niños: ¿Qué es?

Si nunca has oído hablar de esta afección, vamos a pasar a definir qué es exactamente el pie plano en niños. Se trata de una disminución de la altura del arco longitudinal plantar, también conocido como bóveda plantar, que suele ir acompañada de una serie de trastornos de la alineación de los huesos cuando el pequeño está de pie y apoya su peso sobre la planta del pie.

En esta situación, el talón del niño se desvía hacia afuera -lo que se conoce como talo valgo-, la zona del arco se apoya en el suelo y la parte anterior se coloca en supinación, es decir, con un apoyo mayor de la parte interna del pie. 

A pesar de todo lo anterior, tienes que saber cuándo es necesario consultarlo con un especialista, pues es normal que, hasta los 3-4 años, los niños presenten un pie plano. Pero, si observas una deformidad importante, inestabilidad o dolor al ponerse de pie, sí sería necesario acudir a un especialista para que lo valoren.

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¿Cómo se diagnostica el pie plano en niños?

En la consulta, el especialista echará un vistazo a la historia clínica del pequeño y también realizará una exploración. Existen diferentes sistemas de análisis de la huella con plataforma de presiones y en el ordenador, el doctor puede ver cómo es la pisada. Sin embargo, a la hora de tratar el pie plano en niños, es necesario saber de qué tipo estamos hablando. Para ello, se deben realizar dos test biomecánicos:

1. Test de Jack. Consiste en elevar el dedo gordo del pie, al hacerlo se tiene que formar el arco, si no se forma, el resultado es positivo.

2. Heel Rise Test. El paciente tiene que ponerse de puntillas, en ese momento se debería de formar el arco y el talón debería desplazarse hacia fuera. Si no ocurre así, el resultado es positivo.

Entonces, si ambos test dan negativo, estaríamos ante un pie plano flexible, lo que supone que, cuando el niño crezca, la patología desaparecerá. Es decir, existe una alta probabilidad de que el problema se resuelva con el crecimiento.

También puede ocurrir que un test sea positivo y el otro negativo, en este caso, estaríamos ante un pie plano semiflexible. Para tratarlo, tan solo será necesario un buen tratamiento, sin necesidad de intervención quirúrgica.

Por último, si los dos test son positivos, el resultado sería un pie plano rígido y su pronóstico es peor, pues puede llegar a ser necesaria una operación. Este tipo de pie plano puede deberse a dos causas, por un lado, sería una unión anormal de los huesos astrágalo y calcáneo, o bien, entre el calcáneo y el escafoides.

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Tratamiento de los pies planos

Actualmente, gracias a los conocimientos más precisos sobre pies planos en niños, el calzado ortopédico y las plantillas duras no se suelen prescribir con frecuencia. Esto es así porque el puente del pie puede evolucionar hasta los 10 años y, por lo general, la mayoría de los pies planos en adultos no presentan síntomas, ni ningún tipo de limitación. 

Por esta razón, es importante comprobar si estamos ante un caso de pie plano flexible y si, además, el tendón de Aquiles es normal. En caso de no presentar síntomas, lo más habitual es que no tenga que llevarse a cabo tratamiento alguno. Pero, si se presenta un tendón de Aquiles corto, relacionado con los pies planos graves, será preciso realizar fisioterapia con ejercicios de estiramiento y un seguimiento más estrecho.

La cirugía tan solo es necesaria en los casos en que la deformidad siga avanzando en vez de desaparecer a partir de los 6 años. También se puede recurrir a la intervención quirúrgica cuando el pie plano flexible provoca dolor y el tratamiento con plantillas no ha sido suficiente para paliar los síntomas.

¿Cómo afecta a la salud el pie plano en niños?

Los pies nos sostienen por lo que si estos no se apoyan correctamente, todo el cuerpo puede sufrir repercusiones. Una de las consecuencias más claras de los pies planos en niños es el cansancio dado que supone un desgaste energético mayor que el de una persona con una bóveda plantar normal. Esto se produce porque se realiza un mayor esfuerzo al caminar y la sensación del paciente es de arrastrar los pies.

Otra repercusión que puede darse es el genu valgo, cuando las rodillas miran hacia dentro en lugar de estar rectas. Lo que ocurre es que las rodillas se giran hacia dentro, por lo que es muy común que ambas patologías vayan asociadas. También, puede sentir pesadez en las piernas por la tensión de los músculos del gemelo o la pantorrilla. Sin duda, otra parte del cuerpo que se ve afectada por los pies planos es la espalda, pues el paciente adopta una posición cifótica, es decir, echado hacia delante.

En conclusión, el pie plano en niños es una dolencia muy habitual durante la infancia, pero no por ello, es algo que deba ignorarse. Acude al especialista cuando tu hijo presente alguno de los síntomas que hemos comentado anteriormente.