Tics en niños: claves para entenderlos y saber cuándo tratarlos

Si bien los tics presentan una alta frecuencia en la población en general, los tics en niños aparecen de forma aún más frecuente. En particular, se trata de un fenómeno más frecuente en niños que en niñas y que, en la mayoría de casos, suele remitir de forma espontánea con la edad.
No obstante, su aparición puede generar incertidumbre o preocupación en los adultos que lo observan, además de emociones como vergüenza o desconcierto para los niños que los sufren. Por ello, analizamos el fenómeno de los tics en niños, sus diferentes causas y soluciones.
Definición de tics en niños y sus causas
Los tics son una manifestación clínica caracterizada por gestos, vocalizaciones y/o movimientos parcialmente involuntarios que aparecen de forma súbita y repetida y que no se pueden suprimir de manera voluntaria.
Existen varias causas de la aparición de tics en niños:
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Causas genéticas: de forma relativamente frecuente, los tics en niños aparecen debido a que existen antecedentes similares en la historia familiar. Factores ambientales: situaciones de ansiedad, estrés, preocupación o aburrimiento pueden ser también detonantes de los tics en niños.
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Causas fisiológicas: en ocasiones, se describe un exceso de dopamina como el causante de los tics en niños. No obstante, se trata de una teoría aún sin consenso en la comunidad científica.
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Causas psicológicas: algunos de los niños con tics describen una sensación de impulsos previos desagradables al saber que se van a producir los tics. Esta sensación puede incrementar las manifestaciones.
Clasificación de los tics en niños y diagnóstico
Tics simples
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Motores: se consideran tics motores simples aquellos que presentan una duración corta (milisegundos) y que pueden incluir otros movimientos como parpadeo ocular, movimiento de hombros y extensión de extremidades.
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Vocales: los tics simples con participación de tipo vocal pueden incluir desde gruñidos hasta carraspeos, todo ello emitido de forma involuntaria.
Tics complejos
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Motores: los tics motores complejos presentan una duración larga (segundos, en lugar de milisegundos) y se caracterizan por combinar varios tics simples como giros de la cabeza o imitación de movimiento de otras personas. Éstos, además, pueden incluir gestos obscenos y tener apariencia de ser intencionados, por lo que generan una mayor ansiedad a quien los manifiesta en público.
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Vocales: los tics complejos vocales consisten en repetir palabras que la misma persona ha dicho, repetir las últimas letras de una palabra y/o repetir o decir palabras inapropiadas, entre otras manifestaciones.
Diagnóstico de los tics en niños
Por lo general, el diagnóstico de los tics en niños no presenta complicaciones: en la mayoría de ocasiones, es suficiente con que el médico realice una correcta historia clínica de forma detallada.
Mediante un reconocimiento médico, se puede llegar a determinar las posibles causas de los tics. Por ello, en este punto también se debe valorar la presencia o no de una sensación premonitoria antes del inicio de los tics. De este modo, es posible descartar su asociación con patologías de tipo psiquiátrica.
Además, el médico debe valorar y determinar si es necesario realizar una exploración neurológica para descartar alguna asociación con otro tipo de enfermedad más compleja que, en sus inicios, se pueda manifestar con la presencia de tics.
Tratamiento de los tics en niños
Respecto al tratamiento de los tics en niños, y como en otras muchas cuestiones relacionadas con la salud de los más pequeños, la cuestión debe abordarse en conjunto entre la familia y el niño o niña.

Se trata de atender a criterios de psicoeducación. Por un lado, los padres deben aprender sobre la naturaleza de los tics y tener acceso a las herramientas necesarias para minimizar las críticas o las conductas que, en general, pueden hacer que los tics sean exacerbados.
Por otro lado, también es importante entrenar al niño para que sepa cómo distraer su atención en otras cosas cuando sienta los síntomas premonitorios de la aparición del trastorno. En este sentido, también es común realizar un entrenamiento de ejercicios de relajación, que permiten disminuir la aparición de estas manifestaciones.
Más allá de estas herramientas, es importante recibir un diagnóstico acertado. Así, de existir una asociación con otro tipo de patologías, es posible que deba realizarse un tratamiento farmacológico aparte de las medidas previas mencionadas.
En cualquier caso, los tics en niños son un fenómeno relativamente frecuente (en particular entre la población masculina) que, no obstante, es posible que acabe remitiendo, de forma natural, conforme pasan los años.
Del mismo modo, será fundamental contar con profesionales médicos de confianza que observen, en detalle, cada caso de tics en niños y puedan descartar posibles trastornos asociados, realizando una valoración profesional.
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