Limpieza bucal profesional
La limpieza bucal profesional es un proceso terapéutico que lleva a cabo el higienista dental, con el objetivo deshacerse del sarro que se acumula en nuestros dientes. Te explicamos cómo mantener una buena higiene bucal en casa pero por qué es necesario hacer, al menos, una vez al año una limpieza bucal profesional.
La limpieza bucal profesional empieza en casa
Debemos tener una limpieza bucal correcta cada día y cepillarnos los dientes tras cada comida. Existen diversas técnicas de cepillado, con movimientos horizontales, verticales, rotatorios o una combinación de todos para eliminar la placa bacteriana y los restos de alimentos. Estas maniobras de cepillado deben hacerse sobre todas las piezas dentales. El uso de un colutorio puede ser de ayuda también para eliminar restos de comida y sarro, así como para proteger y tonificar las encías. La seda dental sirve para eliminar la placa que queda en las caras interdentales de los dientes, es decir, las caras de los dientes que se tocan entre ellas.
Limpieza bucal profesional
Pese a una correcta higiene dental diaria, hay restos de sarro que no podemos eliminar con el cepillado, el colutorio y el hilo dental. Estos restos de sarro, que son acúmulos de calcio y fósforo, se depositan sobre todo en las bases de los dientes, en la zona de la raíz cercana a la encía, y son difíciles de eliminar. Su acumulación puede dar problemas como infecciones, halitosis, inflamación de las encías, cambios en el gusto de los alimentos y una afectación estética de las piezas dentales.
La limpieza bucal se suele realizar con aparatos de ultrasonidos que se aplican a todas las caras de los dientes para fragmentar los depósitos de sarro y absorberlos. En ocasiones, si el sarro está muy enganchado a la superficie del diente o está en zonas de más difícil acceso, como el interdental o en las muelas más posteriores, puede que sea preciso realizarla de manera manual.
Si la inflamación de las encías y la afectación por el sarro es más severa y profunda, la limpieza dental no será suficiente, por lo que se tendrá que llevar a cabo una cirugía periodontal, que supone levantar la encía para poder acceder a los acúmulos de sarro más profundos y eliminarlos.
Tras la higiene bucal se suele llevar a cabo una profilaxis dental, que consiste en pulir la superficie dental con un cepillo o copa de goma con tal de eliminar tinciones y manchas en la superficie del diente y conseguir que esta sea lo más lisa posible. De este modo, se dificulta la formación de la placa bacteriana, así como la acumulación de sales que forman el sarro.
¿Molestias en la limpieza bucal?
Por norma general, la limpieza bucal es un procedimiento que no causa dolor, aunque puede ser molesto por tener que estar con la boca abierta un buen rato y con el aspirador conectado para ir absorbiendo los restos de sarro y saliva. En personas que tengan una hipersensibilidad dental importante, la tartrectomía puede ser bastante molesta o dolorosa incluso e los dientes pueden notarse sensibles varios días después de haberse sometido a ella. Si la hipersensibilidad es extrema, se puede llevar a cabo la higiene bucal bajo anestesia local.
Tras la limpieza bucal es normal que notemos la dentadura extraña, como si existiesen huecos entre los dientes. Esto es así, ya que antes el sarro ocupaba estos espacios que están ahora vacíos.
La limpieza bucal debería realizarse como mínimo una vez al año. En función de las necesidades de cada persona, el odontólogo puede indicar hacerla con mayor frecuencia, no siendo habitual realizarla más de dos veces al año.
Artículo de David Cañadas Busto
Licenciado en medicina
Especialista en Odontología – Médico consultor de Advance Medical (Teladoc Health).
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