¿Qué es la ortorexia? Síntomas, causas y tratamientos

¿Qué es la ortorexia?

Hablamos de ortorexia para referirnos a un trastorno alimentario que se manifiesta como una obsesión patológica por el consumo de comida saludable y por la calidad de los alimentos. Esta obsesión constituye un problema que afecta a la calidad de vida de las personas que lo padecen, ya que condiciona sus relaciones sociales, la manera en que consumen alimentos y puede llegar a manifestar otros trastornos como ansiedad y estrés asociados a dicho consumo.

Alimentación saludable y ortorexia: ¿en qué se diferencian?

Se entiende por alimentación saludable aquella que busca garantizar la ingesta de todos los nutrientes que el cuerpo necesita y la eliminación o restricción de aquellos productos que son innecesarios o insanos para el cuerpo. Es decir, una alimentación saludable busca llevar una dieta equilibrada, lo que se traduce en una alimentación completa y correcta, al mismo tiempo que no afecta a nivel psicológico a la persona (no genera estrés ni ansiedad).

Por el contrario, en el caso de la ortorexia, el objetivo inicial es también la búsqueda de una alimentación saludable. Sin embargo, en este caso, este objetivo se ha convertido en una obsesión patológica que sí que afecta a la salud de la persona (tanto física como psicológicamente). En este sentido, la afectación psicológica se manifiesta principalmente con una relación con la comida que genera estrés y ansiedad, mientras que en el caso físico se manifiesta con una alimentación incorrecta o inadecuada. Por ejemplo, mediante la restricción de determinados grupos de alimentos o la sobredimensión de otros (no comer hidratos de carbono, comer una determinada fruta o verdura con el fin de hacer una dieta determinada, etc.).

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Silvia Cardona

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¿A quién afecta la ortorexia?

Existen tres perfiles que son más proclives a sufrir ortorexia:

• Mujeres

• Adolescentes

• Deportistas

Estos tres grupos son los que, generalmente, tienden a presentar mayores índices de ortorexia. Sin embargo, esto no significa que otros grupos de personas no puedan sufrirla, por lo que es importante prestar atención tanto a las causas como a los síntomas para poder realizar una identificación adecuada.

Causas

Existen diversas causas que se pueden vincular con la ortorexia. No obstante, en general, en todos los casos se presenta la falta de “aprender a comer” correctamente. Es decir, la persona que padece ortorexia no ha comprendido correctamente qué funciones debe cumplir la alimentación y la importancia que tiene llevar una dieta que incluya todos los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo.

En este sentido, es muy habitual que las personas ortoréxicas hayan tenido previamente otros trastornos alimentarios, como por ejemplo anorexia o bulimia nerviosa. Así mismo, suele ser habitual que estas personas presenten cierta predisposición a iniciar “dietas de moda” o “dietas milagro”. O sea, dietas que no están avaladas científicamente y que, además, no se realizan con el seguimiento de un nutricionista.

De este modo, se puede decir que algunas de las causas más habituales presentes en las personas que padecen ortorexia las podemos encontrar en la falta de conocimientos correctos sobre alimentación. Además, otra de las causas la podemos encontrar en una importancia excesiva a la propia imagen, lo que lleva a estos pacientes a querer perder grasa en poco tiempo o, en resumen, a querer ver cambios en su cuerpo en poco tiempo y de forma que no es la adecuada para la salud.

Síntomas

Uno de los problemas que presenta el diagnóstico de la ortorexia es que no existe un cuadro sintomático concreto. Cada paciente puede manifestar particularidades concretas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, existen ciertos patrones o conductas relacionadas con la comida y la forma de comer que pueden facilitar el diagnóstico.

En este sentido, algunos de los síntomas más habituales vinculados con la ortorexia son los siguientes:

• Obsesión con la alimentación saludable y la calidad de los alimentos.

• Necesidad exagerada de protección y autocuidado.

• Sentimiento de culpa cuando no se sigue la dieta autoimpuesta.

• Episodios de estrés o ansiedad que están vinculados, directa o indirectamente, con la relación que el paciente establece con la comida.

• Muestras de desprecio hacia otros hábitos alimenticios o estilos de vida.

• Aislamiento social como consecuencia de la incapacidad de adaptarse a los hábitos alimentarios de otras personas (por ejemplo, comer fuera de casa).

• Prácticas de ayuno sin que estas vayan acompañadas de una opción saludable.

• La comida se percibe como una obligación, y la “alimentación saludable” como un deber.

• Realización de rituales rigurosos con la preparación y el consumo de la comida.

• En general, se puede decir que la comida domina la vida (o gran parte de esta) del paciente.

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¿Cómo saber si se tiene ortorexia?

La ortorexia debe ser diagnosticada por un médico. Por ello, es necesario acudir a consulta para que sea un profesional quien evalúe a cada paciente y valorar si estamos ante un caso de ortorexia o no. En este sentido, si una persona muestra síntomas asociados a este problema, lo más recomendable será acudir al médico para que este pueda realizar una evaluación y si, procede, diagnosticar el trastorno y prescribir el tratamiento más adecuado en cada caso.

Tratamiento de la ortorexia

El tratamiento de la ortorexia dependerá de las circunstancias y grado de cada paciente, por lo que deberá ser personalizado. En general, el tratamiento suele aplicarse mediante dos vías. En primer lugar con terapia psicológica que ayude a reconstruir la relación del paciente con la comida y a que el paciente aprenda a comer correctamente. En segundo lugar, en aquellos casos en los que sea necesario, el tratamiento puede ir acompañado de terapia farmacológica (principalmente, para tratar síntomas como el estrés o la ansiedad que pueden aparecer vinculados al trastorno ortoréxico).

Comer sano es fundamental para tener una buena calidad de vida, pero obsesionarse con ello tiene efectos negativos tanto físicos como psicológicos. Por ello, la mejor opción es informarse adecuadamente sobre cuáles son unos hábitos de comida saludables y, en caso de dudas, acudir a los profesionales de la nutrición.