Ejercicios después de un infarto: ¿cuáles puedes hacer?
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¿Cómo se estudia la capacidad residual de un corazón después de un infarto?
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Después de un infarto, lo fundamental son los controles médicos
Hacer ejercicios después de un infarto, ¿se puede?
Sí, según la magnitud de la lesión o del área implicada encontraremos una posterior alteración de la función cardíaca, más o menos severa, que marcará nuestra nueva capacidad deportiva. Si el infarto ha afectado a un área extensa del músculo cardíaco es más probable que nos implique una mayor limitación para hacer deporte.
La recuperación del corazón nos va a exigir una serie de cambios de conducta. Tras el estudio de la función cardíaca podremos ver los ejercicios después de un infarto que se pueden realizar y establecernos nuevas metas deportivas, sin olvidar los cambios de hábitos que deberemos introducir y el tratamiento médico específico que se nos instaurará. Como curiosidad diremos que es mucho más fácil para el corazón adaptarse a situaciones crónicas, en las que el deterioro cardíaco es progresivo (por tanto, menos agresivo) y permitiendo una adaptación paulatina.
¿Cómo se estudia la capacidad residual de un corazón después de un infarto?
Médicamente, empleamos el concepto de fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI). para cuantificar la función cardíaca. Mide el volumen de sangre que bombea el corazón en cada latido. Se considera una fracción de eyección del ventrículo izquierdo normal cuando su valor es igual o superior al 55 por ciento. Un valor por debajo de 50 sería considerado patológico y traduciría un corazón con capacidad contráctil reducida y, por tanto, poco efectivo en el bombeo de sangre. Las personas que presentan muy alterado este parámetro después de un infarto son mucho más lábiles y deberán bajar el ritmo deportivo que tenían con anterioridad. En estos casos, es recomendable un nuevo estudio cardíaco al cabo de unos meses pues puede ocurrir que el tejido cicatricial mejore su capacidad contráctil y por tanto mejore la actividad cardíaca.
Después de un infarto, los controles médicos determinarán si podemos hacer ejercicios después de un infarto
Si la función ventricular se preserva tras un evento cardíaco el paciente podrá gozar de la mayoría de las actividades que realizaba previamente. Ahora bien, deberá seguir un tratamiento crónico para evitar un segundo evento (lo llamamos prevención secundaria). Este tratamiento farmacológico buscará además evitar el deterioro de la función ventricular, minimizar las complicaciones y prevenir la progresión de la enfermedad coronaria. En general, se prescribirá un tratamiento antiagregante, un hipotensor y un hipolipemiante (para evitar la formación de trombos, las crisis de hipertensión y el acúmulo de lípidos en la pared arterial, respectivamente).
Por supuesto, concienciaremos al paciente de la necesidad de controlarse, lo que incluye control del peso, tensión arterial, parámetros analíticos como lípidos, y del resto de enfermedades que también pueda sufrir. Tenemos que recordar la importancia de no fumar, realizar una dieta equilibrada y ejercicio físico de forma regular (que adaptaremos a la capacidad del corazón dañado si existen secuelas). Si bien en algunos casos el paciente puede reincorporarse con normalidad a su hábito deportivo anterior, deberá hacerlo de forma muy lentamente progresiva hasta alcanzar el nivel previo a su lesión cardíaca.
En caso de que exista una limitación contráctil del corazón el individuo deberá readaptar su actividad deportiva. No sólo se deberá tener presente la duración de la actividad física que se realiza sino también la intensidad y el tipo de actividad.
Es muy importante que el propio paciente sea conocedor de las lesiones que ha sufrido y de las posibles secuelas que le hayan podido quedar. Asimismo, debe adherirse al tratamiento prescrito y al cambio de hábitos que le exige la nueva situación.
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