Dieta cualitativa
La dieta cualitativa es una de las opciones más efectivas tanto para aquellos que se proponen bajar de peso como para los que simplemente desean adoptar un estilo de vida más saludable.
Qué es una dieta cualitativa
Se denomina dieta cualitativa a aquella dieta enfocada en mejorar la calidad de los alimentos ingeridos.
Puede compararse con la dieta cuantitativa, más extendida y conocida, que se orienta a restringir el número de calorías (kcal) consumidas.
Si la dieta cuantitativa se basa en contar las calorías de los alimentos que consume y en tratar de controlarlas, la dieta cualitativa se vale de las siguientes estrategias:
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Evitar el consumo de alimentos poco nutritivos y no beneficiosos, como los productos ultraprocesados o los precocinados
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Emplear alimentos de origen natural y de calidad
En cierto modo, la dieta cualitativa trata de fomentar un cambio de hábitos alimentarios en la persona, orientado a lograr su bienestar más allá de la pérdida de peso.
Así, además de reducir tallas, el usuario orientado por un nutricionista hacia una dieta cualitativa puede incorporar otros beneficios derivados de ésta, como son un mayor disfrute de la comida (evitando la ansiedad o la presión de la báscula), mejorar sus digestiones o un mayor bienestar físico general.
Esto no implica que la dieta cualitativa no ayude a perder peso: simplemente trata de ir más allá.
Además, diversas variantes se inscriben dentro de lo que podría considerarse la categoría más amplia de dieta cualitativa: desde la dieta mediterránea y la dieta cetogénica, a la dieta keto o la dieta vegetariana.
Por qué la dieta cualitativa funciona
La alimentación es un proceso complejo en los humanos que va más allá de la ingestión de aportes calóricos o nutrientes: es una construcción cultural y, además, está vinculado directamente con el disfrute y las emociones.
En este sentido, las dietas cuantitativas, que tienden hacia la restricción de calorías o a la prohibición de ciertos alimentos, suponen un esfuerzo para los pacientes. Por ello, es común que ante este tipo de dieta se produzcan abandonos prematuros. Además, la dieta cuantitativa difícilmente se convierte en un plan a largo plazo: simplemente se aplica en un periodo de tiempo concreto con el objetivo de perder peso.
El enfoque de la dieta cualitativa es completamente distinto: se trata de generar nuevos hábitos alimentarios que tengan en cuenta el bienestar de una persona de una forma amplia. Así, se logra crear una dieta cualitativa implica generar una transformación en los hábitos de una persona orientada a una alimentación saludable con un objetivo a largo plazo.
Cómo crear una dieta cualitativa
El objetivo de la dieta cualitativa es lograr una dieta equilibrada en dos sentidos: las cantidades a ingerir y el tipo de alimentos que se consumen.
Para ello, también es necesario tener en cuenta el logro de un aporte de nutrientes completo, de modo que todos los grupos de alimentos (plásticos, energéticos, plásticos y reguladores o protectores) queden representados en una medida justa. Además, se evitan los alimentos superfluos, aquellos que no aportan nutrientes o que directamente son dañinos.
Para crear la dieta cualitativa, asimismo, se definen las raciones que formarán parte de los nuevos hábitos del paciente, generando un plan de comidas que se ajuste a sus necesidades y al tipo de alimento ingerido.
Ideas para un menú semanal en tu dieta cualitativa
La dieta cualitativa propuesta a continuación se basa en una premisa sencilla: cómo comer de forma saludable y equilibrada durante toda la semana y con cinco comidas al día.
Por lo tanto, no se trata de una propuesta para perder peso específicamente y, además, las cantidades se deberán definir y ajustar en función de las necesidades de cada persona.
En cualquier caso, la recomendación principal para seguir cualquier dieta es contar con un profesional médico que sea capaz de ajustar las cantidades y los tipos de alimentos de forma personalizada, de acuerdo a cada paciente.
LUNES
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DESAYUNO: leche semidesnatada, tostada con aceite de oliva y loncha de pavo. Zumo de naranja.
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MEDIA MAÑANA: una manzana
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COMIDA: lomo a la plancha con patatas hervidas y verduras al horno. Un plátano.
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MERIENDA: yogur con puñado de cereales
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CENA: ensalada con nueces y queso fresco. Una pera.
MARTES
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DESAYUNO: yogur desnatado con muesli. Zumo de naranja. Un plátano.
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MEDIA MAÑANA: una infusión o té.
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COMIDA: dorada al horno con guarnición de verduras y arroz. Un kiwi.
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MERIENDA: batido con manzana y galletas
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CENA: crema de calabacín. Medio sandwich de pavo.
MIÉRCOLES
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DESAYUNO: vaso de leche semidesnatada con cereales bajos en azúcar. Zumo de piña.
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MEDIA MAÑANA: una manzana y barrita de cereales.
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COMIDA: macarrones con carne picada y queso. Un flan.
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MERIENDA: medio bocadillo de jamón dulce.
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CENA: bacalao con tomate y cebolla. Una pera.
JUEVES
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DESAYUNO: yogur con miel. Tostada de pan integral con aceite y mermelada. Zumo de naranja.
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MEDIA MAÑANA: infusión o té. Pan integral con queso fresco.
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COMIDA: sopa de fideos. Salmón en papillote con verduras. Un plátano.
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MERIENDA: yogur desnatado con puñado de almendras.
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CENA: ensalada mixta. Tortilla francesa.
VIERNES
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DESAYUNO: café con leche semidesnatada y copos de avena. Un plátano.
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MEDIA MAÑANA: medio sándwich con loncha de pavo y queso bajo en grasa.
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COMIDA: revuelto de setas. Arroz tres delicias. Una mandarina.
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MERIENDA: infusión o té. Barrita de cereales.
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CENA: crema de verduras. Yogur desnatado.
SÁBADO
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DESAYUNO: vaso de leche semidesnatada. Tostada de aceite, tomate y jamón. Cereales bajos en azúcares.
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MEDIA MAÑANA: macedonia de frutas con zumo de naranja.
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COMIDA: ensalada de gambas. Redondo de ternera con guarnición de verduras. Cuajada.
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MERIENDA: batido de kiwi y plátano.
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CENA: ensalada con huevo duro. Rodaja de piña.