Diferencias entre estrés y ansiedad
En la actualidad, casi todo cuanto nos rodea, trabajo, familia, circunstancias personales, etc., nos puede generar grandes dosis de tensión, malestar e inquietud que muchos atribuyen a sufrir de estrés y ansiedad. Pero ¿es lo mismo el estrés que la ansiedad?
- Origen
- Desencadenantes
- Emociones
- Duración de los síntomas del estrés y ansiedad
- Espacio temporal
- Intensidad de los síntomas de estrés y ansiedad
- Influencia mutua
- Gravedad
- Diferencias en el tratamiento del estrés y ansiedad
Diferencias entre estrés y ansiedad
Origen
El origen del estrés es claramente identificable. Ante una determinada situación, la persona siente que no tiene los recursos necesarios para hacerle frente, se siente superada, y se desencadenan las respuestas de estrés. En cambio, el origen de la ansiedad es mucho más difuso, pues la persona se siente amenazada o experimenta miedo, pero no es necesario que sepa de donde provienen esas emociones, no tiene por qué identificar el origen de su malestar.
Desencadenantes
Los factores que desencadenan el estrés son externos, las circunstancias sobrepasan a la persona. Por el contrario, los factores que desencadenan la ansiedad son internos, pensamientos catastróficos que vaticinan lo peor, preocupación y anticipación de eventos improbables, angustia y miedo. Es decir, en la ansiedad, todos los aspectos de nuestra vida pueden ir muy bien, pero nuestro mundo interno nos impide sentirnos en consonancia.
Emociones
En el estrés, la emoción predominante es la preocupación en torno al estímulo que ha contribuido al desbordamiento de la persona, por ejemplo, preocupación por los exámenes, y esto desencadena conducta de irritabilidad, sentimientos de tristeza, nerviosismo y sensaciones de frustración. En la ansiedad, la emoción predominante es el miedo a que algo malo pueda suceder, lo cual conduce a la persona a estar constantemente anticipando posibles situaciones catastróficas o negativas que se puedan desarrollar.
Duración de los síntomas del estrés y ansiedad
El estrés finaliza cuando la situación estresante desaparece o se ha superado. Para seguir con el mismo ejemplo, el estrés frente a la época de exámenes finaliza al terminar el último examen. En este caso, la persona vuelve su estado fisiológico y psicológico anterior a las pruebas. En cambio, la duración en la ansiedad tiende a perpetuarse en el tiempo porque está asociada a una construcción interna propia, y a pensamientos irracionales en torno a una idea. Que el miedo disminuya dependerá de la reconstrucción de la realidad que la persona ejecute. En el ejemplo anterior, la persona al acabar el período de exámenes se irá pensando que lo podría haber hecho mucho mejor, en cuáles serán sus notas, se cuestionará cómo va a afrontar la próxima tanda de exámenes, etc., manteniendo así elevados los niveles de ansiedad.
Espacio temporal
El estrés se atasca en el presente. Cuando la persona está estresada el tiempo pasa muy lento, se le hacen interminables las horas, y piensa que no va a encontrar alternativas para superar la situación. La ansiedad se sitúa en el futuro, en la anticipación característica del pensamiento catastrófico.
Intensidad de los síntomas de estrés y ansiedad
En el estrés, la intensidad de los síntomas va acorde a la importancia de la situación. En cambio, en la ansiedad, la intensidad es completamente irracional, ya que está relacionada con factores subjetivos que a otras personas no les provocarían nada.
Influencia mutua
El estrés produce ansiedad, pero el individuo que padece ansiedad no necesariamente padece estrés. La ansiedad es considerada una manifestación del estrés.
Gravedad
Aunque tanto el estrés como la ansiedad son dos respuestas adaptativas, normales y saludables, cuando éstas se presentan en exceso pueden causar grandes problemas de salud. No obstante, la gravedad de la ansiedad es mayor debido a que puede causar trastornos psicológicos como: ansiedad generalizada, ataques de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo, fobias, hipocondrías, etc. En cambio, la severidad del estrés no es tan intensa, pero el exceso puede causar o agravar determinadas enfermedades orgánicas.
Diferencias en el tratamiento del estrés y ansiedad
Por todos estos motivos es fácil concluir que estrés y ansiedad necesitan tratamientos muy diferentes.
En el caso del estrés, normalmente es suficiente con lidiar con el factor estresante que lo causa: la situación laboral, el periodo de exámenes, una relación de pareja difícil, etc., mediante el desarrollo de estrategias para hacerles frente, compensar ese estrés con actividades que nos ayuden a relajarnos, como irnos de vacaciones, hacer yoga…, o bien aprender a convertir el estrés en una sensación motivante, lo que se conoce como estrés o estrés positivo.
La ansiedad, en cambio, es una patología mental más grave y normalmente más persistente que requiere de terapia, y en muchas ocasiones también medicación. Eso no quiere decir que las personas que padecen ansiedad no puedan beneficiarse de actividades relajantes, hacer ejercicio físico o reducir el consumo de sustancias estimulantes como la cafeína.
Estrés | Ansiedad | |
---|---|---|
Origen | Identificables | Dudoso |
Desencadenantes | Externas | Internas |
Emociones | Preocupación | Miedo |
Duración de los síntomas | Acaba cuando desaparece la situación estresante |
Se alarga indefinidamente en el tiempo |
Espacio temporal | Presente | Futuro |
Intensidad | Acorde a la importancia de la situación | Irracional |
Influencia mutua | Produce ansiedad | No tiene por qué haber estrés |
Gravedad | Menor | Mayor |
Tratamiento | Estrategias de gestión del estrés |
Terapia psicológica y/o fármacos |