Fimosis en adultos, tratamientos sin cirugía
La fimosis es una situación muy frecuente en niños varones. Sin embargo, también puede aparecer en la edad adulta. Existe la posibilidad de tratar la fimosis en adultos sin cirugía, si se coge a tiempo.
Qué es la fimosis
La fimosis es un estrechamiento de la abertura del prepucio (la piel que recubre el glande del pene). La mayoría de los niños nacen con fimosis. El glande y el prepucio aparecen pegados por un tejido fibroso fino y presentan las llamadas adherencias balano-prepuciales. Esto es absolutamente normal y no se aconseja ni se recomienda retraer el prepucio en los lactantes, ya que solo causa molestias y posibles infecciones al bebé.
A medida que el niño crece, las adherencias van desapareciendo espontáneamente. Alrededor de los cuatro años, el 80% de los varones puede retraer el prepucio sin dificultad. Los que aún no lo han conseguido totalmente lo harán en los siguientes años. A los 16 años solo un 1% que no lo puede hacer. Es un problema del aparato genital que no afecta a la fertilidad masculina.
Causas de la fimosis en adultos
No obstante, la fimosis también se puede padecer en la edad adulta. La fimosis en adultos puede ser el resultado de varias causas:
-
Fimosis congénita: algunos hombres nacen con un prepucio estrecho que no se resuelve con la edad.
-
Cicatrización: lesiones o laceraciones del prepucio pueden cicatrizar y provocar un estrechamiento.
-
Infecciones: infecciones repetidas, como la balanitis (inflamación del glande) o la postitis (inflamación del prepucio), pueden llevar a la fimosis.
-
Enfermedades de la piel: trastornos cutáneos como el liquen escleroso pueden causar cambios en el tejido del prepucio, ocasionando estrechamiento y rigidez.
-
Higiene deficiente: la acumulación de esmegma y bacterias bajo un prepucio que no se retrae adecuadamente puede llevar a infecciones y fimosis en adultos.
-
Actividad sexual: la actividad sexual vigorosa o el trauma pueden causar pequeñas lesiones en el prepucio, que al cicatrizar pueden estrechar el tejido.
-
Procedimientos médicos: la manipulación inadecuada del prepucio durante procedimientos médicos o una circuncisión parcial también pueden contribuir a la fimosis en adultos.
Es importante que los hombres con síntomas de fimosis consulten a un urólogo, para determinar la causa subyacente y recibir el tratamiento adecuado.
Síntomas de la fimosis en adultos
La fimosis en adultos puede variar en gravedad. Por eso, es necesario estar atento a los síntomas y buscar tratamiento adecuado. Los más habituales son:
-
Dificultad para retraer el prepucio: problemas o incapacidad para descubrir el glande del pene, especialmente cuando está erecto.
-
Dolor o molestias: durante la erección o la actividad sexual, el estrechamiento del prepucio puede causar incomodidad o dolor.
-
Inflamación o enrojecimiento: signos visibles de inflamación como hinchazón o enrojecimiento alrededor del prepucio o del glande.
-
Secreciones o esmegma: acumulación anormal de esmegma, que puede causar mal olor o infecciones.
-
Problemas urinarios: dificultades para orinar, como un chorro urinario débil o intermitente.
-
Infecciones recurrentes: episodios frecuentes de infecciones del tracto urinario o de la piel del pene (balanitis).
Reconocer estos síntomas es indispensable para buscar una evaluación médica y tratamiento temprano, lo que puede prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida.
Tipos de fimosis en adultos
La fimosis puede manifestarse de diferentes maneras en los adultos. Su clasificación depende de la severidad y la causa subyacente. Estos son los tipos de fimosis en adultos que pueden experimentar los hombres:
-
Fimosis fisiológica: está presente desde el nacimiento, pero generalmente se resuelve espontáneamente en la infancia, la adolescencia o mediante tratamiento.
-
Fimosis patológica: surge debido a una enfermedad, infección o trauma y no se resuelve sin intervención, aunque no tiene que ser con cirugía necesariamente.
-
Tipo I: el prepucio puede retraerse, pero con dificultad, y puede haber un anillo fibroso apretado.
-
Tipo II: el prepucio se retrae parcialmente, pero no puede pasar sobre el glande.
-
Tipo III: solo se puede exponer una pequeña porción del glande.
-
Tipo IV: el prepucio no se puede retraer en absoluto, incluso en estado flácido.
-
-
Fimosis cicatricial: ocurre cuando hay tejido cicatricial que impide la retracción, a menudo resultado de infecciones o inflamaciones crónicas.
Cada tipo de fimosis en adultos requiere una evaluación detallada por parte de un profesional de la salud, para determinar el tratamiento más adecuado y evitar complicaciones futuras.
Tratamiento de la fimosis en adultos
Durante muchos años, se recomendó la retracción traumática del prepucio (el conocido tirón) que, además de resultar muy doloroso, contribuía a generar cicatrices que empeoraban la situación. Esta práctica es totalmente obsoleta y contraindicada.
El tratamiento de la fimosis en casos severos se realiza con cirugía. Sin embargo, existen opciones de tratamiento para la fimosis sin cirugía, que pueden dar excelentes resultados en adultos.
El tratamiento de la fimosis sin recurrir a la cirugía se centra en métodos conservadores que buscan aliviar los síntomas y facilitar la retracción del prepucio. Estas opciones incluyen:
-
Cremas y pomadas con esteroides: es una de las primeras líneas de tratamiento para la fimosis en adultos. Estas cremas se aplican directamente sobre el prepucio y ayudan a reducir la inflamación, aumentar la elasticidad de la piel y facilitar el estiramiento gradual del prepucio. El tratamiento suele durar de 4 a 8 semanas, con una alta tasa de éxito en casos leves a moderados. Dicho tratamiento debe realizarse siempre bajo la indicación y supervisión de un pediatra o cirujano pediátrico, que prescribirá la pomada más adecuada y la duración del tratamiento.
-
Ejercicios de estiramiento manual del prepucio: pueden ser efectivos para incrementar la flexibilidad del tejido y permitir una retracción más fácil. Estos ejercicios deben realizarse con cuidado para evitar desgarros o daños en el tejido. A menudo, se recomienda realizarlos después de un baño caliente, cuando la piel está más flexible.
-
Higiene y cuidados personales: mantener una buena higiene es fundamental para prevenir infecciones y reducir la inflamación.
En cualquier caso, antes de optar por tratamientos no quirúrgicos, es necesario considerar la severidad de la fimosis y cualquier condición subyacente que pueda estar contribuyendo al problema. Esto es algo que debe considerar el urólogo. Los tratamientos no quirúrgicos son más efectivos en casos de fimosis leve a moderada. Además, la paciencia y la constancia en el seguimiento del tratamiento son esenciales para lograr resultados positivos.
La circuncisión como tratamiento para la fimosis en adultos
La circuncisión es una intervención quirúrgica en la que se elimina total o parcialmente la piel del prepucio. Se realiza a partir de los 4 años (o con anterioridad) en el caso de que la fimosis de problemas: balanitis de repetición o micción dolorosa, aunque no serán tan graves como el cáncer de testículo.
No obstante, la valoración de la fimosis en adultos y tratamiento debe realizarla un cirujano. En algunas religiones o culturas, se realiza la circuncisión del niño nada más nacer. Los motivos van desde razones religiosas hasta motivos higiénicos y de salud. Por ejemplo, se ha argumentado que la circuncisión puede facilitar la higiene del pene y que puede reducir el riesgo de ciertas infecciones del tracto urinario en la infancia.
Cada vez más, los cirujanos pediátricos son más conservadores y operan menos. Ante un proceso en el que el 99% de los casos se resuelve sólo, lo más prudente es no hacer nada. Lo que sí se recomienda es tener unos hábitos de higiene diarios para evitar enfermedades de transmisión sexual, en los que se realice una ligera retracción sin forzar ni causar heridas ya que estas lesiones podrían cicatrizar y causar adherencias mucho más fuertes que las naturales.
Artículo publicado originalmente el 29 de abril del 2021 y actualizado el 29 de febrero del 2024
Preguntas más frecuentes sobre fimosis en adultos
¿Qué pasa si un adulto tiene fimosis?
Si un adulto tiene fimosis, puede enfrentar dificultades para retraer el prepucio, causando molestias, dolor durante las relaciones sexuales o al orinar, infecciones frecuentes y problemas de higiene.
¿Cuándo hay que operar de fimosis en adultos?
La cirugía de fimosis en adultos se recomienda cuando hay síntomas severos que no mejoran con tratamientos no quirúrgicos, como dificultad para orinar, infecciones recurrentes, dolor significativo o problemas durante las relaciones sexuales.
¿Cómo saber si tengo fimosis?
Si tienes dificultad para retraer completamente el prepucio sobre el glande, dolor al hacerlo, o si esto afecta tu higiene personal o actividad sexual, es posible que tengas fimosis.
¿Qué es lo que provoca la fimosis en adultos?
La fimosis en adultos puede ser causada por infecciones, malas prácticas de higiene, enfermedades de transmisión sexual, inflamación crónica, lesiones o cicatrices en el prepucio y condiciones dermatológicas como la balanitis xerótica obliterante.
Productos y servicios relacionados