Problemas de próstata más frecuentes
La próstata es una glándula que forma parte del aparato reproductor masculino. Se trata de un órgano de unos 20 gramos de peso ubicado debajo de la vejiga, detrás del pubis y por delante del recto. Consta de una parte exterior, llamada cápsula, y una central por cuyo interior transcurre la uretra. Podemos tener varios problemas de próstata.
- ¿Cuáles son los problemas de próstata más frecuentes?
- Prostatitis
- Hiperplasia benigna de próstata
- Cáncer de próstata
- Incontinencia urinaria de origen prostático
¿Cuáles son los problemas de próstata más frecuentes?
La próstata puede dar varios problemas, como infecciones, llamadas prostatitis, bien agudas o crónicas, un crecimiento de la zona central con el paso del tiempo, lo cual puede llegar a dar complicaciones urinarias al comprimir este tejido la uretra que le atraviesa, lo que se denomina hiperplasia benigna de próstata. Asimismo, la cápsula de la próstata es un tejido que puede degenerar a un cáncer de próstata. Por último, alteraciones de la próstata pueden causar una incontinencia urinaria. Movimientos como movember se preocupan de la salud prostática.
La secreción prostática está formada sobre todo por enzimas y nutrientes para los espermatozoides que vienen de los testículos. Su secreción representa el 20% del total de la composición no celular del esperma, aportando ácido cítrico, calcio, sodio, potasio, zinc, fosfolípidos, colesterol, carnitina, fosfatasa alcalina y varias enzimas encargadas de romper proteínas.
Prostatitis
La prostatitis aguda suele estar causada por una única bacteria, siendo la Escherichia coli la más habitual, aproximadamente el 80% de los casos, seguida en frecuencia por Staphylococcus saprophyticus, Proteus mirabilis y Klebsiella pneumoniae. Las prostatitis agudas se manifiestan con molestias al orinar, urgencia miccional, orinar pequeñas cantidades y con frecuencia, sensación de no haber vaciado completamente la vejiga, disminución de la fuerza del chorro y goteo, así como dolor a nivel del perineo y fiebre. En ocasiones, puede haber sangre en la orina o el esperma. Al realizar el tacto rectal, se suele palpar una próstata más grande, inflamada, caliente y muy dolorosa al tacto.
La prostatitis crónica consiste en una serie de prostatitis agudas sucesivas con periodos entre ellas en los que el paciente no presenta síntomas, que suelen ser más moderados. La prostatitis crónica abacteriana es aquella en la cual los cultivos de orina y secreciones prostáticas son negativos. Se cree que está causada por bacterias poco habituales como Ureaplasma urealyticum o Micoplasma hominis.
El diagnóstico de prostatitis se basa en la explicación de los síntomas por parte del paciente, la exploración y la analítica de orina. El tratamiento de las prostatitis agudas suele realizarse mediante antibióticos como el cotrimoxazol o las fluoroquinolonas, que deberá mantenerse durante tres o cuatro semanas. En las prostatitis crónicas el tratamiento antibiótico deberá mantenerse durante 6-8 semanas, realizando cultivos de orina de control posteriormente.
Hiperplasia benigna de próstata
La hiperplasia benigna de próstata (HBP) o adenoma prostático es la proliferación de las células de la parte central de la próstata que rodea la uretra, que se ve comprimida bajo la presión de dicha proliferación celular, lo cual dificulta la correcta salida de la orina. Entre el 80% y el 95% de los hombres mayores de 80 años padecen HBP en mayor o menor grado. La próstata empieza a aumentar de tamaño hacia la cuarta década de la vida y con los años este aumento se acelera.
Los pacientes con HBP explican dificultad para iniciar la micción, disminución de la fuerza del chorro de la orina, sensación de vaciado incompleto, goteo posmiccional, urgencia, aumento de la frecuencia urinaria con poca cantidad de orina en cada micción y en ocasiones puede darse una retención aguda de orina. Para el diagnóstico, es preciso una correcta exploración física y pruebas complementarias como valorar los niveles de PSA, una ecografía y un estudio urodinámico. El tratamiento de la HBP se basa en el uso de varios fármacos, como alfabloqueantes u hormonoterapia, recurriendo si es preciso a diversas técnicas quirúrgicas si no es suficiente con el tratamiento farmacológico.
Cáncer de próstata
El cáncer de próstata tiene una incidencia de 30 nuevos casos por cada 100.000 habitantes/año. Se trata del tumor más frecuente en hombres y es la tercera causa oncológica de muerte tras el cáncer de pulmón y el colorrectal. El 70% de los casos se diagnostica cuando el cáncer está todavía confinado en la próstata. Su origen es multifactorial, influyendo la edad, el tabaco, la obesidad, la dieta rica en grasas animales o los niveles elevados de testosterona.
El cáncer de próstata es un tumor que crece muy lentamente, con lo que puede no dar síntomas hasta un estado muy avanzado; de ahí la importancia de una buena detección precoz. De aparecer síntomas, estos pueden ser molestias al orinar, urgencia urinaria, orinar con frecuencia y pequeñas cantidades, necesidad de levantarse varias veces por la noche a orinar, goteo tras la micción, disminución de la fuerza y el calibre del chorro de la orina, o bien sangre en la orina o el esperma. Este tumor tiende a extenderse hacia las vesículas seminales y posteriormente la vejiga. Si da metástasis, suele ser en los huesos o con menor frecuencia en los pulmones, el hígado, las glándulas suprarrenales o el cerebro.
El diagnóstico del cáncer de próstata se basará en la exploración física sistemática y anual de pacientes a partir de los 45 años de edad. En caso de sospecha se deben determinar los niveles de PSA, realizar una ecografía prostática y, si es preciso, una biopsia de la próstata para estudiar sus células. Una vez establecido el diagnóstico, es preciso realizar un estudio de extensión mediante una tomografía axial computadorizada (TAC) y una gammagrafía ósea. El tratamiento será multidisciplinar, optando por una o varias aproximaciones terapéuticas, valorando la cirugía, la radioterapia, la braquiterapia, el bloqueo hormonal o la quimioterapia.
Incontinencia urinaria de origen prostático
La incontinencia urinaria de origen prostático es la que se denomina por rebosamiento. Se da cuando la salida de la orina está obstruida por una próstata grande, una neoplasia o por lesiones nerviosas que impiden que el músculo se contraiga con suficiente fuerza. La vejiga se llena, pero no puede vaciarse y la orina acaba saliendo por rebosamiento. De predominio nocturno, se tarda en orinar, el flujo de la orina tiene poca fuerza y hay goteo tras acabar la micción, sin tener la sensación de haber vaciado del todo. El diagnóstico se basará en las explicaciones del paciente, la exploración física prostática y las pruebas complementarias (PSA, ecografía) que se consideren pertinentes. El tratamiento debe ir dirigido a tratar la causa, especialmente si puede ser corregible, como en el caso de la HBP o el cáncer de próstata.
Ante cualquier síntoma urológico, independientemente de la posible causa y la edad, es esencial contactar con un urólogo para llegar a un diagnóstico y comenzar a solventar el problema cuanto antes.
Artículo de David Cañadas Busto
Licenciado en medicina
Especialista en Odontología – Médico consultor de Advance Medical (Teladoc Health).
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