Probióticos, ¿cómo funcionan?¿qué tipos hay?
¿Sabías que el uso de los probióticos se remonta a hace miles de años? Y es que, estos se consumen a través de la leche materna. Colin Hill define los probióticos como “microorganismos vivos que, al ser administrados en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud del huésped”. En 1965, este tipo de bacterias fueron bautizadas como pro (a favor de) y bios (vida).
¿Qué son los probióticos?
Los probióticos son microorganismos vivos que son beneficiosos para la salud humana si se toman en las cantidades adecuadas. Estos se pueden encontrar en alimentos, suplementos y medicamentos.
Para que un probiótico sea considerado como tal debe mantenerse vivo y ser seguro. Es decir, que no sea tóxico ni patógeno y que no presente efectos adversos. Cada cepa debe identificarse con una nomenclatura específica y contener el número adecuado de microorganismos viables para lograr el efecto beneficioso.
Un probiótico debe pasar por una serie de estudios que determinen si una cepa tiene un efecto probiótico y para qué tipo de huésped está destinado. Cada cepa tiene un beneficio y este debe ser demostrado con estudios controlados de eficiencia en seres humanos, si la cepa es para humanos, y comprobado en animales, si la cepa está destinada a los animales.
Se recomienda su uso cuando se tengan diarreas o estas estén creadas por estar consumiendo antibióticos. Deben tomarse media hora antes de la comida, si es en ayunas mejor, porque si se tiene el estómago vacío y no se está realizando la digestión es más fácil que los microorganismos lleguen al intestino.
Tipos de probióticos
Existen dos tipos de probióticos:
Probióticos de origen bacteriano
Las cepas más populares de origen bacteriano son las bifidobacterias y los lactobacilos. Las bifidobacterias se encuentran de manera natural dentro del tracto digestivo. En cambio, los lactobacilos son utilizados para la fermentación de los alimentos.
Los probióticos de origen bacteriano son utilizados principalmente para la regulación de los episodios diarreicos y se comercializan para evitar el estreñimiento, el síndrome de intestino irritable y para fortalecer el sistema inmunitario.
Levaduras
Estos son otros tipos de microorganismos pero no son de origen bacteriano. Un tipo de levadura y el único género probiótico no bacteriano comercializado en nuestro país es la saccharomyces boulardii. Este tipo de hongo alcanza temperaturas de 37º. Es por eso que la temperatura corporal, al ser inferior, es un ambiente favorable para ejercer sus funciones y ofrecernos beneficios a nuestra salud. Es resistente a los ácidos gástricos y a las sales biliares del tracto digestivo y, además, sobrevive a la acción de los antibióticos. Sus efectos son antimicrobianos, antitoxínicos y restauradores de la microbiota intestinal.
Existe mucha confusión entre probiótico y prebiótico. La diferencia reside en que el prebiótico es un alimento o ingrediente que se utiliza de manera selectiva por los propios microorganismos del huésped, dándole al alimento un beneficio digestivo. En cambio, el probiótico es el microorganismo vivo que, en una cantidad adecuada, ofrece beneficios en la salud del huésped.
Para que un alimento sea considerado prebiótico no debe ser hidrolizado en el tracto gastrointestinal, no debe absorberse en el intestino delgado, debe ser resistente a la acidez gástrica, debe ser fermentado por bacterias beneficiosas de la microbiota intestinal y debe tener capacidades para inducir efectos fisiológicos para la salud.
Además del probiótico y del prebiótico, encontramos los simbióticos. Estos son una combinación de ambos y, que en un mismo producto, puede tener beneficios mayores que los que se generan por separado.
¿Cómo funcionan los probióticos? Aplicaciones y beneficios
Los probióticos actúan en diferentes niveles. Lo hacen mediante un efecto metabólico al interactuar con la flora intestinal, actúan como acción en la mucosa intestinal, mejorando la función de la barrera y del sistema inmunológico, del sistema inmune y del sistema nervioso central, para evitar enfermedades inflamatorias intestinales o infecciones digestivas.
A partir de esto, se ha demostrado eficacia de los probióticos en:
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Cepas como la Saccharomyces boulardii, Lactobacillus casei y Lactobacillus rhamnosus: reducen la incidencia de la diarrea por rotavirus en niños y en la toma de antibióticos en adultos.
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Mejora sintomática en el síndrome del intestino irritable.
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La combinación de las cepas de Bifidobacterium infantis bifidum y Lactobacillus acidophilus reducen la frecuencia y severidad de la enterocolitis necrotizante en prematuros.
Tomando la dosis adecuada de probióticos, estos son muy útiles para el sistema gastrointestinal. Entre los beneficios que se encuentran, destacamos:
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Ayudan a regenerar la flora intestinal.
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Inducen la respuesta de tolerancia a los antígenos alimenticios.
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Modula los perfiles de las citoquinas.
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Son buenos cuando tenemos que tomar antibióticos, ya que estos desequilibran la microbiota intestinal. Así, con los probióticos se previene la aparición de diarrea.
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Ayuda a digerir los alimentos.
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Estimula la producción epitelial de mucina.
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Modula la función de barrera intestinal.
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Altera el pH local y crea un ambiente local desfavorable para los patógenos y modifica las toxinas derivadas de los patógenos.
Además de tomar medicamentos y suplementos, los probióticos se pueden incluir de manera natural en tu dieta a partir de algunos alimentos. Algunos alimentos que puedes incluir en tu dieta que tienen probióticos como son el kéfir, producto fermentado con levadura y bacterias; leche fermentada que normalmente incluye Lactobacillus; la kombucha que es una bebida fermentada a partir de té negro; el chucrut que es una preparación a base la fermentación de repollo o col y también productos realizados a base de soja, kimchi, natto, tempeh o legumbres.
En conclusión, los prebióticos se consideran seguros y pueden ofrecer muchos beneficios siempre que se tomen con precaución. Cualquier persona sana puede tomarlos ya que ayudan a reforzar el sistema inmunitario, sirven para los problemas gastrointestinales, las alergias y para diversas patologías de las mujer como la cistitis, mastitis o vulvovaginitis. Recuerda, antes de tomar cualquier suplemento o medicamento probiótico consulta con un profesional de la salud.
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Preguntas frecuentes sobre probióticos
¿Qué pasa si tomo probióticos todos los días?
Los probióticos no tienen efectos secundarios, así que si se toma todos los días puede ser beneficioso para absorber de mejor manera los nutrientes de los alimentos e impide que los tóxicos pasen al organismo.
¿Cuál es el mejor probiótico natural?
El yogur es el mejor de los probióticos naturales, este se produce a partir de leche fermentada por bacterias lácticas y bifidobacterias.
¿Qué personas no deben tomar probióticos?
Las personas que no deben tomar probióticos son aquellas que alguna vez han tenido una reacción alérgica y personas con un sistema inmunológico débil, como personas con cáncer o personas con riesgo de infección.
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