Volver a la rutina después de la vacaciones

A todos nos cuesta volver a la rutina y al trabajo al terminar las vacaciones. Es más está comprobado que necesitamos un tiempo de adaptación que puede durar unas dos semanas. Si la vuelta se vuelve muy brusca y te notas deprimido es cuando aparece el famoso “síndrome postvacacional” que sus síntomas más comunes son el perder la productividad en el trabajo, irritarte con facilidad, estar desanimado y apático…
Para que no pase nada de esto piensa que finalizar las vacaciones no significa empezar una condena, es más recuerda que el día tiene 24 horas y solo estas trabajando 8 de ellas; con el resto del tiempo puedes hacer lo que quieras. Lo más importante para volver a la rutina es tener una actitud positiva así todo es mucho más fácil. Y piensa que al volver de las vacaciones vas a reencontrarte con tus amigos y compañeros de trabajo, seguro que te sube el ánimo.
¿Cómo volver a la rutina de manera más fácil?
Un punto muy importante es desconectar al 100% del trabajo cuando estas de vacaciones, ni un vistazo al mail, ni llamadas, ni nada. Si desconectas del todo llegarás a la oficina totalmente fresco y con más fuerza, sin el estrés acumulado de haber hecho algo de trabajo estando de vacaciones.
Punto número dos. No te incorpores al trabajo al día siguiente de regresar de tu viaje. Todos necesitamos un tiempo para readaptarnos, si volvemos a la oficina al día siguiente no harás más que pensar en todo lo que has vivido sin tener tiempo de casi asimilarlo.
Lo más importante que debes saber para volver a la rutina es tener un actitud positiva de esta forma superaras con rapidez y fácilmente el síndrome postvacacional. Céntrate en los momentos más agradables de la rutina diaria y olvida los pensamientos que causen frustración. Además hay que guardar tiempo para uno mismo, ya sean 5 minutos o una hora, para ocio personal o para ajustarte al nuevo ritmo de la rutina post-veraniega.
Ni se te ocurra empezar a pensar en tus vacaciones del año que viene y el tiempo que queda para que lleguen. Céntrate en lo que harás el próximo fin de semana, así te marcarás una meta a corto plazo y estarás más motivado. De lo contrario puede crearte una incomodidad.
Una vez estés en el trabajo organízate y marca tus objetivos del día para ir recuperando el ritmo de trabajo que tenías antes. No te desesperes ni te estreses si al principio te cuesta acostumbrarte.
Y por último lo más importante de todo: lleva una vida sana para no sentirte cansado. Hay que comer de forma equilibrada, dormir bien y practicar un poco de deporte que ayuda a combatir el estrés. Por muy cansado que estés del trabajo ¡no te encierres en casa al finalizar tu jornada laboral!, sal a tomar algo con tus amigos, pasea o apúntate a hacer alguna actividad que te motive. Así seguro que acabarás el día con una sonrisa y el trabajo no tendrá la culpa de que te hayas quedado en casa sin hacer nada.