Cuidados de la zona íntima y flora vaginal
Bajo el efecto de las hormonas como estrógenos, progesterona y FSH el ecosistema de la vagina se modifica de forma que se producen cambios cíclicos y el pH varía significativamente durante la vida. Todas las bacterias de la flora vaginal tienen que estar en equilibrio. Los lactobacilos son los más importantes para asegurar este equilibrio. Si se cuida de la flora, se cuida también de la salud de la vagina y se evitan infecciones vaginales. Por eso, en los últimos tiempos, se les está dando cada vez más importancia a los probióticos y a los prebióticos.
La vagina es un conducto fribromuscular elástico, que forma parte de los genitales internos de la mujer, y se extiende desde la vulva hasta el útero. Entre sus funciones está la de permitir las relaciones sexuales y el parto y, además, canalizar el flujo menstrual. Está formada por varias capas, siendo la más externa la capa mucosa, formada por unos pliegues llamados arrugas vaginales. A su vez la capa mucosa tiene otras dos capas, el epitelio y la lámina propia.
En el epitelio vaginal, se encuentran las células eosinofilas que se encargan de procesar el glucógeno para que luego la flora bacteriana normal de la vagina (bacilos de Doderlein) lo transformen en ácido láctico y así la vagina tenga un pH acido durante la primera fase del ciclo menstrual. En la segunda fase del ciclo, predominan las células basófilos junto con los leucocitos. En este momento, la flora también se modifica y el pH aumenta. Esos leucocitos son los que forman la primera barrera de defensa de la vagina frente a las infecciones.
Probióticos, prebióticos y flora vaginal
Veamos el papel de los probióticos y a los prebióticos en el cuidado de flora vaginal:
- El lactobacillus plantarum es un probiótico muy adecuado para restaurar la flora vaginal. Y ¿cuándo se altera la flora? Puede ocurrir con los cambios hormonales, el uso de jabones muy irritantes, las infecciones… Además, este lactobacilo tiene la capacidad de crear una barrera protectora que ayuda a prevenir la recurrencia de las infecciones vaginales. Por tanto, podríamos decir que los lactobacilos ayudan a mantener la salud de la vagina. La forma de incorporar estos lactobacilos es bien por vía oral en forma de comprimidos o bien vía vaginal, que será la forma en que actúen más rápido.
- Por otra parte, existen los prebióticos. El más conocido de los cuales es la fibra. Estos lo que hacen es restablecer la flora intestinal, pero también de forma indirecta pueden reforzar la microbiota de la vagina.
Prevención de infecciones vaginales
Por todos estos motivos, es importante la prevención y el tratamiento de las infecciones vaginales. Si se producen y no se restaura la flora vaginal habitual haciendo que el pH sea el adecuado en cada momento, no sólo no desparecerán las infecciones, sino que se cronificarán y se acantonarán, haciendo cada vez la vagina más vulnerable a los cambios.
Para ello debemos seguir estos consejos:
- Después de orinar, limpiar los genitales de delante hacia atrás.
- No utilizar jabones fuertes que alteren el pH
- Usar siempre ropa interior de algodón, evitando tejidos sintéticos
- Evitar la ropa extremadamente ajustada
- No realizar duchas vaginales e intentar que la vagina no tenga humedad
- No usar guantes ni esponjas
- Cambio frecuente de tampones y compresas Se deben utilizar entre 4 y 6 horas como mucho.
Consideramos que la salud de la mujer es muy importante. Por ello, contamos en el blog con numerosos artículos relativos a este tema. Los últimos que se han publicado son los siguientes: