Pruebas de embarazo ¿cuándo tengo que hacérmelas?

Una vez que la prueba de embarazo nos ha dado positivo la prioridad tanto de los padres como de los médicos es que el feto y la madre lleguen al momento del parto en perfectas condiciones. Para ello, es necesario ir sometiéndose a las pruebas de embarazo necesarias según la semana de gestación en la que se encuentre.
Durante todo ese periodo en el que la mujer está embarazada, deberá tomar todas las precauciones para evitar cualquier complicación. Para ello es preciso pasar una serie de pruebas médicas. Al menos será necesario la realización de una ecografía cada trimestre para tener la certeza de que no existe ningún motivo para la preocupación.
A continuación te exponemos las pruebas médicas a las que debe exponerse una embarazada en cada trimestre y dependiendo de la semana de embarazo.
Pruebas en el primer trimestre
Cuando estamos entre la semana 8 de embarazo y la semana 10 de embarazo, es cuando suele realizarse la primera consulta donde el facultativo preguntará a la mujer embarazada lo necesario para elaborar una historia clínica completa de la gestante para conocer los aspectos más importantes de su salud, alergias, hábitos poco saludables como la ingesta de alcohol o fumar, enfermedades y por supuesto si es su primera gestación o ya ha tenido embarazos anteriores.
Con la primera ecografía, realizada antes de la semana 12 de embarazo, nos permite conocer el tamaño del feto, si es un embarazo único o múltiple, la edad gestacional concreta y asegurarse de evitar complicaciones prematuras como puede ser el aborto espontáneo.
Además de la primera ecografía, se realizarán también análisis de orina y sangre en los que se comprobará el funcionamiento tiroideo y la presencia de alguna enfermedad infecciosa como la hepatitis B, la sífilis, la toxoplasmosis o el VIH.
Un miedo recurrente entre las embarazadas durante este primer trimestre son las posibles alteraciones cromosómicas en el feto. A finales de este trimestre se aconseja a todas las embarazadas que se realicen una ecografía del pliegue nucal. Con esta prueba, se puede detectar entre otros, el síndrome de Down.
Con los resultados obtenidos se realiza otra prueba, Triple Screening, con la que se asegura la no presencia de anomalías cromosomáticas relacionadas con la trisomía 21 (síndrome de Down), trisomía 18 (síndrome de Edwards) y trisomía 13 (síndrome de Patau). Esta prueba es muy sencilla, se realiza a través de una muestra de sangre de la madre.
Con los resultados de las pruebas expuestas más los restantes relacionados con la edad, raza, peso de la madre dependerán si se le aconseja la realización de una amniocentesis para confirmar el diagnóstico.
Esta prueba resulta muy invasiva ya que se trata de extraer una pequeña cantidad de líquido amniótico para analizar. Existen posibles complicaciones derivadas de ella.
Pruebas en el segundo trimestre
Llegados a este momento la futura madre ha pasado en la mayoría de los casos todas las molestias de las primeras semanas, nauseas, vómitos… Este periodo se relaciona con el más dulce del embarazo puesto que los papas son capaces de notar los primeros movimientos del bebe y se comienza a establecer el vínculo padres bebé.
Durante este trimestre las pruebas más reseñables son la de la tolerancia a la glucosa (Test de O´Sullivan) por la que se conocerá como el organismo absorbe esa sustancia. Si en la primera se obtienen resultados alterados, habrá que realizar una más completa.
Cuando llegamos a la semana 20 de embarazo, se realizará una de las ecografías que los padres esperan con mayor ansiedad, la ecografía en la que se estudian los órganos fetales y las extremidades descartando la posibilidad de malformaciones y en muchos casos es el momento en el que si los padres quieren, saber el género del bebé.
Pruebas en el tercer trimestre
Cada vez más cerca del momento del parto, la gestante debido al volumen del vientre, tiene problemas para descansar. En este último trimestre, se realizan controles habituales de bioquímica y hematología, serología de hepatitis y toxoplasmosis y analítica de coagulación.
Cuando alcanzamos la semana 34 de embarazo se realiza la ecografía denominada como de nacimiento en la que se comprueba la posición del feto, si el crecimiento es normal y se hace un estudio del líquido amniótico y la placenta.
Llegada la semana 36 de embarazo, se realiza un cultivo vaginal para comprobar si existe la presencia del estreptococo agalactiae que puede producir una infección en el bebé.
En la semana 40 de embarazo se hacen los denominados monitores, que sirven para controlar la frecuencia cardíaca fetal y las contracciones uterinas mediante correas sujetas alrededor de la tripa de la madre. En el caso de llegar a la semana 42 de embarazo, y este no se ha producido, se inducirá mediante medicación.
Esta recopilación de pruebas para el embarazo es orientativa y cada caso requerirá unas determinadas pruebas específicas dependiendo de las necesidades del feto y de la gestante.
Artículo revisado por Equipo médico DKV
Director médico de e-Salud y Comunicación
Los artículos elaborados por DKV Seguros han sido contrastados y aprobados por profesionales médicos de la compañía. Dr. Ferran L. Tognetta, Director médico de e-Salud y Comunicación, es el encargado de revisar la información médica que se publica en el blog Quiero Cuidarme DKV.
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