10 remedios caseros para la tos: termina con el dolor de garganta

Con la llegada de los cambios de temperatura, especialmente en invierno y primavera, llegan las dolencias de garganta. Aquí hacemos una lista de varios remedios caseros para la tos y el dolor de garganta.

1. Remedios caseros para la tos: descubre los más eficaces

2. ¿Qué medicina natural es buena para la tos?

3. ¿Qué hace el limón a la tos?

4. ¿Qué hacer para calmar la tos por la noche?

5. Consejos para evitar un resfriado y la tos 

6. ¿Cuándo consultar a un médico?

El dolor de garganta puede derivar de forma habitual en enfermedades como la gripe o el resfriado común, pero también puede simplemente ser el resultado de una irritación de garganta derivada de los cambios bruscos de temperatura. Descartada una posible enfermedad, entran en juego los remedios caseros para la tos y el dolor de garganta.

Estos remedios caseros para la tos hacen uso de las propiedades presentes en plantas y preparados naturales. Por ello, son perfectas para quienes sufren habitualmente de problemas en la garganta (incluyendo tos seca, irritación o afonía) pero no necesitan consumir ningún fármaco.

Remedios caseros para la tos: descubre los más eficaces

La tos es un reflejo innato producido por el sistema inmune del cuerpo humano para eliminar posibles materiales extraños infiltrados. Se trata de una de las quejas más comunes en adultos: solo en EEUU es responsable de aproximadamente 30 millones de visitas clínicas al año, aunque el 60% de ellas no se acabe derivando a ningún especialista. 

Existen muchas formas de calmar la tos, algunas de ellas usando remedios caseros naturales. Si quieres saber más sobre estos remedios naturales sigue leyendo y te damos todas las claves. 

¿Qué medicina natural es buena para la tos?

Existen diversas opciones de remedios caseros para la tos. Algunos de los más utilizados son los siguientes: 

1. Bicarbonato de sodio y limón

Se trata de uno de los remedios más comunes contra la tos pues se respalda en el poder antibiótico y antibacteriano de ambos componentes. 

Para ingerirlo, se recomienda disolver una cucharada pequeña de bicarbonato de sodio en un vaso de agua con el zumo de medio limón, tomando uno o dos vasos al día de esta mezcla. Además, aprovecharás el resto de las excelentes propiedades del limón, como el refuerzo al sistema inmunológico y sus propiedades antioxidantes.

2. Cebolla y miel, remedio para la afonía

La miel alivia el dolor de garganta de forma instantánea, y posee propiedades antibacterianas y antimicrobianas, además de potenciar el sistema inmunológico y frenar los radicales libres. Por su parte, la cebolla tiene cualidades expectorantes. Con este preparado, además de eliminar la tos al instante, es posible frenar el crecimiento de gérmenes en la garganta.

Para tomar este remedio, debes preparar un jarabe casero: corta la cebolla en trozos grandes y hiérvelos durante 15 minutos. Deja reposar 5 minutos y añade la miel (también puedes incluir zumo de limón). 

3. Piña y miel

A las excelente propiedades de la miel descritas anteriormente se suman los beneficios de incluir la piña. Esta fruta supone un importante aporte vitamínico, incluyendo las vitaminas A, E y C, esta última es un antioxidante potente para combatir los radicales libres, además de reforzar el sistema inmune, esencial en caso de que la tos provenga de la incubación de una enfermedad. 

La piña cuenta además con un importante contenido en minerales (zinc, hierro, magnesio, potasio, calcio…) junto con la enzima bromelina (potente antiinflamatorio y antiviral) y antioxidantes. Entre los remedios caseros para la tos más dulces, este jarabe es muy sencillo de preparar: pasa los trozos de piña por una licuadora y añade miel.

4. Manzanilla

La manzanilla cuenta con propiedades antisépticas y antiinflamatorias que actúan directamente sobre la irritación de garganta, lubricándola, y es uno de los principales remedios caseros para la tos. 

Además, esta planta cuenta con un alto contenido en antioxidantes, lo que potencia la reparación de los tejidos dañados en la garganta. Para aprovechar todas sus propiedades, tómala antes de dormir: notarás su efecto relajante a la par que pones freno a la tos.

5. Propóleo

El propóleo es una sustancia viscosa fabricada por las abejas a partir de la resina de las yemas de los álamos y las coníferas. Su uso medicinal está documentado en las civilizaciones más antiguas, como la egipcia, y cuenta con más de 40 principios activos y 200 elementos medicinales. Entre sus propiedades para el dolor de garganta y frenar la tos destaca su poder antibiótico natural, su refuerzo al sistema inmune y su acción antiséptica y bactericida. 

Existen varias opciones para tomar propóleo: desde comprimidos a aceites y sprays, además de miel enriquecida con propóleo o ampollas para diluir en agua y después hacer gárgaras.

6. Jengibre

El jengibre es un antiinflamatorio natural que, por su capacidad de eliminar el dolor de garganta y otras dolencias, ha sido utilizado en diversas culturas a lo largo de la historia. Para tomarlo, prepara una infusión con la raíz de este tubérculo y, si lo deseas, añade también miel y jugo de limón.

7. Salvia

La salvia es uno de los remedios caseros más eficaces contra la tos y la afonía. Esta planta cuenta con una gran cantidad de mucílagos, una fibra soluble que ayuda a suavizar la garganta. Además, una infusión de salvia supone un potente reparador de mucosas, de modo que facilita el calmado de la tos seca y el dolor de garganta.

8. Regaliz

Conocido como uno de los mejores remedios naturales para la afonía, se trata de una planta con potentes propiedades antiinflamatorias y expectorantes. En pastillas para chupar o en infusión, esta planta contribuye a abrir las vías respiratorias y reducir así la incidencia de la irritación en la garganta.

9. Miel y limón 

Probablemente, este es uno de los remedios caseros más populares y tradicionales. Preparar una mezcla de estos ingredientes en infusión permite minimizar problemas como la irritación, la afonía o el dolor de garganta. El limón (potente antibiótico natural y con propiedades antibacterianas) y la miel (hidratante y con propiedades antiinflamatorias) combinan así sus fantásticas propiedades para calmar el dolor de garganta y rebajar su irritación.

10. Gárgaras con agua y sal 

Hacer gárgaras con agua y sal es una de las formas más sencillas y tradicionales para calmar la tos. Para ello, debemos disolver sal en agua caliente y, cuando esté templada, hacemos gárgaras con esta agua con sal durante unos minutos. Después escupimos el agua. Gracias al efecto osmótico de la sal, estas gárgaras nos ayudan a desinflamar la garganta y toda la zona afectada por la infección. 

¿Qué hace el limón a la tos?

El limón se ha utilizado tradicionalmente como un remedio casero para aliviar la tos y los síntomas del resfriado. Aunque no hay evidencia científica sólida que respalde su eficacia, el limón puede proporcionar ciertos beneficios para aliviar los síntomas de la tos de forma natural. Estas son algunas de las posibles formas en que el limón podría ayudar:

• Alivio de la irritación: el jugo de limón puede ayudar a calmar la garganta irritada debido a sus propiedades astringentes y su alto contenido de vitamina C. El limón puede ayudar a reducir la inflamación y proporcionar un alivio temporal de la picazón y la irritación en la garganta.

• Hidratación: mantenerse bien hidratado es importante cuando se tiene tos. Agregar jugo de limón a agua tibia o té puede ayudar a mantener la hidratación y aliviar la sequedad de la garganta.

• Estimulación del sistema inmunológico: el limón es rico en vitamina C, un nutriente que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Un sistema inmunológico saludable puede ayudar a combatir los virus y bacterias responsables de la tos y el resfriado.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que el limón por sí solo no es un tratamiento para la tos. Si tienes tos persistente o grave, es recomendable consultar a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y un tratamiento apropiado.

¿Qué hacer para calmar la tos por la noche?

La tos nocturna puede ser especialmente molesta y dificultar el descanso adecuado. Aquí tienes algunas sugerencias para calmar la tos durante la noche:

• Humidificación del ambiente: utiliza un humidificador o un vaporizador para agregar humedad al aire de tu habitación. El aire seco puede irritar la garganta y empeorar la tos. Asegúrate de limpiar regularmente tu humidificador para evitar la proliferación de bacterias y hongos.

• Elevar la cabeza: utiliza almohadas adicionales o eleva la cabecera de la cama para mantener la cabeza en una posición ligeramente elevada. Esto puede ayudar a reducir la acumulación de mucosidad en la garganta y disminuir la tos.

• Beber líquidos tibios: beber líquidos tibios, como agua o té de hierbas, puede proporcionar alivio temporal a la garganta irritada y ayudar a calmar la tos. Evita las bebidas frías o con cafeína, ya que pueden empeorar la irritación.

• Gárgaras con agua salada: realiza gárgaras con agua tibia y sal para aliviar la irritación y reducir la inflamación en la garganta. Mezcla media cucharadita de sal en un vaso de agua tibia y realiza las gárgaras durante unos 30 segundos antes de escupir el agua.

• Miel: consumir una cucharada de miel antes de acostarte puede ayudar a aliviar la tos. La miel tiene propiedades suavizantes y puede calmar la garganta irritada. Sin embargo, no se recomienda dar miel a niños menores de 1 año debido al riesgo de botulismo.

• Evitar irritantes: evita el humo del tabaco, los productos químicos fuertes y otros irritantes ambientales que puedan empeorar la tos.

• Medicamentos de venta libre: si la tos persiste y te dificulta el sueño, puedes considerar tomar un medicamento de venta libre para la tos que contenga ingredientes como la dextrometorfano o el guaifenesina.

Consejos para evitar un resfriado y la tos

La mejor manera de evitar tener que hacer uso de los remedios caseros para la tos es evitar llegar a tener que necesitarlos. Algunos consejos que nos pueden ayudar a conseguirlo son los siguientes: 

• Lávate las manos: lávate las manos con frecuencia utilizando agua y jabón durante al menos 20 segundos. Esto ayuda a eliminar los gérmenes que puedes haber recogido de superficies contaminadas. Además, si después aplicas gel desinfectante, esto ayudará más todavía a evitar un resfriado. 

• Evita el contacto cercano: evita el contacto cercano con personas que estén resfriadas o que tengan tos. Los resfriados y la tos son enfermedades contagiosas, y estar cerca de personas infectadas aumenta el riesgo de contraerlos.

• Cubre tu boca y nariz: cuando tosas o estornudes, cúbrete la boca y la nariz con un pañuelo desechable o con la parte interna del codo. Esto ayuda a evitar la propagación de los gérmenes.

• Evita tocarte la cara: los gérmenes pueden ingresar a tu cuerpo a través de los ojos, la nariz y la boca. Evita tocarte la cara con las manos sin lavar, ya que esto puede facilitar la entrada de gérmenes.

• Mantén una buena higiene respiratoria: si tienes tos o estornudos, usa pañuelos desechables y deséchalos correctamente. Si no tienes un pañuelo a mano, tose o estornuda en la parte interna del codo, en lugar de hacerlo en tus manos.

• Fortalece tu sistema inmunológico: mantener un estilo de vida saludable puede fortalecer tu sistema inmunológico y ayudarte a evitar resfriados y la tos. Come una dieta equilibrada, duerme lo suficiente, haz ejercicio regularmente y reduce el estrés.

• Evita el contacto con superficies contaminadas: los virus del resfriado y la tos pueden sobrevivir en superficies durante varias horas. Evita tocar superficies comunes en lugares públicos y, si lo haces, lávate las manos con frecuencia o utiliza desinfectante de manos a base de alcohol.

• Mantén una buena ventilación: asegúrate de que haya una buena circulación de aire en tu entorno, ya sea en tu hogar o en tu lugar de trabajo. Abrir las ventanas puede ayudar a mejorar la ventilación y reducir la concentración de virus en el aire.

¿Cuándo consultar a un médico?

Lo más habitual debería ser que con estos remedios caseros para la tos empezásemos a mejorar a los pocos días de tomarlos. Sin embargo, si pasan más de 48 horas y no hemos notado ninguna mejoría, lo más recomendable será acudir al médico para que pueda hacernos una revisión in situ y valorar el tratamiento más adecuado en cada caso. 

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Articulo redactado el 21 de junio del 2021 y actualizado el 23 de julio del 2023