Asperger, ¿cómo tratarlo y cómo ayudar?

El síndrome de Asperger está ahora incluido dentro de los trastornos del espectro autista. Se estima que afecta aproximadamente a 7 de cada 1.000 niños, pero cuando se trata de cuantificar a cuántos adultos afecta, es más complicado.
Los adultos con síndrome de Asperger tienen diferente sintomatología que los niños. Por eso, a veces por desconocimiento del síndrome, tardan más en ser diagnosticados. Aunque no hay datos aproximados de cuántos adultos están diagnosticados con síndrome de Asperger, si se sabe que queda un porcentaje significativo sin diagnosticar.
¿Qué es el síndrome de Asperger?
El síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo que forma parte de los trastornos del espectro autista (TEA). Podríamos definirlo como un síndrome autista pero sin la discapacidad intelectual ni las dificultades cognitivas del lenguaje. Al contrario que en el autismo, la persona con asperger tiene un lenguaje fluido y una capacidad intelectual media o incluso más alta que la mayoría de personas.
Los síntomas que están asociados al síndrome de Asperger son síntomas que dificultan que las personas que lo sufren tengan una vida social normalizada, ya que tienen problemas para relacionarse y para comunicarse.
Diferencias entre la sintomatología entre niños y adultos
La sintomatología en los niños se caracteriza por:
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Preferir estar solos ya que no disfrutan de la compañía social. Es por eso que no juegan con niños de su edad y tienen pocas amistades.
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No tolerar la frustración.
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Cuando juegan se muestran muy competitivos, siempre quieren ganar.
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No entender el sentido figurado.
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Tener poca flexibilidad cognitiva, prefieren las actividades repetitivas y la rutina.
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Tener estereotipias, movimientos repetitivos, rítmicos y coordinados que realizan sin razón aparente, con las extremidades y cuerpo.
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En ocasiones, presentar reacciones emocionales desproporcionadas, como ira, tristeza, alegría etc.
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Tener intereses muy focalizados como: dinosaurios, trenes, mapas, ordenadores o algún campo científico.
La sintomatología en los adultos se caracteriza por:
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Tener dificultades para entender las necesidades de los demás, lo que dificulta mantener una relación de amistad y amorosa. Tienden a la soledad.
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Poca flexibilidad para adaptarse a conductas, se sienten incómodos cuando cambian las rutinas. Poca flexibilidad ante intereses y actividades.
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Limitada comprensión de las normas sociales y de las pautas no verbales.
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Autoestima pobre y escasa seguridad en sí mismo.
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Dificultad para incorporarse en el mundo laboral, para mantener un trabajo, poca autonomía e independencia. Tienden a ser incapaces de planificar su futuro o establecer metas realistas.
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Depresión y ansiedad.
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Dificultad para tomar decisiones, para trabajar en equipo y para comprender el mundo mental de los demás.
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Lenguaje correcto en semántica y morfosintaxis, pero pobre en el componente pragmático y discursivo.
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Igual que en los niños, dificultad en la comprensión del lenguaje no literal y el uso de las pautas de interacción social.
Tratamiento del síndrome de Asperger
Siempre es importante diagnosticar a tiempo y abordarlo cuanto antes.
El tratamiento tanto para niños como para adultos es un tratamiento individualizado. El mejor tratamiento para ambos es la terapia cognitivo conductual, para ayudar a entender y gestionar sus propias emociones y las de los demás, y así mejorar sus relaciones sociales. Dentro de esta terapia se ofrecen ayudas para fomentar la autonomía e independencia. En adultos, les proporcionarán herramientas para manejar la ansiedad, la ira y la frustración.
En niños, se añade tratamiento con fisioterapia para resolver problemas de motricidad y terapia ocupacional para fomentar el desarrollo de habilidades motoras.
En adultos, en ocasiones se utiliza el tratamiento farmacológico para tratar algunos síntomas asociados a este síndrome como la depresión, la ansiedad y la agresividad con ansiolíticos y antidepresivos.
¿Cómo puedes ayudar a una persona con síndrome de Asperger?
Cuando nos tenemos que relacionar con una persona con síndrome de Asperger, sea niño o adulto, debemos intentar cambiar nuestra forma de expresarnos y ser más comprensivos para que nos entienda mejor y la persona se sienta más cómoda.
Algunas cosas que podemos hacer para ayudar a una persona síndrome de Asperger es:
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Usar un lenguaje más sencillo. No usar el sentido figurado, metáforas o ambigüedades. Haz explícitos algunos conceptos que pueden resultar obvios para ti, pero para él no.
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Interesante por conocerlo, sus gustos, sus puntos fuertes y débiles y lo que realmente es importante para él.
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Sé comprensivo y empático con su experiencia y procura comprenderla.
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Mantener sus rutinas y si vamos a cambiar una actividad, prepararlos ante el cambio. No impongas tu manera de ver las cosas o pensar.
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Enseñarles a comprender las emociones y explicarles las que sientes en cada momento, para que puedan comprender cómo te sientes.
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Cuando hables con la persona no le ofrezcas muchas opciones a elegir, ya que tienen dificultad para tomar decisiones.
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Al darle instrucciones, dárselas de manera clara y simple. Si es un niño se pueden utilizar imágenes o dibujos.
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Intenta ponerte en el lugar de una persona que genuinamente no comprende los desafíos sociales ni sabe afrontarlos.
Recuerda que no hay que infantilizar a la persona que tenga síndrome de Asperger, ya sean niños o adultos. Muchas de las personas que tienen asperger tienen una capacidad intelectual superior a las personas normales, simplemente tienen más dificultades para entender algunos conceptos y para relacionarse con la gente. Pero como has visto, en tus manos está poder ayudarlos, mostrando un poco más de interés en la persona, siendo comprensivo, respetuoso e intentando ponerse en el lugar de los demás.
Referencias
Preguntas frecuentes sobre el asperger
¿Qué diferencia hay entre el asperger y el autismo?
Ambos pertenecen al mismo espectro pero tienen diferencias en algunos síntomas. El síndrome de Asperger suele identificarse en personas con altas capacidades cognitivas, vocabulario amplio, pero con problemas sociales y comportamientos repetitivos. Por el contrario, el autismo se identifica con retrasos en el habla y dificultades significativas, dificultades más marcadas en las relaciones sociales, en la autonomía y a menudo con necesidades de apoyo más significativas.
¿Cómo habla una persona con síndrome de Asperger?
Una persona con síndrome de Asperger tiene un vocabulario muy extenso y hablan mucho, a veces incluso usando un lenguaje pedante. Lo destacable cuando mantiene una conversación es el poco o nulo contacto visual con su interlocutor.
¿Cuáles son los rasgos físicos de una persona con asperger?
Los rasgos físicos de una persona con asperger no son distintivos.
¿Cómo tratar a una persona con asperger?
Trata a una persona con síndrome de Asperger con comprensión, paciencia y adaptando el entorno a él.
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