El colesterol bueno, colesterol HDL

31 Oct 2018
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4 minutos
Si quieres aprender a interpretar tú sólo los resultados de tus analíticas sanguíneas, te explicamos todo lo relacionado con el colesterol HDL, también llamado “colesterol bueno” o “colesterol protector”.

Sobre el colesterol bueno y malo…

El colesterol es una sustancia grasa presente en nuestro organismo de manera natural y es imprescindible para la formación de nuestras células. No obstante, a pesar de ser una sustancia muy útil, cuando se encuentra en concentraciones excesivas, el colesterol puede ser dañino, por acumulación en las paredes de los vasos sanguíneos.

Son ideales los niveles sanguíneos de colesterol total menores a 200 mg/dL.
 

 

Existen varios tipos diferentes de partículas que contienen colesterol en nuestro cuerpo, como por ejemplo las HDL, las LDL, las VLDL, las LDL… pero de todas ellas las más conocidas por el público en general, y las que habitualmente se solicitan en los análisis sanguíneos de rutina, son las HDL o “colesterol bueno” y las “LDL” o “colesterol malo”.

¿Qué es el colesterol HDL?

Las siglas HDL corresponden, en inglés, a High density lipoprotein (lipoproteínas de alta densidad) y hace referencia a unas partículas formadas por grasas (principalmente colesterol y fosfolípidos) y también proteínas, que circulan por el torrente sanguíneo. A este tipo de colesterol es al que conocemos como colesterol bueno.
 

¿Cuál es la función del colesterol HDL?

Esta lipoproteína tiene la función de transportar el colesterol desde los tejidos periféricos (todo el cuerpo) hasta el hígado, es decir, que se encarga de “recoger” el exceso de colesterol de las arterias y vasos sanguíneos que riegan todo el organismo, para llevarlo a su lugar de eliminación (hígado), en forma de sales biliares. También pueden transportar ese colesterol a las glándulas endocrinas para la síntesis de hormonas (por ejemplo, la tiroides).
 

Diferencia con el colesterol LDL/VLDL

La palabra LDL proviene del acrónimo, en inglés, Low density lipoprotein (lipoproteínas de baja densidad) y son unas partículas que al ir circulando por el torrente sanguineo van depositando el colesterol en la pared de las arterias, con lo que se forman las placas de ateroma (arteriosclerosis).
 

Las VLDL son las Very low density lipoprotein (lipoproteínas de muy baja densidad) y también se considera un tipo de colesterol “malo”, debido a que ayudan igualmente a que el colesterol se acumule en las paredes de las arterias.
 

Importancia del HDL

Numerosos estudios científicos realizados a lo largo de estos últimos años, tanto de hombres como de mujeres, han demostrado que cuanto más alto sea el HDL,es decir, el colesterol bueno,  menor será el riesgo de una persona de padecer arteriopatías (enfermedades de las arterias) o, lo que sería lo mismo, a mayor nivel de HDL, menor riesgo de sufrir infartos agudos de miocardio (“ataques al corazón”) o accidentes cerebrovasculares (“ictus”) , entre otras enfermedades de gravedad.
 

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RECUERDA…

"Los niveles deseados de colesterol HDL en sangre están entre los 40 y los 60 mg/dL (de 2.2 a 3.3 mmol/l)".

¿Cómo puedo aumentar mis niveles de colesterol HDL?

El nivel basal del colesterol bueno (HDL) de cada persona está influenciado por los factores genéticos heredados.  Además, existen diferencias entre sexos (niveles basales mayores en mujeres que en hombres hasta el momento de la menopausia, en que se reduce la diferencia), entre razas…
 

Para conseguir aumentar los niveles del colesterol HDL se deben seguir una serie de consejos:

  • Practicar ejercicio físico regularmente, a ser posible que sea de tipo aeróbico y que no sea extenuante.
  • Incluir en la dieta alimentos que contengan grasas saludables (monoinsaturadas) como, por ejemplo, el aguacate, los frutos secos (nueces, almendras, avellanas, cacahuetes…), el aceite de oliva, las semillas (lino, girasol, chía)/cereales (avena…) también ricos en fibra, los pescados grasos como el salmón y la sardina, que son muy ricos en omega-3, etc. Se debe limitar el consumo de grasa saturada (como la bollería industrial).
  • Mantener un peso corporal (Índice de Masa Corporal) adecuado: las personas obesas tienen menor cantidad de colesterol HDL que las que tienen un peso normal. Al perder peso aumenta el nivel de HDL.
  • Limitar el consumo de tabaco: el hábito de fumar disminuye el colesterol HDL.
  • Fármacos: las estatinas son unos medicamentos que, además de reducir de manera significativa, según la dosis, los niveles de LDL, también pueden aumentar los de HDL a través de un incremento en su producción a nivel del hígado.
     

En conclusión…

En general, los pacientes con colesterol LDL alto y colesterol HDL bajo son los que tienen el mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

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