Embarazos psicológicos: qué son, por qué se producen y cómo tratarlos
Hablamos de embarazo psicológico cuando una persona cree estar embarazada y en realidad no lo está. Quienes los padecen pueden experimentar síntomas propios de la gestación como la ausencia de menstruación, un aumento del perímetro abdominal e incluso una sensación de que se producen movimientos fetales. Os explicamos por qué se produce este tipo de embarazos, cómo diferenciarlos de los reales y cuál es la mejor forma de tratarlos.
Al embarazo psicológico también se le llama pseudociesis, pseudoembarazo, embarazo imaginario, simulado, fantasma e histérico, según un estudio publicado en la revista científica International Journal of Reproductive BioMedicine.
Entre los síntomas que pueden experimentar las personas afectadas, los autores mencionan la amenorrea (ausencia de la menstruación) o la hipomenorrea (disminución del flujo menstrual), la distensión abdominal, la sensación de que se producen movimientos fetales, cambios en el tamaño o la forma de los senos, náuseas y vómitos, ganancias de peso e incluso secreción de leche.
De estos síntomas, los trastornos menstruales y los cambios en los senos son los más comunes. Así lo indica el estudio, añadiendo, además, que su duración suele variar de unas pocas semanas a nueve meses.
Estos embarazos se producen principalmente en áreas rurales y países subdesarrollados, o donde no hay acceso a un especialista
Uno de cada 250 embarazos son psicológicos, según explica a Maldita.es Rosa María Cárdaba García, enfermera especialista en Ginecología y Obstetricia: “No es tan infrecuente como pueda pensarse”.
Este tipo de embarazos, según la experta, afectan especialmente a mujeres entre los 20 y 44 años con problemas de fertilidad o climatéricas. El climaterio es un periodo de transición que se prolonga durante años, antes y después de la menopausia, como consecuencia del agotamiento ovárico, tal y como explica la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).
Un estudio publicado en Reproductive Biology and Endocrinology indica que los embarazos psicológicos se producen principalmente en áreas rurales y en países subdesarrollados, donde las mujeres no suelen ser examinadas por un especialista hasta que están de parto o buscan ayuda médica. Otro artículo difundido en The Journal for Nurse Practitioners señala que las mujeres con un nivel socioeconómico más bajo, con acceso limitado a la atención médica y que se sienten bajo un estrés significativo para concebir tienen mayor riesgo de padecer este trastorno.
Cárdaba señala que el 80% de los embarazos psicológicos se producen en mujeres casadas o con pareja. Este síndrome rara vez se da en personas posmenopáusicas o durante la adolescencia o la niñez, según un estudio publicado en International Journal of Reproductive BioMedicine.
Algunas personas experimentan mucha ansiedad cuando no consiguen quedarse embarazadas
Las causas del embarazo psicológico no se conocen con exactitud. Pero Cárdaba señala que puede estar relacionado con un deseo intenso de tener hijos y estar experimentando dificultad para conseguirlo o, por el contrario, con un gran temor de que esto ocurra.
“La mayor parte se deben a un estado de ansiedad extremo y mantenido por la mujer que tiene problemas para conseguir un embarazo con su pareja”, afirma la enfermera. También se asocia con “algunos trastornos depresivos relacionados con problemas de fertilidad”.
Según la experta, los estímulos psicológicos parecen tener la capacidad de generar cambios hormonales que resultan en síntomas reales de embarazo, aunque no haya gestación. Algunos fármacos antipsicóticos también pueden asociarse con un aumento de peso considerable, la distensión del abdomen y una percepción errónea del embarazo, según un artículo publicado en World Journal of Clinical Cases.
Qué pruebas sirven para detectar si un embarazo es real
¿Cómo puede diferenciarse un embarazo psicológico de uno real? Aunque alguien presente los síntomas citados, Cárdaba asegura que hoy en día no es complicado establecer si se trata de un embarazo real o de un embarazo psicológico.
“La prueba de embarazo, tanto en orina como en sangre, va a ser negativa en el caso del embarazo psicológico”, afirma. Además, las ecografías por vía vaginal mostrarían “un útero no gestante”. Tal y como subraya la web de información sobre salud Webmd, ni se vería un bebé ni se detectaría ningún latido del corazón. Cárdaba insiste en que ambas pruebas son “indiscutiblemente” la demostración de que el embarazo no es real, independientemente de la sintomatología que lo acompañe.
La importancia de la terapia psicológica para tratar estos embarazos
La psicoterapia y algunos tratamientos farmacológicos pueden resultar útiles para aquellas personas que padezcan un embarazo psicológico, según Cárdaba. Si se conoce el posible motivo de este embarazo, “es más sencillo ayudar a la mujer en este trance”.
Diana Sánchez, presidenta de la Asociación Española de Psicología Perinatal (AEPP), coincide en que “habría que ver lo que hay detrás, qué deseo hay, qué pensamientos tiene”.
“Quizás, aunque tenga pruebas reales de que no es un embarazo, ella lo siga pensando. Hay veces que se les dice que no están embarazadas y creen que han tenido un aborto. De hecho, pueden llegar a tener alucinaciones", explica a la Agencia EFE.
Cuando una persona cree que va a tener un bebé, especialmente durante un período de varios meses, enterarse de que está equivocada puede resultarle duro. Lo ideal, según ambas expertas, sería comunicarle la noticia con delicadeza y que reciba el apoyo psicológico necesario.
“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.
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