Hemisferios del cerebro: ¿cómo se conectan?
Exploraramos los hemisferios del cerebro, sus áreas especializadas y cómo trabajan juntos para dar forma a nuestra percepción del mundo. También examinaremos las pruebas del predominio de un hemisferio y los mitos que rodean esta noción.
El cerebro humano es un órgano complejo y fascinante, responsable de nuestros pensamientos, emociones y comportamientos. Una de sus características más llamativas es la división en dos hemisferios, cada uno con sus funciones y capacidades distintas. Exploraramos los hemisferios del cerebro, sus áreas especializadas y cómo trabajan juntos para dar forma a nuestra percepción del mundo. También examinaremos las pruebas del predominio de un hemisferio y los mitos que rodean esta noción.
¿Qué áreas especializadas contiene cada hemisferio del cerebro?
El cerebro humano se compone de dos secciones distintas y especializadas, cada una responsable de diversas funciones.
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En el lado izquierdo se procesan el lenguaje, el habla, la lógica, las matemáticas y el análisis.
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En el derecho, priman la conciencia espacial, la creatividad, el reconocimiento facial y las capacidades artísticas. Es importante en las actividades musicales y artísticas, y percibe la información de forma global.
Ambos hemisferios del cerebro trabajan juntos para permitirnos realizar tareas complejas como conducir o tocar un instrumento.
El cerebro se divide, a su vez, en cuatro lóbulos: frontal, parietal, temporal y occipital.
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El lóbulo frontal interviene en la toma de decisiones, la resolución de problemas y la planificación.
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El lóbulo parietal ayuda a percibir los sentidos del tacto y la temperatura.
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El lóbulo temporal es clave para procesar el sonido y la formación de la memoria.
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El lóbulo occipital se encarga de la información visual.
En la base del cerebro, se encuentra el cerebelo, seccionado en dos mitades. La mitad izquierda se encarga de controlar el lado derecho del cuerpo, y la derecha, el lado izquierdo. Además, el cerebelo ayuda a regular la respiración, el movimiento, el equilibrio, la postura y la función cognitiva.
¿Por qué no hay un hemisferio cerebral dominante?
La desinformación abunda cuando se trata del cerebro humano, y una de las más populares es que un lado es superior al otro. Sin embargo, la investigación ha desmentido esta idea. Aunque la mitad izquierda se suele relacionar con el lenguaje y la derecha con la comprensión espacial, ambos hemisferios son igualmente esenciales para ejecutar tareas complicadas. Veamos los motivos por los que no hay un hemisferio predominante:
Por el cuerpo calloso
Otro factor que sugiere que no hay un hemisferio dominante es el cuerpo calloso, un denso haz de fibras nerviosas que conecta los dos hemisferios del cerebro. Esto permite que la información circule libremente entre ellas y facilita su funcionamiento conjunto. Los estudios sobre las personas a las que se ha seccionado el cuerpo calloso por razones médicas demuestran, además, que los hemisferios trabajan juntos para realizar actividades avanzadas.
Por la red de neuronas
La teoría de un hemisferio predominante tiene, además, sus raíces en una visión simplificada de la actividad cerebral. La verdad es que el cerebro es una intrincada red de neuronas interconectadas. Acciones básicas, como hablar o dibujar, requieren la cooperación de muchas áreas cerebrales. Esto significa que no puede decirse que ninguno de los hemisferios tenga el control exclusivo.
Porque el ser humano es diverso
La idea de un hemisferio dominante es errónea porque pasa por alto la diversidad entre los individuos. Los estudios han demostrado que los dos hemisferios pueden interactuar de forma diferente en distintas personas. Algunas pueden tener un cerebro lateralizado más prominente, mientras que otras pueden tener una red de funciones cerebrales más dispersa. Esto hace que, cualquier intento de atribuir a las personas etiquetas de cerebros izquierdos o cerebros derechos, resulte superficial e inexacto.
Porque el cerebro puede reconfigurarse
Las investigaciones con imágenes han establecido que el cerebro es inmensamente adaptable y puede reconfigurarse tras un traumatismo o en respuesta a alteraciones del entorno.
Así, funciones típicamente atribuidas a un hemisferio pueden ser asumidas por el otro hemisferio, o incluso por otras áreas del cerebro. De ahí, que sea más adecuado concebir el cerebro como una red de regiones altamente interconectadas, que colaboran para procesar la información, en lugar de como un conjunto de sectores distintos e independientes.
Los hemisferios del cerebro trabajan juntos
Los dos hemisferios del cerebro colaboran de forma sincrónica para llevar a cabo diferentes propósitos. A pesar de que cada uno tiene áreas de especialización, interactúan y comparten información a través del cuerpo calloso.
Por ejemplo, el izquierdo está especializado en el desciframiento del lenguaje y la pericia verbal, mientras que el derecho es experto en la comprensión espacial y la aptitud no verbal. Sin embargo, es fundamental señalar que ambos hemisferios colaboran para lograr objetivos complejos, como tocar un instrumento musical, que requiere tanto conciencia verbal como espacial.
Otro ejemplo de su sincronicidad, se da para formar una imagen completa de un objeto. Al observar un objeto, el hemisferio izquierdo lee los detalles, como la forma y el tono, mientras que el derecho interpreta el contexto, como el entorno y la posición.
Estado mental equilibrado
La unión entre ambos hemisferios cerebrales es esencial para alcanzar un estado mental equilibrado.
Las investigaciones han demostrado que las personas con un cuerpo calloso desconectado, debido a afecciones médicas, suelen tener dificultades para transmitir información entre los dos hemisferios. Esto puede dar lugar a una falta de armonía entre ambos, produciendo problemas en el procesamiento de la información.
Por el contrario, las personas con cuerpos callosos más grandes tienen una mejor comunicación entre los hemisferios, lo que las hace mejores en actividades que requieren una actividad cerebral conjunta, como la toma de decisiones y la resolución de problemas.
Las investigaciones han demostrado que las personas que utilizan ambos hemisferios del cerebro son mejores en la resolución de problemas y en la creatividad, lo que sugiere que un equilibrio entre los hemisferios es ideal para un rendimiento cerebral óptimo.
En conclusión, los hemisferios cerebrales son una parte compleja y fascinante del cuerpo humano. Aunque cada hemisferio tiene áreas especializadas, como el lenguaje y la lógica en el hemisferio izquierdo y la creatividad y la emoción en el hemisferio derecho, no hay pruebas de que un hemisferio sea realmente dominante. En cambio, ambos hemisferios trabajan juntos para facilitar los procesos mentales y dar forma a nuestras experiencias. Comprender las funciones únicas de cada hemisferio puede ayudarnos a apreciar la complejidad del cerebro humano y las formas en que configura nuestra percepción del mundo que nos rodea.
Preguntas frecuentes sobre los hemisferios del cerebro
¿Qué es y qué hace el cerebro?
El cerebro es el órgano más importante del cuerpo humano. Está protegido dentro del cráneo y es el centro de mando central del sistema nervioso. Por tanto, tiene el control de todos los órganos del cuerpo, de las funciones motoras y cognitivas y de la producción de hormonas.
¿Cuántos órganos hay en el cuerpo humano?
En la actualidad, los expertos estiman que el cuerpo humano tiene un total de 78 órganos individuales, aunque esta cifra puede variar según la forma en que los órganos se cuantifican.
¿Qué necesita el cuerpo humano para funcionar correctamente?
Para garantizar una salud óptima, es importante asegurar una ingesta adecuada de todos los nutrientes esenciales, incluidos el agua, los hidratos de carbono, las proteínas, las grasas, los minerales y las vitaminas.
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