Por qué los niños no se curan del asma al crecer y otros mitos
El asma es una de las principales enfermedades no transmisibles en niños y adultos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sólo en 2019 afectó a 262 millones de personas y causó 461.000 muertes en el mundo. Existen múltiples mitos y falsas creencias sobre esta enfermedad: ni es cierto que los niños se curen al crecer ni que quienes la padecen deban evitar hacer deporte. Os lo explicamos.
Por qué quienes padecen asma no sólo deben usar fármacos cuando tienen síntomas
Las personas que padecen de asma no deben usar medicamentos sólo cuando tienen ataques, por miedo a que pierdan su efecto. “Todo lo contrario”, subraya a Maldita.es Marina Blanco, neumóloga y coordinadora del área de asma de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
La experta recalca que los pacientes con asma deben tomar diariamente un tratamiento de mantenimiento, incluso aunque no tengan síntomas, para prevenir los posibles ataques. Porque, tal y como explican a Maldita.es desde la Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (FENAER), el asma es una enfermedad crónica y es fundamental seguir el tratamiento de mantenimiento prescrito por el especialista para lograr una buena adherencia.
Los medicamentos para el asma son de dos tipos, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos:los de alivio rápido y los de control a largo plazo. Mientras que los primeros controlan los síntomas de los ataques de asma, los segundos sirven para reducirlos y conseguir que sean más leves, pero no ayudan al paciente en el momento del ataque.
No, los niños no se curan del asma al crecer
No es cierto que los niños se curen de asma al crecer. Tal y como indica la Agencia de Protección Ambiental
(EPA) de Estados Unidos, “el asma es una enfermedad de por vida”. “Aunque algunos niños pueden tener menos síntomas en la adolescencia, aun así tienen asma”, añade.
“El patrón de sibilancias (un sonido silbante y chillón durante la respiración) que se observa en los niños pequeños puede provocar que este tema sea confuso”, afirma la EPA. Según la agencia, alrededor de dos tercios de los niños menores de seis años que tienen sibilancias cuando tienen un resfriado no las tienen después de esa edad.
Es probable que muchos de estos niños hayan sido inicialmente diagnosticados con asma. Pero, por lo general, “esto no significa que lo ‘superaron’, sino que probablemente no tenían asma”, según la EPA.
Blanco asegura que no se puede hablar de "curación” de esta enfermedad porque puede tener un curso caracterizado por etapas sintomáticas y largos períodos asintomáticos, pero nunca existe la certeza de que no vaya a volver a manifestarse.
Si el origen del asma es alérgico, su incidencia puede depender de la exposición a las sustancias que la provocan, tal y como explican desde FENAER: “Esto puede dar lugar a una falsa sensación de ‘curación’, si en determinadas épocas de la vida, por cualquier causa, no estamos tan expuestos a los alérgenos”. Entre los posibles desencadenantes del asma, están, por ejemplo, el humo del tabaco, los ácaros del polvo o la contaminación atmosférica.
Por qué una persona con asma puede y debe practicar deporte
Tampoco es cierto que las personas con asma no deban practicar deportes. De hecho, según los expertos consultados por Maldita.es, una persona con asma bien controlada puede y debe hacer deporte.
“El ejercicio físico debe formar parte del estilo de vida de cualquier persona con asma bronquial, ya que aporta importantes beneficios para la salud”, asegura a Maldita.esJosé María Echave-Sustaeta, jefe del servicio de Neumología del Hospital La Luz (Madrid).
El experto asegura que la práctica de ejercicio físico aeróbico habitual sirve para mejorar el control del asma y reducir el riesgo de crisis. La única situación en la que un paciente debe limitar el ejercicio físico es “si está sufriendo una crisis o pasa por una época de mal control”.
Ni el asma produce insuficiencia cardíaca ni tratarlo daña el estómago: otros mitos de la enfermedad
Entre las falsas creencias sobre el asma, está la de que produce insuficiencia cardiaca, según subraya Echave-Sustaeta. “Esto no debe confundirse con que, en algunos pacientes con insuficiencia cardíaca, se produce un edema (un hinchazón) de la pared bronquial, que reduce su calibre y produce las famosas sibilancias”, afirma el experto.
Otro mito muy extendido, según Blanco, es que las personas embarazadas con asma deben suspender el tratamiento. Pero hacerlo, en realidad, puede resultar contraproducente. “El riesgo de un asma mal controlada para el feto es superior que el riesgo de efectos secundarios del tratamiento antiasmático”, explica la neumóloga.
Desde FENAER explican que también existen varias falsas creencias sobre los corticoides inhalados, el principal tratamiento para el control del asma. Por ejemplo, que crean dependencia, que dañan el estómago, que engordan o incluso que provocan exceso de vello.
“Se trata de bulos sin ningún fundamento que provocan el rechazo de esos fármacos por parte de algunos pacientes, lo que deriva en una disminución de la adherencia al tratamiento y, en consecuencia, en una mayor frecuencia de crisis y peor calidad de vida”, afirman.
“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.
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