Mitos sobre el síndrome de Down
El síndrome de Down es la causa de discapacidad intelectual y alteración genética humana más común, según Down España. Esta y otras organizaciones han identificado algunos de los mitos más frecuentes y extendidos al respecto, como que todas las personas que lo padecen han nacido de padres mayores o que se produce por malos hábitos de la madre durante el embarazo.
Las personas con este síndrome tienen una copia extra de uno de sus cromosomas: el cromosoma 21. Desde Down España indican que la salud de los niños con esta alteración genética no tiene por qué diferenciarse en nada a la de cualquier otro menor. Sin embargo, algunos pueden presentar patologías asociadas como cardiopatías congénitas, problemas auditivos o visuales o enfermedades autoinmunes.
No todas las personas con síndrome de Down han nacido de padres mayores
No es cierto que todas las personas con síndrome de Down hayan nacido de padres mayores, según explica a Maldita.es Jesús Flórez, catedrático de Farmacología y presidente de la Fundación Iberoamericana Down21.
Un estudio publicado en la revista científica Mutation Research - Genetic Toxicology and Environmental Mutagenesis indica que las mujeres de todas las edades reproductivas pueden tener un hijo con síndrome de Down.
“Es cierto que a partir de los 35 años de la madre (no del padre) va aumentando la probabilidad de que un hijo sea engendrado con síndrome de Down, pero puede ocurrir a cualquier edad”, comenta Flórez. De hecho, según destaca, numerosas personas con esta alteración genética “han nacido de madres jóvenes”.
Pero, ¿por qué puede influir la edad materna en el momento de la concepción? Desde Down España cuentan a Maldita.es que “se atribuye a un envejecimiento de los óvulos y se da por igual en todos los países y culturas”.
Por norma general, el síndrome de Down no es hereditario
Aunque se trata de un síndrome de origen genético, desde Down España sostienen que raramente es hereditario. Sin embargo, reconocen que en ocasiones (entre un 2% y un 3% de los casos) puede tener un origen familiar. Esto ocurre cuando se produce por una translocación (un tipo de anomalía cromosómica) en alguno de los progenitores.
Tal y como indica el Instituto Nacional de la Salud infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, a veces un padre que no tiene síndrome de Down puede ser portador de una translocación en el cromosoma 21 que puede transmitir a sus hijos y causar el síndrome. “Fuera de ese caso concreto, no hay mayor riesgo por tener un familiar con síndrome de Down”, afirman desde Down España.
Un estudio de los cromosomas de los padres permitiría saber si esta es la causa del síndrome. Así lo indica el instituto, que señala que un asesor genético podría ayudar a las familias afectadas a comprender el riesgo de transmitir el síndrome en embarazos futuros.
Por qué este síndrome no se produce por malos hábitos de la madre durante el embarazo
Otro mito es que el síndrome de Down es provocado por los malos hábitos de la madre durante el embarazo. Aunque estos pueden estar relacionados con multitud de problemas de salud en el futuro bebé, no hay evidencias de que puedan causar esta alteración genética. Desde Down España insisten en que, en realidad, es fruto del azar.
Tal y como explica Flórez, el síndrome se debe a la presencia de un tercer cromosoma del par 21 en el óvulo de la madre cuando es fecundado por el espermatozoide del padre. “Por lo tanto, esta alteración genética surge en el momento de la fecundación, que es cuando empieza el embarazo. Lo que después haga la madre nada tiene que ver con la presencia del síndrome de Down en su hijo”, señala.
No es cierto que las personas con este síndrome sean más agresivas
Tampoco hay evidencias de que las personas con este síndrome sean más agresivas. Los expertos consultados coinciden en que, en general, suelen ser apacibles. “Como en el resto de seres humanos, los hay con mal humor, más antipáticos o agresivos, pero en ningún caso el síndrome de Down lleva aparejado ningún signo distintivo en el carácter”, señalan desde Down España.
También es un mito que todas las personas con este síndrome sean cariñosas, tal y como subraya la organización: “Algunos no lo son, incluso son ariscos o bordes, como ocurre con el resto de personas”.
Ni son ‘eternos niños’ ni están enfermos: otros mitos sobre el síndrome de Down
Entre los mitos sobre este síndrome, desde Down España mencionan el de que son ‘eternos niños’. “Es una simpleza. En la actualidad las personas con síndrome de Down estudian y trabajan, tienen un proyecto de vida que pasa por su autonomía e independencia. No quieren ser tratados como niños, sino de acuerdo a su edad”, afirman desde la organización.
También resaltan que las personas que padecen el síndrome no están enfermas: “Han nacido con una anomalía genética, pero no necesitan tomar medicación, ya que el síndrome de Down no tiene cura”.
Otra creencia bastante extendida es que los afectados viven, en general, muy poco tiempo. Pero en realidad su esperanza de vida ha aumentado notablemente en las últimas décadas, tal y como señalan varias investigaciones.
Mientras que en 1960 las personas con síndrome de Down vivían alrededor de 10 años, en 2007 llegaban a los 47 años de media, según los CDC. Ahora, los expertos consultados sitúan la esperanza de vida en los 60 años. “Su vida es larga, aunque menor que la del resto de la población”, cuenta Flórez.
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