Beneficios del teletrabajo para el medioambiente, ¿cuáles son?
Muchas empresas no pasan por alto los beneficios del teletrabajo para el medioambiente ya contribuye a reducir la huella de carbono, así como otros contaminantes atmosféricos con efecto invernadero o sobre el cambio climático.
Principales beneficios del teletrabajo para el medioambiente
Algunos de los beneficios del teletrabajo para el medioambiente más evidentes son:
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Disminución de accidentes de tráfico: según las estadísticas del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el trabajo (INSHY), en 2017 se produjeron 49.289 accidentes de tráfico “in itinere”, es decir, accidentes durante el viaje hasta o desde el trabajo, y como consecuencia de ello, 122 personas fallecieron. Con el teletrabajo estas alarmantes cifras podrían reducir significativamente, pues ser reducirían la congestión en las grandes metrópolis y no existirían las horas punta.
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Mejora de la salud: las patologías respiratorias y alérgicas son ya la tercera causa de muerte en España con 46.812 muertes al año. La contaminación que genera el transporte rodado, merma inevitablemente la calidad de vida de la población. Con el teletrabajo, reducirían las cifras de personas afectadas por problemas respiratorios.
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Ahorro de tiempo: según la fuente Moovit Public Transit Index, un 63% de los desplazamientos laborales en transporte público en Madrid tienen un promedio de 2 horas al día. El teletrabajo evitaría perder tiempo en desplazamientos que podrían dedicarse a otras actividades familiares, de ocio, voluntariado, etc.
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Desacelerar el cambio climático: según cálculos realizados por la Fundación Másfamilia, en la que consideraban la opción de teletrabajar dos días en semana, preveían una reducción de 3 millones de toneladas de CO2/año, que, para contextualizar, equivaldría a eliminar las emisiones de toda la industrial del metal de nuestro país.
Teletrabajo, la mejor opción contra el cambio climático
En el contexto mundial existe una fuerte apuesta por la descarbonización de la economía dado su innegable impacto sobre el clima. ¿Por qué hay tantos beneficios del teletrabajo para el medioambiente? Estas son algunas consecuencias directas:
Menos desplazamientos, menos emisiones. No sólo en los desplazamientos entre el hogar y el lugar del trabajo, si no también en medios de transporte como el avión, que tiene emisiones significativamente superiores.
Espacios más pequeños, requieren un menor consumo de recursos no renovables. Tanto los utilizados para la construcción, por ejemplo, de grandes distritos financieros, como los empleados en el consumo de energías (calefacción, luz, gases refrigerantes, etc.). En las empresas, al no haber incentivos de ahorro porque la factura no la paga el trabajador, se derrocha energía innecesaria.
Más tecnología, menos papel. Las nuevas tecnologías evitan o reducen las impresiones y consumo de papel, así como la generación de residuos de tóner.
Adiós a los envases plásticos. El consumo de productos envasados en formato más pequeño para su uso fuera del hogar se vería reducido con el trabajo a distancia, con la siguiente disminución de residuos materiales de envases ligeros.
Hoy en día, nuestro país continúa muy por debajo de la Unión Europea, así como de otros países de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo económicos), en lo que a materia de implantación del teletrabajo se refiere. Según datos extraídos del estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y Eurofound en 2017, únicamente un 13% de las empresas españolas ofrece a sus colaboradores esta forma de flexibilidad en el trabajo. Pero la crisis del COVID-19 ha abierto las puertas a este formato de teletrabajo y nos hemos visto precipitados a adaptarnos de forma exprés a esta nueva forma de trabajar.
10 consejos para adaptarnos al teletrabajo
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Crea tu propia oficina en casa: Un entorno cómodo, con todo lo necesario alrededor, bien iluminado, limpio y en silencio. Tener las cosas ordenadas, favorece el orden mental.
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Separa los espacios: No trabajes, veas películas o series, y comas en el mismo lugar. El cerebro necesita sentir que se mueve por distintas estancias y que cada una de ellas le transporta a una emocionalidad. Si no quieres que el estrés te invada en el sofá, o que las preocupaciones aparezcan mientras cocinas, el primer paso es separar.
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Recuerda las ventajas: Ahorro de tiempo y dinero en desplazamientos, comida sin tupper, flexibilidad horaria, posibilidad de conciliar, etc.
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Reorganiza tus rutinas: Por ejemplo, si en el trabajo desayunabas con los compañeros, busca un lugar de la casa donde poder hacer los mismo, pero adaptado a la nueva realidad. Prepárate un buen desayuno, mira un rato la tele, lee el periódico, etc. Y si vives con alguien, llega a acuerdos sobre la nueva logística del hogar.
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Marca bien los límites: A veces teletrabajar puede llevarnos a sobretrabajar. No seas tan exigente contigo mismo y aprende a cuidar tu faceta como profesional.
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No te abandones: Olvídate de trabajar en pijama, no peinarte, o arreglarte. Poner el modo “on” trabajo, implica prepararse para él.
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Respeta las pausas: Para mantener tu concentración y productividad elevada es importante poder descansar durante la jornada laboral. Si trabajas frente al ordenador, lo recomendado es apartar la vista de la pantalla durante ese tiempo.
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Mantente activo: Reducir la movilidad fuera del hogar, implica el deber de hacer estiramientos o ejercicios tanto fuera como dentro de la jornada laboral.
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Socialízate: Relaciónate con tus compañeros de trabajo como si estuvieras en la oficina. Si tienes la posibilidad, incluso tomad un café mientras realizáis una videollamada. Fuera de horas contacta por teléfono, redes sociales, etc.
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No procrastines: Trabajar desde casa implica disciplina y constancia. No te dejes llevar por la pereza y márcate objetivos realista diarios. Los hábitos también se pueden desarrollar.