Adicción a los videojuegos, ¿cómo sucede?
Existen cuatro tipos de adicciones digitales, las más comunes son a las redes sociales y whatsapp, al uso de internet, al teléfono móvil y a los videojuegos.
No fue hasta el 2022 que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró oficialmente la adicción a los videojuegos o trastorno de juego patológico (TJP) como una enfermedad que se puede diagnosticar y tratar.
Este tipo de adicción suele encontrarse en el rango de edad entre los 18 y 25 años de edad, afectando a nuestra población más joven y alrededor de un 12% de los jóvenes. Actualmente, y siguiendo a varios estudios, esta adicción ya no solo se centra en ellos, sino que cada vez son más las chicas que apuestan por entrar en el mundo de los videojuegos.
Conozcamos su sintomatología, qué juegos son los más adictivos y cómo tratar esta enfermedad.
Adicción a los videojuegos: qué es y síntomas
La adicción a los videojuegos se puede definir como el patrón de juego persistente y recurrente que provoca un malestar clínicamente significativo por el periodo de un año, independientemente del juego, sea online o no. Esta adicción no se define por el número de horas en que las personas se pasan jugando sino en las consecuencias y repercusión en las distintas áreas del funcionamiento de la persona.
Existen algunos factores psicobiológicos que predisponen a la adicción a los videojuegos, como son: ser varón, rasgos de inatención e hiperactividad, baja autoestima, comportamiento antisocial, problemas para controlar las emociones como la ira y la agresividad y factores de salud mental como sufrir un trastorno de depresión mayor, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o trastorno obsesivo compulsivo.
Entre los síntomas de la adicción a los videojuegos se encuentra:
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Ansiedad y ansia por jugar y pensamiento recurrente de jugar, además de dificultad para terminar el juego tras un tiempo considerable junto a intentos fracasados para reducir o detener el tiempo de juego.
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Descuido gradual de las obligaciones y pérdida de interés en otras actividades de ocio, hasta el punto de no acudir al puesto de trabajo o a la escuela.
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Aislamiento social y familiar, dificultad para mantener relaciones con sus iguales y pérdida de las relaciones sentimentales por anteponer los videojuegos a ella
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Bajo rendimiento escolar: pueden dedicar fácilmente de entre 8 a 10 horas diarias a jugar, pudiendo pasar largos periodos sin comer y sin dormir.
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Usar videojuegos para canalizar estrés.
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Pérdida de la noción del tiempo.
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Síntomas de abstinencia al dejar de jugar.
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Explosiones de enfado e ira.
Todos estos síntomas desencadenan unas consecuencias negativas a nivel emocional y mental:
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Aislamiento del mundo real y sumergimiento en el mundo irreal y alternativo de los videojuegos.
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Cambios repentinos del estado de ánimo y alteraciones del comportamiento como conductas desafiantes y violentas.
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Problemas del sueño.
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Problemas a nivel académico.
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Aumento de los conflictos familiares y de la agresividad.
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Problemas de higiene.
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Problemas de salud mental como: aumento del riesgo de sufrir depresión, ansiedad e irritabilidad.
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Falta de interés en otras actividades.
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Problemas en la salud física como: lesiones musculares o problemas de visión.
¿Qué videojuegos son más adictivos?
Son muchos los videojuegos que incorporan estrategias y recursos que presentan los juegos de azar, con el objetivo de enganchar para jugar durante horas, algunas estrategias son misiones y recompensas diarias para conseguir mejoras para el personaje o subir de nivel, actualizaciones frecuentes que crean un juego emocionante y sistemas de clasificación que establecen una fuerte motivación.
Para que un videojuego sea adictivo se mezclan factores psicológicos, biológicos y sociales para convertirlo en una actividad compulsiva y de diferente control.
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A nivel psicológico los videojuegos ofrecen una vía de escape del estrés, la ansiedad y otros problemas, fomentando una sensación de alivio temporal mientras se juega. Están diseñados para ser gratificantes, desencadenando dopamina en el cerebro. Mejoran la autoestima al experimentar recompensas y logros.
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A nivel social algunos juegos multijugador ayudan a crear una comunidad mediante la conexión social satisfaciendo la necesidad humana de permanencia.
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A nivel biológico se activa el sistema de recompensa del cerebro, reforzando el comportamiento y pudiendo generar un ciclo de dependencia.
Además de estos factores, juegan un papel muy importante el diseño y la programación. La programación es fundamental para convertir los juegos divertidos y atractivos y el diseño es importante para hacer del juego un juego atractivo y desafiante para mantener al jugador interesado.
La relajación profunda es una técnica eficaz para gestionar el estrés, aportando importantes beneficios para la salud física, mental y el bienestar general.
Algunos de los videojuegos más adictivos son:
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Tetris.
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World of Warcraft.
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Super Mario Bros.
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Sonic the Hedhehog.
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Pokémon rojo y azul.
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Minecraft.
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The elder scrolls V: Skyrim.
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Grand Theft Auto III.
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Mario Kart 64.
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Civilization.
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League of Legends.
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Fortnite.
Cómo tratar la adicción a los videojuegos
El diagnóstico debe realizarlo siempre un especialista en salud mental, un psiquiatra o psicólogo clínico, a través de una entrevista de duración de 1 a 3 horas aproximadamente, en ocasiones junto a la familia.
Para tratar la adicción a los videojuegos es necesario la ayuda de un servicio profesional basado en un tratamiento psicoterapéutico, pudiendo ser individual o grupal. Uno de los tratamientos más eficaces es la terapia cognitivo-conductual, que tiene el objetivo de identificar y modificar patrones de comportamientos y pensamientos adaptativos. Se deberán establecer límites marcados sobre el tiempo de juego, creando un plan de juego con límites claros, evitar situaciones estresantes que puedan llevar a jugar, desconectar dispositivos tecnológicos para evitar tentaciones, encontrar alternativas a los videojuegos para pasar el tiempo libre fomentar la participación en otras actividades de ocio, como puede ser leer o realizar algún deporte y abordar la adicción con la familia para que se involucren en el proceso de recuperación.
Además, es importante tratar conjuntamente los problemas de salud mental concomitantes como la depresión o el TDAH.
En conclusión, no todos los videojuegos son adictivos y gran parte de esta adicción es debida al tipo de jugador. Existe el jugador social que juega ocasionalmente para distraerse, el jugador profesional, el jugador excesivo que dedica demasiadas horas a jugar pero sin ser adicto, el jugador problemático que empieza a presentar síntomas de adicción y el jugador adicto, que cumple todos los criterios para tener una adicción a los videojuegos.
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Preguntas frecuentes sobre la adicción a los videojuegos
¿Cuántas horas de videojuego se consideran adicción?
No son tanto las horas lo que marcan la adicción a los videojuegos sino las consecuencias y repercusiones que pueden derivarse en las diferentes áreas de la persona. Aunque podemos decir que se puede observar un inicio del problema cuando se juegan más de 3 horas diarias y de manera descontrolada.
¿Qué pasa en el cerebro cuando eres adicto a los videojuegos?
Los videojuegos pueden activar áreas del cerebro relacionadas con el aprendizaje, la memoria y la atención, realizando un activación hormonal y la respuesta del sistema nervioso autónomo aumentando la plasticidad neuronal. Además también pueden provocar una estimulación cognitiva significativa.
¿Cuándo se considera una persona adicta a los videojuegos?
Además de todos los síntomas que se han descrito dentro del artículo, una persona adicta a los videojuegos tiene los videojuegos como actividad dominante en su vida diaria, anticipa la próxima partida y no puede controlar el craving (ansia) por volver a jugar.
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