¿Qué hábitos y señales de alarma forman parte de una relación tóxica?

1. Hábitos y señales de alarma que forman parte de una relación tóxica

2. ¿Por qué algunas personas se conforman manteniendo una relación tóxica?

Las relaciones tóxicas son aquellas relaciones donde se puede observar que una o las dos personas que forman la relación están sometidos a un gran desgaste y experimentan más sufrimiento que placer. Estas relaciones se desarrollan a raíz de una desigualdad entre las dos personas, siendo incapaces de tratarse por igual y donde el poder favorece a uno y desfavorece al otro.

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Para que se experimente una relación tóxica es necesario que exista manipulación emocional y la relación se caracteriza por peleas continuas que forman parte del desarrollo habitual de la relación. También es necesario que cada parte de la pareja realice el papel de un rol, uno de ellos es manipulador, narcisista y perverso y el otro es vulnerable, sensible y susceptible a la culpa.

Hábitos y señales de alarma que forman parte de una relación tóxica

Existen muchos hábitos que forman parte de nuestra vida que empujan a crear una relación tóxica e insana, llegando a arruinar la relación. Tomar conciencia de estos hábitos será útil para identificarlos y producir un cambio en la relación.

Los cinco hábitos principales que pueden arruinar una relación y volverla tóxica son:

• Yo tengo razón: Cuando las discusiones forman parte de la dinámica de la relación se suelen defender nuestros argumentos convenciendo al otro que se tiene la razón por encima de todo. Esta actitud nunca llega a ninguna solución, desgastando la relación y distanciando a la pareja. 

• Si me quiere debería saber lo que pienso: Es un hábito muy habitual que se realiza sin darse cuenta, el enfadarse con la pareja porque no ha podido leer el pensamiento del otro y crearse expectativas de cómo debería comportarse el otro en función de lo que uno piensa. 

• No es para tanto: Cuando aparecen conductas que nos dañan y las dejamos pasar pensando que son puntuales y restándole importancia hará que se desarrolle una relación tóxica. Algunas actitudes que a veces se dejan pasar y son negativas son las faltas de respeto y conflicto como:

  • Las conductas manipuladoras: Utiliza el chantaje emocional, amenazando en cortar la relación si no se hace lo que dice, utilizando hacerse daño a sí mismo. Siempre que se produce una discusión tiene que ceder el otro, haciéndole sentir que no realiza nada bien y nunca es suficiente para él.

  • Las faltas de respeto: Minimiza tus problemas, le resta importancia a tus logros, te hace culpable de sus problemas, hace comentarios negativos hacia ti o las personas que te rodean, utilizando sarcasmo, descortesía y llegando a insultar o humillar, con el resultado de dañar la autoestima y que sea más difícil romper con la relación. 

  • El mal humor: Temperamento fuerte, llegandose a enfadar por una nimiedad, se dirige a la otra persona con exigencias y malos modos.

• Lo nuestro es para siempre: Se da por hecho que la relación es para siempre sin mostrar interés en los detalles ni prestar atención a la pareja llegando a descuidarla por completo y perdiendo las formas en algunos momentos. Este hábito denota posesividad ante la pareja, esta posesividad se podrá distinguir por:

  • Celos excesivos: La pareja se enfada si sales con amigos o familia, acusa de engaño a la pareja y le revisa el móvil, redes sociales y correo electrónico, llegando a alejar a la pareja de su familia y amigos.

  • El control: Control emocional, físico y financiero, controlando los gastos personales, planificando la vida del otro sin consultarlo, impide que se busque trabajo, elige la ropa y toma decisiones de la vida diaria. 

Persona posesiva que menosprecia al otro e insinúa que es indispensable para la supervivencia. Con el fin de controlar, aleja de los amigos e incluye en su grupo a la pareja. Cuando hace un favor necesita que se le compense. Coarta la libertad de expresarse siendo él completamente independiente.

• Mira que bien lo hace otro: Tendencia a comparar las acciones y a la pareja con otras personas, esta acción hará que la otra persona se enfadé y se distancie emocionalmente de la relación. El hábito de comprar es dañino para la relación, genera expectativas y la persona se siente atacada. Dentro de este punto podríamos incluir: 

  • Las actitudes tóxicas en el ámbito sexual: Mantener relaciones sexuales con la persona por complacer sus deseos sin tener ganas, chantajea para tener relaciones o las compara con otras parejas sexuales.

Una señal de referencia en una relación tóxica es cuando se crean dos roles muy marcados en la relación, una de las personas realizará el papel de víctima y otra de dominante. El papel de víctima será una persona insegura, con baja autoestima, teme la soledad y el rechazo y necesita atención y afecto contínuo, se aferran a la relación aunque esta sea destructiva. El perfil dominante suele ser una persona insegura que esconde dicha característica en una faceta controladora, manipulando y minimizando a la pareja.

¿Por qué algunas personas se conforman manteniendo una relación tóxica?

Algunas personas mantienen una relación tóxica porque piensan que la persona puede cambiar, que lo que está sucediendo es puntual. La persona mantiene una dependencia emocional, se cree que sin la otra persona no es nada, tiene una autoestima baja, miedo a la soledad y al abandono y piensa que nadie le va a querer como es. Está atrapado en chantajes y aunque es castigado sin afecto o humillado, la mayoría de las veces pide perdón, haciéndose sentir culpable y responsable de su mal humor.

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En definitiva, muchas de las relaciones tóxicas se basan en la dependencia emocional, y se sienten enganchados a la otra persona como si de una adicción se tratase. A veces salir de una relación tóxica se vuelve complicado y la persona no dispone de suficientes herramientas y estrategias para realizarlo de manera independiente, siendo incapaz de cortar la relación o bien de avanzar hacia una relación más madura. Debido a la complejidad de mantener la relación o cortar con la relación es recomendable acudir a un profesional. La asistencia psicológica puede desarrollarse mediante dos terapias psicológicas, las terapias de pareja donde ambos tomarán conciencia de los patrones erróneos que forman parte de su relación y generan la relación tóxica, aprenderán a superarlos o encaminar la terapia hacia una ruptura sana. La terapia individual servirá para fortalecer la autoestima mejorando la autonomía e independencia. Si dentro de este punto se elige continuar con la relación se recomendará realizar terapia de pareja, si por lo contrario se quiere realizar una ruptura, la terapia individual encaminará a salir del conflicto y aprender a relacionarse de forma sana.