Conciliación laboral
Cómo influyen las medidas de conciliación laboral a los empleados
Cuando en una organización se da una buena política de conciliación e igualdad, los trabajadores se sienten bien cuidados, lo que hace que se sientan importantes dentro de su organización (“Si me cuidan, será porque soy valioso”). Esto, cómo no, hará que sientan motivación y satisfacción, sentido de empresa, ganas de aportar, de mejorar y en ocasiones, incluso de revertir en forma de buen trabajo y de entrega máxima los medios dispuestos para poder conciliar o simplemente respetar sus tiempos de desconexión, de descanso, etc. De no ser así, por la contra, la falta de conciliación puede generar un amplio número de síntomas, que, englobándolos, podemos meterlos en el saco de riesgos psicosociales de estrés y fatiga laboral. ¿Y cómo se traduce esto en el día a día de un/a trabajador/a?
- Síntomas cognitivos / mentales: problemas de ansiedad, depresión, problemas de atención, concentración, olvidos, grandes preocupaciones, sensación de confusión, pensamientos de culpa por no poder llegar a todo, aislamiento social, etc.
- Síntomas motores: estado de hipervigilancia, torpeza, inquietud motora, impulsividad, evitación, etc.
- Síntomas físicos: taquicardias, presión en el pecho, falta de aire, nudo en el estómago, cansancio, problemas musculares, problemas de sueño, de alimentación o sexuales…
Cómo influyen las políticas de conciliación a las organizaciones
Cuando una empresa pone en práctica medidas que ayudan a la conciliación, tiene una repercusión en sus trabajadores, que a medio – largo plazo, obviamente, repercute directamente en la propia organización, con resultados como:
- Retención del talento: No olvidemos que es muy probable que se dé que las personas que más necesitan conciliar pueden tener una edad y experiencia muy valorables para la empresa. Si ese colectivo no se cuida, podemos considerar que el talento peligra: personas maduras, entregadas hasta el momento con el proyecto, con amplia experiencia y conocimientos en su puesto que no tienen otros trabajadores, y que pueden sentir la necesidad de buscar un lugar donde se cuiden y beneficien sus nuevas prioridades (disponer de mayor tiempo libre o simplemente poder conciliar con los horarios familiares). De este modo, estas personas, con mucho que ofrecer todavía, es fácil que puedan ser deseables en otras organizaciones.
- Reducción del absentismo: está más que demostrado que cuando un/a trabajador/a se encuentra a gusto en un puesto, se siente cuidado/a y tiene facilidades para poder conciliar con su rol personal, no se favorece el absentismo, sino todo lo contrario. Se entregará todo lo que pueda y dará todo lo que pueda, siempre respetando unos límites saludables. Si esto no ocurre, se detecta con altos indicadores de absentismo entre los empleados.
- Aumento de los ratios de producción: una vez más, si los trabajadores se encuentran cuidados, si no faltan nunca al trabajo, si sienten motivación y ganas de aportar, irremediablemente, aumentará la producción en la organización.
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