Resonancia magnética cerrada, ¿qué es?
Si por el motivo que sea necesitas que te realicen una resonancia magnética cerrada y nunca antes has tenido que someterte a esta prueba de diagnóstico, es normal que te surjan muchas dudas. Será muy tranquilizador saber cómo funciona, qué riesgos tiene, cuánto dura o cómo debes prepararte.
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Resonancia magnética cerrada o abierta: ¿qué enfermedades se pueden diagnosticar?
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¿Cómo hay que prepararse para una resonancia magnética cerrada o abierta?
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Resonancia magnética cerrada durante el embarazo y la lactancia
Resonancia magnética: ¿qué es y cómo funciona?
La resonancia magnética cerrada o abierta es una prueba de diagnóstico, para lo cual utiliza un potente campo magnético y ondas de radio que permiten la obtención de imágenes de los órganos y tejidos del cuerpo en alta resolución.
Es importante conocer cómo funciona esta máquina, que se conoce como escáner (del inglés scanner) y que dispone de imanes muy grandes y potentes. Dichos imanes crean un campo magnético capaz de re-alinear temporalmente las moléculas de agua del cuerpo, pero sin que esto afecte al paciente. Como sabemos, nuestro cuerpo está formado en gran parte de agua. Los átomos alineados a causa del campo magnético emiten ondas de radio casi imperceptibles. Estas mini-señales de radio son detectadas por el escáner y se utilizan para crear imágenes del cuerpo.
Las imágenes son cortes transversales del interior del cuerpo, que se asemejan a las rebanadas de un pan de molde y se pueden observar también como imágenes 3D, lo que permite tener un modelo digital tridimensional de lo que está pasando dentro del cuerpo.
Puede que te estés preguntando si realmente se trata de un procedimiento seguro. Y lo cierto es que es un proceso indoloro y seguro para el paciente. Eso sí, puede resultar algo incómodo si se tiene claustrofobia, pero la mayoría de las personas son capaces de manejarlo con el apoyo del radiólogo o personal sanitario. Además, a diferencia de los rayos X, en la resonancia magnética cerrada no se utiliza radiación.
Tipos de resonancia magnética: cerrada y abierta
Hoy en día existen dos tipos de resonancia magnética: cerrada o abierta, aunque el resultado es el mismo. En el primero, como su nombre lo indica, el paciente entra dentro del escáner, como si se tratara de una cueva o un gran tubo alrededor del cuerpo. Sin embargo, en la resonancia magnética abierta, el escáner se encuentra solo por encima o a un lado del paciente, por lo que este tipo de resonancia es recomendable para pacientes que sufren de claustrofobia.
Diferencias entre la resonancia magnética abierta y cerrada
Aparte de la diferencia más obvia entre uno y otro escáner y la clara ventaja para las personas claustrofóbicas, existen otras. Por ejemplo, la resonancia magnética abierta:
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Es menos ruidosa
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El escáner puede moverse más fácilmente
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El paciente puede estar sentado durante el procedimiento.
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Tiene un campo magnético menor y algunos implantes metálicos no causan problemas.
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Tiene un menor mantenimiento.
Resonancia magnética para niños
El procedimiento de resonancia magnética cerrada puede ser difícil en niños, ya que requiere que estén quietos durante un tiempo, solos en la sala del escáner y el ruido de la máquina puede ser muy fuerte. Muchas veces unos auriculares con música pueden ayudar a disminuir la ansiedad, así como una buena explicación del procedimiento, por ejemplo, con un video sobre resonancia magnética explicada a los niños.
Rayos X o Resonancia magnética: ¿en qué se diferencian?
La mayor diferencia entre una radiografía y una resonancia magnética es la técnica utilizada. La resonancia magnética utiliza ondas magnéticas como las que se encuentran en un imán, mientras que para realizar una radiografía es necesario exponer al paciente a una cantidad pequeña de radiación (radiactividad). Ambas pueden tomar imágenes del interior del cuerpo y pueden utilizarse para un mejor diagnóstico de una lesión o enfermedad.
La resonancia magnética puede utilizarse con mayor seguridad en personas especialmente vulnerables a los efectos de la radiación, como las mujeres embarazadas y los bebés. La resonancia magnética tiene la ventaja de poder identificar la hinchazón y la inflamación y puede mostrar imágenes tridimensionales y transversales del cuerpo, a diferencia de los rayos X.
Resonancia magnética cerrada o abierta: ¿qué enfermedades se pueden diagnosticar?
La resonancia magnética cerrada o abierta permite examinar el interior del cuerpo sin necesidad de una cirugía, es decir, de manera no-invasiva. Estas imágenes detalladas del interior del cuerpo ayudan a diagnosticar diversas patologías, como por ejemplo:
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Aneurismas de los vasos cerebrales
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Enfermedades oculares y del oído
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Esclerosis múltiple
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Enfermedades de la columna vertebral
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Accidente cerebrovascular
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Tumores y metástasis
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Lesión cerebral por traumatismo
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Problemas en corazón y vasos sanguíneos
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Anormalidades en órganos del cuerpo como páncreas, hígado, riñones, útero, etc.
¿Cómo hay que prepararse para una resonancia magnética cerrada o abierta?
A menos que se indique lo contrario, antes de un examen de resonancia magnética, se puede comer normalmente y tomar los medicamentos habituales. Normalmente, el paciente se pondrá una bata y se quitará accesorios o dispositivos que puedan afectar a la imagen, como por ejemplo:
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Joyas
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Horquillas para el pelo
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Gafas
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Relojes
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Pelucas
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Dentaduras postizas
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Audífonos
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Sujetadores con aros metálicos
Riesgos de la resonancia magnética
La presencia de metales en el cuerpo puede ser un peligro para la seguridad si son atraídos por el imán de la máquina de resonancia magnética.
Antes de iniciar el procedimiento de la resonancia magnética, es probable que el paciente deba rellenar un cuestionario que incluya preguntas sobre si tiene dispositivos metálicos o electrónicos en el cuerpo. La resonancia magnética sólo puede realizarse en pacientes que tienen un dispositivo certificado como seguro para la resonancia magnética.
Los siguientes dispositivos interfieren con la resonancia magnética:
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Prótesis articulares metálicas
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Válvulas cardíacas artificiales
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Desfibrilador cardíaco implantable
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Bombas de infusión de medicamentos implantadas
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Estimuladores nerviosos implantados
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Un marcapasos
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Clips metálicos
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Clavos metálicos, tornillos, placas, stents o grapas quirúrgicas
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Una bala o fragmento metálico
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Dispositivo intrauterino
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Tatuajes o maquillaje permanente con tintas que contienen metal.
Resonancia magnética cerrada durante el embarazo y la lactancia
Si bien la resonancia magnética cerrada o abierta es considerada segura, aún se desconocen los efectos de los campos magnéticos sobre los fetos. Por ello, deben valorarse las ventajas y desventajas en caso de requerirse una resonancia magnética durante el embarazo.
Durante la lactancia no supone ningún riesgo, a no ser que se requiera administrar un material de contraste durante el procedimiento, ya que este podría pasar a la leche materna.
Así transcurre una resonancia magnética:
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Durante una resonancia magnética cerrada, el paciente se acuesta en una cama plana que se traslada al interior del escáner.
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El escáner de resonancia magnética es manejado por un radiólogo que controla el aparato mediante un ordenador, que se encuentra en una sala diferente, para mantenerlo alejado del campo magnético generado por el escáner.
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En muchos casos, el paciente y el radiólogo pueden comunicarse a través de un intercomunicador y una cámara durante toda la exploración.
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El escáner emitirá fuertes ruidos de golpeteo. Este ruido proviene del escáner que se enciende y apaga durante el procedimiento.
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El paciente puede recibir tapones para los oídos o auriculares.
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Durante el procedimiento de resonancia magnética cerrada, el paciente debe permanecer lo más quieto posible, para no alterar la calidad de las imágenes.
¿Cuánto dura una resonancia magnética cerrada?
La realidad es que el estudio tiene una duración de unos 30 minutos aproximadamente, pero en ocasiones puede tardar hasta 90 minutos. El tiempo depende de la región a explorar y de las imágenes que se tomen, no de la gravedad de la enfermedad o la lesión.
En definitiva, la resonancia magnética cerrada o abierta es una de las técnicas más seguras de exploración del interior del cuerpo de manera no invasiva. Se trata de una prueba que provee unas imágenes detalladas del interior del cuerpo, que se pueden visualizar en planos o en 3D.
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Publicado originalmente el 14 de noviembre del 2021 y actualizado el 15 de diciembre del 2023
Preguntas frecuentes sobre la resonancia magnética cerrada
¿Qué es una resonancia magnética cerrada?
Una resonancia magnética cerrada es una prueba de diagnóstico que utiliza un campo magnético y ondas de radio para obtener imágenes de alta resolución de órganos y tejidos del cuerpo.
¿Cuál es la diferencia entre una resonancia magnética abierta y cerrada?
La principal diferencia es que en la resonancia magnética cerrada el paciente entra en un escáner cerrado, mientras que en la abierta el escáner está por encima o al lado del paciente. La abierta es recomendable para personas con claustrofobia.
¿Cómo se prepara uno para una resonancia magnética?
Antes del examen, se puede comer normalmente y tomar los medicamentos habituales. Se deben quitar accesorios metálicos como joyas, horquillas, relojes, etc.
¿Cuánto tiempo dura una resonancia magnética cerrada?
El procedimiento suele durar alrededor de 30 minutos, pero en ocasiones puede tardar hasta 90 minutos, dependiendo de la región a explorar y las imágenes necesarias.
¿Cuáles son los riesgos de una resonancia magnética?
La presencia de metales en el cuerpo puede ser peligrosa si son atraídos por el imán de la máquina. Algunos dispositivos metálicos no son compatibles con la resonancia magnética, como marcapasos, válvulas cardíacas artificiales, entre otros.
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