Sabañones en las manos: por qué salen y cómo aliviarlos

Los sabañones en las manos son una molestia más común de lo que parece cuando bajan las temperaturas. Se trata de una inflamación dolorosa de la piel, conocida médicamente como perniosis o eritema pernio, que aparece como reacción del cuerpo al frío y a la humedad. Aunque no suelen dejar secuelas permanentes, sí pueden resultar incómodos y recurrentes durante el invierno.
Suelen afectar a personas con mala circulación, piel sensible o predisposición genética, pero cualquiera puede sufrirlos si no protege bien sus manos en días fríos. Los síntomas más comunes incluyen enrojecimiento, picor, hinchazón e incluso ampollas. Por suerte, existen formas efectivas de aliviarlos y, lo que es aún más importante, de prevenirlos.
¿Qué son los sabañones en las manos?
Los sabañones en las manos son lesiones inflamatorias de la piel que se producen cuando una zona del cuerpo expuesta al frío sufre una respuesta anómala de los vasos sanguíneos. Se presentan con enrojecimiento, picor, dolor e incluso ampollas o úlceras. Médicamente, se conoce esta afección como perniosis o eritema pernio.
Este tipo de lesiones suelen aparecer en zonas periféricas como manos, pies, nariz u orejas, que son más sensibles a los cambios bruscos de temperatura. En el caso de las manos, afectan especialmente a los dedos y al dorso, en zonas con poca grasa subcutánea y más propensas a perder calor rápidamente.
El mecanismo detrás de los sabañones implica una vasoconstricción prolongada, es decir, un estrechamiento de los vasos sanguíneos debido al frío. Cuando la piel se recalienta de forma repentina, esta reacción puede inflamar las paredes vasculares y dañar los tejidos circundantes, provocando las molestias típicas.
Aunque no suelen implicar un problema grave de salud, sí pueden generar molestias intensas, afectar la calidad de vida y favorecer infecciones si no se cuidan adecuadamente. Por eso, es importante saber identificarlos y actuar desde los primeros síntomas.
Causas de los sabañones en las manos
Los sabañones en las manos aparecen principalmente como respuesta al frío, pero no todas las personas expuestas a bajas temperaturas los desarrollan. Esto indica que hay varios factores que pueden influir en su aparición.
La causa principal es la exposición prolongada al frío y la humedad, especialmente cuando se combina con una posterior exposición rápida al calor. Este cambio brusco provoca una inflamación en los vasos sanguíneos pequeños de la piel, especialmente en las zonas más expuestas como los dedos.
Entre los factores que aumentan el riesgo de sufrir sabañones están:
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Tener una mala circulación, ya que dificulta la adaptación del cuerpo a los cambios de temperatura.
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La exposición repetida al frío sin protección adecuada, como salir a la calle sin guantes o con las manos húmedas.
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El uso de ropa o calzado ajustado, que dificulta la circulación y favorece la aparición de lesiones.
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Sufrir artritis reumatoide, que es la enfermedad que lleva a la inflamación de las articulaciones y tejidos circundantes).
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La predisposición genética, que hace que algunas personas sean más sensibles al frío que otras.
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Algunas enfermedades subyacentes, como lupus, enfermedad de Raynaud o vasculitis, que afectan directamente a los vasos sanguíneos.
Además, es más frecuente en personas con bajo índice de masa corporal, en mujeres, niños y personas mayores con movilidad reducida.
Síntomas comunes de los sabañones
Los sabañones en las manos se manifiestan de forma clara, aunque a veces pueden confundirse con otras afecciones cutáneas. Reconocer sus síntomas ayuda a actuar cuanto antes y a evitar complicaciones.
Los signos más frecuentes son:
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Zonas enrojecidas o violáceas, especialmente en los dedos y el dorso de las manos.
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Picor intenso y escozor, que suele empeorar al entrar en calor.
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Sensación de ardor o dolor local, especialmente si hay inflamación visible.
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Hinchazón leve o moderada, que puede dificultar el movimiento de los dedos.
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Cambios de color en la piel, que pueden ir del rojo al azul oscuro.
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Aparición de ampollas o úlceras, en los casos más graves o cuando se rasca la zona afectada.
Estos síntomas pueden aparecer unas horas después de la exposición al frío y suelen durar entre una y tres semanas si se toman medidas. Es importante no rascar las zonas afectadas, ya que esto puede romper la piel y facilitar la entrada de bacterias, aumentando el riesgo de infección.
Si los síntomas no mejoran con el paso de los días, o si aparecen ampollas y heridas, se recomienda acudir al dermatólogo para evaluar la necesidad de tratamiento médico específico.
Tratamientos efectivos para los sabañones
Aunque los sabañones en las manos pueden desaparecer por sí solos en unas semanas, aliviar los síntomas y evitar que se agraven es fundamental para mejorar el bienestar y prevenir infecciones. El tratamiento dependerá de la gravedad del caso y de la frecuencia con la que aparecen.
Remedios caseros y cuidados básicos
En los casos leves, los cuidados en casa pueden ser suficientes para reducir la inflamación y las molestias:
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Mantén las manos siempre calientes y secas, evitando exponerlas al frío sin protección. Usa guantes incluso dentro de casa si la temperatura es baja.
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Evita cambios bruscos de temperatura, como pasar de la calle a una fuente de calor directo (radiadores, estufas o agua muy caliente).
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Lava las manos con agua tibia y sécalas sin frotar, con toques suaves que no irriten la piel.
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Aplica cremas hidratantes o ungüentos naturales, como los que contienen caléndula, aloe vera o aceite de almendras, que ayudan a mantener la piel elástica y protegida.
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No te rasques ni revientes las ampollas, para evitar infecciones o que se agraven las lesiones.
Cubrir las manos por la noche con guantes de algodón tras aplicar una crema untuosa puede potenciar el efecto calmante e hidratante.
Tratamientos médicos disponibles
Cuando los sabañones en las manos no mejoran con los cuidados básicos o se presentan de forma recurrente, es recomendable acudir a un especialista.
En estos casos, el dermatólogo o reumatólogo puede recomendar:
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Cremas con corticoides tópicos, que reducen la inflamación y alivian el picor.
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Vasodilatadores tópicos o por vía oral, como el nifedipino, que ayudan a mejorar la circulación.
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Medicación específica en caso de enfermedades asociadas, como lupus o enfermedad de Raynaud.
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Análisis de sangre o pruebas complementarias, si se sospecha que los sabañones pueden estar relacionados con otros problemas de salud.
El tratamiento médico debe estar siempre supervisado por un profesional para evitar efectos secundarios o interacciones con otros medicamentos.
Prevención de los sabañones en invierno
Prevenir los sabañones en las manos es más fácil que tratarlos una vez aparecen. Adoptar ciertas medidas de protección durante los meses fríos puede marcar la diferencia, sobre todo en personas con predisposición.
Estas son las recomendaciones más efectivas:
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Protege siempre tus manos del frío con guantes térmicos que mantengan el calor sin comprimir la circulación. Los guantes de algodón debajo de otros materiales pueden ser muy eficaces.
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Evita el contacto directo con fuentes de calor intenso, como estufas o calefactores, justo después de haber estado al aire libre.
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No expongas la piel a cambios bruscos de temperatura, especialmente si pasas de ambientes exteriores fríos a interiores muy cálidos.
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Hidrata tus manos a diario con cremas ricas y untuosas, que mantengan la piel flexible y actúen como barrera frente a la sequedad.
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Lleva ropa amplia y aislante, especialmente en los días más fríos, para favorecer la buena circulación y evitar la humedad.
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Haz ejercicio físico de forma regular, ya que mejora la circulación sanguínea en las extremidades.
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Evita el tabaco, que dificulta la circulación y puede aumentar el riesgo de sabañones.
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Cuida tu alimentación, incluyendo alimentos ricos en vitamina C, vitamina D y antioxidantes, que fortalecen la piel y el sistema vascular.
Las personas mayores, los niños y quienes padecen enfermedades vasculares o autoinmunes deben extremar las precauciones. Ante el primer síntoma, conviene actuar pronto para reducir molestias y evitar complicaciones.
Preguntas frecuentes sobre los sabañones en las manos
¿Los sabañones en las manos pueden dejar cicatrices?
En la mayoría de los casos, los sabañones desaparecen sin dejar rastro. Sin embargo, si se rascan, se infectan o aparecen ampollas que no se tratan bien, sí pueden dejar pequeñas cicatrices o manchas residuales en la piel. Por eso es importante no manipular las lesiones.
¿Es posible tener sabañones en las manos sin sentir frío?
Sí, puede ocurrir. Algunas personas con problemas de microcirculación o sensibilidad vascular desarrollan sabañones incluso con exposiciones leves al frío o en ambientes templados pero húmedos. También puede haber casos de perniosis idiopática, donde no hay una causa evidente.
¿Los sabañones son contagiosos?
No. Los sabañones no son una infección ni se transmiten de persona a persona. Son una respuesta inflamatoria del cuerpo a ciertos estímulos, principalmente el frío. No hay riesgo de contagio por contacto.
¿Los niños pueden tener sabañones en las manos?
Sí, los niños son un grupo de riesgo. Tienen una circulación periférica más inmadura y, a menudo, no identifican ni comunican bien el malestar causado por el frío. También es más frecuente que se expongan sin protección adecuada durante el juego.
¿Se pueden usar aceites esenciales para tratar los sabañones?
Algunos aceites como el de lavanda, caléndula o árbol del té tienen propiedades calmantes y antiinflamatorias, y pueden ayudar a aliviar el picor y la irritación si se usan diluidos y con precaución. Aun así, no sustituyen a los tratamientos médicos y no deben aplicarse sobre heridas abiertas.
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