Sabañones en manos

Los sabañones en manos, pies y otras partes del cuerpo pueden ser muy molestos e incluso dolorosos.
Estas lesiones en la piel a menudo son provocadas por las bajas temperaturas y la humedad, por lo que es un problema frecuente en climas fríos o estaciones con condiciones adversas como el invierno.
Por lo general, no se trata de un problema grave o que cause lesiones permanentes, pero por su carácter recurrente y la posibilidad de que aparezcan complicaciones es conveniente prestarle atención.
¿Qué son exactamente los sabañones?
Los sabañones son lesiones cutáneas inflamatorias, eritematosas o enrojecidas y que con frecuencia causan picor (pruriginosas).
El término médico para referirse a este tipo de lesiones es pernio, mientras que el cuadro clínico o el conjunto de síntomas se denomina perniosis o eritema pernio.
Es común que aparezcan sabañones en manos y pies, aunque pueden aparecer en otras áreas del cuerpo como, por ejemplo, la nariz o las orejas.
Estas lesiones tienen aspecto de pápulas o nódulos de color violáceo y tienden a aparecer con una distribución bilateral y simétrica.
Pueden aparecer a cualquier edad y, aunque los hombres también pueden tener sabañones, son más habituales en las mujeres.
Cuando los sabañones se presentan en la piel pueden causar sensación de dolor, picor o escozor en los lugares afectados y zonas adyacentes.
Además de las pápulas, también pueden aparecer ulceraciones y ampollas por el edema que se produce en la dermis.
Esto es importante, ya que los sabañones pueden complicarse si se sobreinfectan, evolucionan a verdaderas úlceras o dan lugar a fisuras dolorosas en la piel que resultan dolorosas.
Sabañones en manos, ¿dónde y por qué aparecen?
Una de las zonas del cuerpo en las que con mayor frecuencia aparecen sabañones son las manos. Concretamente, en esta parte del cuerpo las lesiones suelen producirse en la parte dorsal de las manos y en los laterales de los dedos.
Puesto que la perniosis suele manifestarse de forma bilateral y simétrica, es común que los sabañones se presenten en ambas manos.
En la mayor parte de los casos el frío desencadena la aparición de sabañones, aunque se desconocen los mecanismos precisos y razones por las que las bajas temperaturas inducen estas lesiones en unas personas y en otras no.
Esto significa que no se sabe a ciencia cierta por qué y cómo se forman las lesiones que comúnmente llamamos sabañones.
Aunque la perniosis generalmente aparece como consecuencia de la exposición a la humedad y el frío, existen otras causas que pueden dar lugar a la aparición de sabañones o eritema pernio.
Es decir, que existen diferentes enfermedades que también se asocian a los sabañones en manos, pies y otras zonas corporales.
La anorexia nerviosa, algunas neoplasias hematológicas o el lupus eritematoso son un ejemplo de condiciones patológicas en las que los sabañones aparecen de forma secundaria.
También puede suceder que aparezcan sabañones sin que se pueda asociar a una patología o factor desencadenante. En estos casos se habla de perniosis idiopática y se cree que puede estar relacionada con cierta predisposición genética.
Los sabañones y el frío
En los casos en los que el sabañón aparece a consecuencia del frío, existe una estrecha relación con la microcirculación.
Ocurre una respuesta anormal a las bajas temperaturas, con una vasoconstricción prolongada que induce una inflamación de las paredes de los vasos sanguíneos en zonas distales del cuerpo, como manos y pies.
Aunque tendemos a pensar que los sabañones aparecen ante condiciones térmicas muy agresivas, lo cierto es que no es necesario que la temperatura sea extremadamente baja.
Pueden aparecer sabañones en primavera o en otoño, cuando el clima es frío y húmedo, pero en ningún caso se está expuesto a temperaturas bajo cero.
Sí es cierto que las condiciones más extremas favorecen todavía más la aparición de estas lesiones, y por ello son más frecuentes durante el invierno y en climas especialmente fríos.
Tratamiento y prevención de los sabañones en las manos
Por lo general, los sabañones en las manos duran varias semanas, pero, si son desencadenados por el frío, pueden producirse brotes repetitivos a lo largo de un mismo invierno.
Habitualmente las lesiones se curan de manera espontánea, sin tratamiento. No obstante, este puede ser necesario si, por ejemplo, los sabañones se complican.
En cualquier caso, el tratamiento de primera línea es tomar medidas físicas preventivas, es decir, protegerse frente al frío.
Para ello será importante utilizar ropa adecuada, que aísle la piel de las bajas temperaturas. Por lo tanto, para prevenir la aparición de sabañones en las manos, será importante usar guantes.
La calefacción y el correcto acondicionamiento de la vivienda para que tenga unas condiciones térmicas adecuadas también será relevante para evitar la aparición de sabañones, sobre todo en climas fríos o durante las estaciones más frías.
Tanto la correcta indumentaria como el ambiente en casa resultan determinantes para reducir la frecuencia de brotes.
Y es que evitar la exposición al frío cuando se han padecido episodios previos de sabañones en manos u otras áreas del cuerpo es fundamental para minimizar la probabilidad de reaparición de las lesiones.
En ocasiones se emplean medicamentos para el tratamiento de sabañones, siendo el más común el nifedipino. A veces también se utilizan los corticoides de aplicación tópica.
No obstante, debe ser nuestro médico quien valore la necesidad de tomar un fármaco y quien deba indicarnos cuál es el adecuado para nuestro caso.
Cuando los sabañones aparecen de forma secundaria a una enfermedad sistémica, se deberá abordar la causa en origen. Es decir, la patología subyacente.
Otras medidas a evitar y a poner en práctica
El tabaco interfiere con la circulación normal, entre otras cosas atenuando el reflejo de vasodilatación que provoca el frío.
Por tanto, si se sufren episodios de perniosis y se es fumador, será muy conveniente dejar el tabaco.
Una vez que han aparecido las lesiones cutáneas es importante no rascarse, ya que podría dar lugar a un empeoramiento de los sabañones y favorecer la aparición de úlceras y ampollas.
Como el frío es el desencadenante de los sabañones en manos y pies, es normal tener el impulso de calentar las zonas afectadas en el calefactor o la estufa.
Por ejemplo, si se tienen las manos frías es común pensar que poniéndolas directamente sobre algún radiador para calentarlas evitaremos que nos salgan sabañones.
Pero esto no solo es desaconsejable, sino que puede ser contraproducente, ya que los cambios bruscos de temperatura incrementan el riesgo de que se produzcan sabañones.
Por tanto, no se debe sobrecalentar las manos de forma directa, sino utilizar las prendas de abrigo adecuadas para evitar que se nos enfríen en exceso y para que entren en calor una vez han estado expuestas al frío.
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