Test de bipolaridad, ¿qué tipos existen y cómo se diagnostica?

Realizar un test de bipolaridad o prueba de bipolaridad puede despertar dudas sobre su utilidad real. El trastorno bipolar es una condición de salud mental que provoca cambios extremos en el estado de ánimo, la energía y la conducta. Quien lo padece, alterna fases de manía o hipomanía, con euforia y alta actividad, con periodos de depresión marcada y falta de motivación. Detectarlo pronto es fundamental para iniciar un tratamiento que ayude a estabilizar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
En internet abundan cuestionarios que se presentan como una prueba para detectar bipolaridad. Estos test online pueden servir como referencia inicial para identificar posibles señales, pero no sustituyen la evaluación de un profesional de la salud mental. El diagnóstico fiable requiere una entrevista clínica detallada y el uso de criterios establecidos por especialistas.
¿Qué es el trastorno bipolar?
El trastorno bipolar es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por la alternancia de episodios de exaltación anímica (manía o hipomanía) y fases de depresión. Estos cambios no son simples altibajos, sino variaciones intensas y prolongadas que afectan la vida personal, laboral y social.
Durante un episodio maníaco o hipomaníaco, la persona puede mostrar una energía inusual, disminución de la necesidad de dormir, aumento de la autoestima y conductas impulsivas. Por el contrario, en la depresión bipolar predominan la tristeza, la pérdida de interés, la fatiga y la dificultad para concentrarse.
Detectar este trastorno a tiempo es esencial, ya que un tratamiento temprano puede reducir la intensidad y frecuencia de los episodios y prevenir complicaciones como las conductas de riesgo o las ideas suicidas. Por ello, aunque un test de bipolaridad pueda servir como referencia inicial, el diagnóstico debe ser siempre confirmado por un profesional de salud mental.
Clasificación del trastorno bipolar
El trastorno bipolar se presenta en distintas formas clínicas que se diferencian por la intensidad y duración de los episodios. Reconocer cada tipo es clave para orientar el diagnóstico y el tratamiento adecuado.
Trastorno bipolar I
Se caracteriza por la presencia de al menos un episodio maníaco completo, que puede ir acompañado o no de episodios depresivos. La manía implica una elevación notable del estado de ánimo, aumento de la energía, conductas impulsivas, disminución de la necesidad de dormir y, en algunos casos, ideas delirantes. Estos episodios suelen afectar de forma importante la vida diaria y requieren atención médica inmediata.
Trastorno bipolar II
En este caso, hay episodios de depresión mayor y, al menos, un episodio hipomaníaco. La hipomanía comparte síntomas con la manía, pero de menor intensidad y sin pérdida total de contacto con la realidad. Aunque menos grave en apariencia, el trastorno bipolar II puede ser muy incapacitante debido a la frecuencia e intensidad de los episodios depresivos.
Trastorno bipolar no especificado
Incluye síntomas claros de bipolaridad que no cumplen todos los criterios para ser clasificados como tipo I o II. Pueden ser episodios más cortos o combinaciones de síntomas que no encajan en las categorías clásicas, pero que igualmente afectan la estabilidad emocional y requieren seguimiento profesional.
Trastorno ciclotímico
Consiste en la alternancia de síntomas hipomaníacos y depresivos de menor intensidad que los del trastorno bipolar I o II. Aunque no alcanzan la gravedad de estos, la duración y repetición de los episodios puede alterar de forma significativa el bienestar y las relaciones personales.
Test de bipolaridad online, ¿sirven para diagnosticar?
Los test de bipolaridad online se han popularizado como una herramienta rápida para identificar posibles síntomas del trastorno. Funcionan a través de cuestionarios con preguntas sobre cambios de humor, energía, sueño y conducta. Sin embargo, su función es únicamente orientativa: no tienen validez clínica y no sustituyen una evaluación médica.
Uno de los más conocidos es el test de la OCU, que plantea preguntas cerradas con respuesta “sí” o “no”. Ejemplos de estas preguntas son:
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“¿Has pasado alguna vez por un período en el cual tu personalidad o comportamiento no han sido los habituales y estabas tan irritable que gritaste a la gente y empezaste peleas físicas?”
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“¿Has pasado alguna vez por un período en el cual tu personalidad o comportamiento no han sido los habituales y hablas más o más rápido de lo habitual?”
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“¿Has pasado alguna vez por un período en el cual tu personalidad o comportamiento no han sido los habituales y tenías mucha más energía de la habitual?”
Otro ejemplo es el test TABS, desarrollado en 2011 por Greg Mulhauser, que utiliza respuestas por frecuencia: “rara vez o nunca”, “de vez en cuando”, “a menudo” y “siempre o casi siempre”. Este cuestionario evalúa aspectos como la inquietud física, la energía, el sueño o la autoestima.
Aunque estos tests pueden ayudar a reconocer señales de alerta, el diagnóstico definitivo solo puede establecerlo un psiquiatra o psicólogo clínico, basándose en entrevistas y criterios diagnósticos oficiales.
Criterios de diagnóstico utilizados por los especialistas
Para confirmar un diagnóstico tras un test de bipolaridad, los profesionales de la salud mental utilizan los criterios establecidos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). Estos criterios definen la duración mínima de los episodios, la combinación de síntomas y el impacto en la vida diaria.
Manía
Se diagnostica cuando existe un estado de ánimo elevado, expansivo o irritable que dura al menos una semana, acompañado de tres o más síntomas como:
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autoestima exagerada o ideas de grandeza
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disminución de la necesidad de dormir
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verborrea o necesidad constante de hablar
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pensamientos acelerados o fuga de ideas
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facilidad para distraerse
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participación en actividades de riesgo
Hipomanía
Presenta síntomas similares a la manía, pero con menor intensidad y una duración mínima de cuatro días. No provoca un deterioro grave en la vida diaria, aunque puede preceder o alternar con episodios depresivos.
Depresión mayor
Se identifica cuando, durante al menos dos semanas, la persona presenta cinco o más síntomas como:
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ánimo depresivo la mayor parte del día
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pérdida de interés o placer
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cambios significativos en el peso o apetito
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insomnio o hipersomnia
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fatiga o pérdida de energía
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sentimientos de inutilidad o culpa
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dificultad para concentrarse
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pensamientos recurrentes de muerte o suicidio
Episodios mixtos
Son episodios en los que coexisten síntomas de manía o hipomanía con síntomas de depresión. Suelen implicar un alto riesgo de autolesiones o suicidio, por lo que requieren atención inmediata.
¿Cuándo acudir a un profesional?
Buscar ayuda profesional es fundamental cuando los cambios de ánimo son intensos, frecuentes o interfieren de forma significativa en la vida diaria. Aunque un test de bipolaridad pueda indicar la presencia de síntomas, la confirmación y el tratamiento deben realizarse siempre con un especialista en salud mental.
Es recomendable acudir a un psiquiatra o psicólogo clínico si:
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Los episodios de euforia, irritabilidad o tristeza duran varios días y se repiten.
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Los cambios emocionales afectan al trabajo, los estudios o las relaciones personales.
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Existen alteraciones importantes en el sueño, el apetito o la energía.
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Aparecen pensamientos recurrentes de autolesión o suicidio.
En estos casos, un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia en el control del trastorno. Además de confirmar o descartar la bipolaridad, el profesional podrá ofrecer estrategias y tratamientos adaptados a cada persona, con el objetivo de mejorar la estabilidad emocional y prevenir recaídas.
Tratamiento y seguimiento tras el diagnóstico
El tratamiento del trastorno bipolar combina medicación, apoyo psicológico y seguimiento médico regular. El objetivo es estabilizar el estado de ánimo, reducir la frecuencia de los episodios y mejorar la calidad de vida.
En la mayoría de los casos, el psiquiatra prescribe estabilizadores del ánimo y, en ocasiones, antipsicóticos o antidepresivos, según el tipo de episodio y la evolución del paciente. La medicación debe tomarse siguiendo estrictamente las indicaciones, ya que suspenderla sin supervisión puede provocar recaídas graves.
La psicoterapia es otro pilar del tratamiento. La terapia cognitivo-conductual, la psicoeducación y el trabajo con habilidades sociales ayudan a comprender la enfermedad, detectar señales de alerta y manejar el estrés.
El seguimiento médico continuo permite ajustar la medicación, evaluar la evolución y prevenir complicaciones. También es importante implicar a familiares o personas cercanas, para que puedan colaborar en el control de los síntomas y apoyar la adherencia al tratamiento.
Preguntas frecuentes sobre el test de bipolaridad
¿Puedo confirmar una prueba de bipolaridad online?
No. Un test de bipolaridad online solo sirve como referencia inicial para detectar posibles síntomas. No tiene validez diagnóstica y no sustituye la evaluación de un psiquiatra o psicólogo clínico.
¿En qué se diferencia el test de la OCU del TABS?
El test de la OCU utiliza preguntas cerradas con respuesta “sí” o “no” para identificar síntomas clave. El test TABS, en cambio, evalúa la frecuencia de los síntomas mediante escalas de respuesta que van desde “rara vez” hasta “siempre o casi siempre”.
¿Cuánto tiempo tarda un diagnóstico profesional?
El tiempo depende de la complejidad de los síntomas y de la historia clínica. En general, el diagnóstico requiere varias entrevistas y, en algunos casos, seguimiento durante semanas o meses para confirmar el patrón de episodios.