Siniestros y seguros de accidentes
En cualquier seguro, incluidos los de accidentes, todo gira en torno a los siniestros y serán las coberturas básicas y adicionales las que nos confieran amparo frente a ellos.
Los siniestros son el eje central en el contrato de cualquier seguro. Son esos eventos frente a los que queremos protegernos, los riesgos ante los que responderá nuestro seguro de accidentes, salud o decesos.
Sin embargo, que estemos protegidos frente a determinados siniestros requiere que estos estén recogidos en la póliza que hemos contratado.
Por ello, es tan importante comprender y revisar el seguro que queremos contratar e incluir, en el momento de la contratación o posteriormente, aquellas coberturas adicionales que consideremos necesarias.
¿Qué son los siniestros?
El término siniestro es clave para entender las pólizas de seguros, sea cual sea la naturaleza de estos.
Y es que, aunque solemos asociar los siniestros a los seguros de accidentes y, concretamente, a los accidentes de tráfico, este término es transversal en el mundo de los seguros.
En relación a los seguros, hablamos de siniestro para referirnos a la ocurrencia de hechos que se encuentran recogidos en una póliza contratada y que, por tanto, son susceptibles de ser cubiertas por las garantías de esta.
En otras palabras, los siniestros son aquellos sucesos que pueden derivar en que el beneficiario del seguro reciba una compensación, pues son los riesgos para los que estamos asegurados.
Aunque hablemos en plural, pues una póliza puede cubrir siniestros muy diferentes, hay que tener en cuenta que ante una eventualidad que pueda ser indemnizada, esta se maneja como un único evento y no la suma de sus consecuencias individuales.
Es decir, cuando tiene lugar un accidente, en el que se producen diversos daños y perjuicios por una causa común, no se consideran múltiples siniestros, sino que se contempla todo el conjunto como un único siniestro.
¿Qué tipos de siniestros existen?
Como decíamos, los siniestros están presentes en cualquier contrato de un seguro, sea cual sea el objeto concreto del mismo.
Por tanto, se contemplan multitud de tipos siniestros, aunque estos variarán en función del tipo de seguro del que se trate.
También de las condiciones de la póliza contratada, pues cuanto más completo sea el seguro contratado más tipos de siniestros suele cubrir.
Veamos algunos ejemplos, con diferentes tipos de seguros, para hacernos una idea de los siniestros que pueden estar incluidos en una póliza:
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Seguro de vehículo: cuando la persona asegurada sufre un accidente, se ha producido un siniestro por el que podrá ser indemnizado.
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Seguro de hogar: los daños ocasionados por un incendio o un intento de robo son tipos de siniestros que pueden contemplarse en las pólizas de estos seguros.
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Seguro de salud: en este caso se produce un siniestro cuando, por ejemplo, el asegurado sufre una enfermedad y requiere asistencia médica.
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Seguro de vida o decesos: el fallecimiento de la persona asegurada constituye un siniestro por el que los beneficiarios de la póliza tienen derecho a la compensación recogida en el contrato.
¿Y en el caso de un seguro de accidentes?
Seguros de accidentes y coberturas de siniestros
Como ya hemos visto, los siniestros son aquellos eventos para los que nos protegemos con la contratación de una póliza de seguro.
Por tanto, el grado de cobertura y la variedad de siniestros ante los que estaremos amparados por nuestro seguro dependerá en gran medida de la aseguradora y la póliza que decidamos contratar.
Para garantizar que adquirimos el seguro que realmente queremos es importante comprender cómo se distribuyen las coberturas de un seguro y, por ende, los posibles siniestros ante los que estaremos protegidos.
Todos los seguros ofrecen una serie de coberturas básicas, aunque no en todos los casos tienen por qué ser las mismas. Es decir, habrá seguros que de base sean más completos que otros.
En un seguro de accidentes lo ideal es que entre las coberturas básicas se incluya indemnización por fallecimiento a consecuencia de un accidente y por invalidez absoluta y permanente.
Además, si tenemos familia es muy conveniente que la indemnización por fallecimiento simultáneo de ambos cónyuges en un mismo accidentede tráfico también esté incluida entre las coberturas básicas del seguro.
En resumidas cuentas, el cometido principal de un seguro de accidentes es garantizar la obtención de una indemnización económica cuando, como consecuencia de un accidente, se sufren lesiones permanentes, una invalidez temporal o se produce el fallecimiento del accidentado. DKV ofrece el seguro de decesos, con cobertura de accidentes que ante cualquier tipo de consecuencia un fallecimiento o una invalidez permanente.
Coberturas opcionales para otros posibles siniestros
Además de las básicas, muchos seguros ofrecen coberturas opcionalesque amplían el grado de protección y/o la variedad de siniestros contemplados en la póliza.
Como su denominación indica, las estas coberturas adicionales son de carácter opcional, por lo que podemos añadirlas a la póliza o no.
Siempre es importante revisarlas y valorar su inclusión en el seguro que vamos a contratar, para adecuarlo a nuestras necesidades y, sobre todo, para no lamentarnos en el futuro por no haber tenido en cuenta otros posibles siniestros.
De nuevo, las coberturas opcionales ofrecidas para un seguro de accidentes pueden variar entre diferentes aseguradoras. En DKV, con la cobertura de accidentes del seguro de decesos, ante cualquier tipo de accidente que tenga como consecuencia un fallecimiento o una invalidez permanente, os ofreceremos un pago de entre 1.000 euros y 60.000 euros.
En cualquier caso, entre los siniestros que podríamos cubrir de forma adicional podemos destacar:
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La asistencia médica y la hospitalización a causa de un accidente.
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El fallecimiento por un infarto de miocardio.
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La incapacidad temporal.
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La ampliación de la indemnización por invalidez total o fallecimiento en un accidente de tráfico.
Los dos últimos casos, cobertura de incapacidad temporal y ampliación de la indemnización por invalidez total, son un ejemplo de la ampliación del grado de protección que mencionamos anteriormente.
El seguro básico nos cubre en caso de invalidez total y permanente, pero agregando la cobertura opcional de invalidez temporal también nos protegemos ante la imposibilidad de trabajar o realizar nuestras actividades cotidianas durante un tiempo.
Eso puede ser importante si, por ejemplo, como consecuencia de un accidente necesitamos un periodo medio-largo de recuperación.
En el caso de la ampliación de la indemnización por invalidez total o fallecimiento no estamos incorporando a nuestra póliza un siniestro diferente, sino una mejor cobertura que la que ofrece el seguro básico.
Es decir, lo que obtenemos al contratar esta cobertura opcional es una cuantía mayor a la que percibiríamos con las coberturas básicas como indemnización por el siniestro sufrido y sus consecuencias.
En definitiva, a la hora de contratar tu seguro es importante revisar las características del mismo, las coberturas básicas que se incluyen en la póliza y si existen coberturas opcionales que podamos agregar para un seguro más completo todavía.
También es conveniente ver las diferentes modalidades que nos ofrece la compañía de seguros. Por ejemplo, en algunos casos se ofrecen seguros de accidentes con cobertura familiar.
Esto significa que la póliza también contempla accidentes en los que estén involucrados varios miembros de la unidad familiar.
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