Nutrición ortomolecular, lo que necesitas saber
El concepto de nutrición ortomolecular genera opiniones muy controvertidas. Hoy en día, es considerada una terapia alternativa ya que carece de evidencia científica.
¿Qué es la nutrición ortomolecular?
La nutrición ortomolecular consiste en el consumo elevado de ciertas sustancias como vitaminas, minerales, aminoácidos, ácidos grasos, etc. a través de la dieta y de suplementos nutricionales. Estos complementos son considerados nutracéuticos, es decir, productos no farmacológicos cuya composición es a base de sustancias naturales como extractos de hierbas.
Beneficios de la nutrición ortomolecular
El objetivo de la nutrición ortomolecular es alcanzar un estado de salud óptimo, así como prevenir y tratar diversas enfermedades. Los defensores de esta terapia, afirman que modificando las concentraciones de algunos micronutrientes a nivel celular se corrigen los desequilibrios bioquímicos originados por las distintas enfermedades.
La nutrición ortomolecular alega tratar numerosas enfermedades y condiciones médicas tales como:
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Enfermedades de tipo intestinal como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn.
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Enfermedades dermatológicas como la psoriasis, los eczemas, etc.
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Enfermedades mentales como la depresión, la ansiedad, etc.
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Enfermedades metabólicas como la diabetes y la obesidad.
En qué se basa la dieta
La alimentación en este tipo de terapia tiende a ser pautada de forma personalizada por un especialista en “nutrición o medicina ortomolecular”. No obstante, hay algunas características comunes que suelen aplicar:
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La base de la dieta consiste en los siguientes grupos de alimentos: frutas, vegetales, cereales (quinoa, mijo, arroz, maíz, etc.), carne, pescado, huevos, algas, frutos secos, semillas y legumbres.
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En cambio, se desaconsejan los siguientes grupos alimentarios: leche y derivados, productos procesados ricos en azúcares, edulcorantes y/o aceites hidrogenados, trigo y derivados (pan, pasta, etc.).
A parte de la dieta, también se le da importancia a la práctica regular de ejercicio físico y a la buena calidad de sueño. Sin embargo, la principal característica de la nutrición ortomolecular es la pauta de suplementos nutricionales.
Según esta disciplina, los alimentos de hoy en día no contienen tanto valor nutricional como antaño. Por lo tanto, sostiene que seguir una dieta adecuada no es suficiente para lograr satisfacer las necesidades bioquímicas del organismo.
En una terapia de nutrición molecular, se acostumbra a pautar un complejo de multivitaminas y minerales, además de los nutrientes individuales que se requiera en cada caso. Estos complementos suelen darse en cantidades muy elevadas, por encima de las dosis recomendadas por el Institute of Medicine (IOM), el Food and Nutrition Board (FNB) y la European Food Safety Authority (EFSA).
¿Qué riesgos conlleva la nutrición ortomolecular?
Como muchas terapias alternativas, la nutrición ortomolecular no solamente puede no resultar útil para los beneficios que promete, sino que puede ser potencialmente perjudicial para la salud. Veamos el porqué:
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No estar abordando enfermedades con el tratamiento indicado. El uso de este tipo de terapia puede sustituir el seguimiento de los tratamientos que realmente requieren las personas con distintas enfermedades.
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Hipervitaminosis o acumulación excesiva de minerales. Esto puede darse cuando se superan los niveles superiores de ingesta tolerable de ciertas vitaminas o minerales. Únicamente con la dieta es muy difícil exceder dichos valores, cuando ocurren estos casos suele ir ligado a la toma de suplementos. Los efectos adversos pueden ser muy variados dependiendo del micronutriente en cuestión. La toxicidad de estas sustancias puede manifestarse desde síntomas gastrointestinales hasta neurotoxicidad, daño hepático o insuficiencia renal.
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Falta de estudios de seguridad e interacción. Los suplementos utilizados en la nutrición ortomolecular no han sido testadas a fondo para averiguar si interactúan con fármacos, alimentos, otros suplementos o tratamientos coadyuvantes.
En 2012, el Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (GREP‐AEDN) publicó su postura oficial en relación a la nutrición ortomolecular. Teniendo en cuenta los riesgos asociados, la calificó de “una propuesta paracientífica, engañosa, fraudulenta y potencialmente peligrosa”.
Otras sociedades científicas como la Sociedad Americana del Cáncer o la Academia Americana de Pediatría, también se han posicionado desaconsejando este método.
Por todo ello, ante el objetivo de mejorar la salud a través de la alimentación es recomendable acudir a un/a dietista-nutricionista. Estos profesionales se basan en la nutrición humana y la dietética como disciplina científica. Se encargan de asesorar de forma nutricional al individuo teniendo en cuenta su historia clínica y necesidades específicas. No obstante, en contraposición a la nutrición ortomolecular, se trabaja ofreciendo recomendaciones basadas en la evidencia científica.
Preguntas frecuentes sobre nutrición ortomolecular
¿Qué suplementos nutricionales se suelen pautar en las terapias de nutrición ortomolecular?
Los suplementos más usados en la nutrición ortomolecular son:
- Complejos multivitamínicos con minerales
- Suplementos de vitamina A
- Suplementos de vitaminas del grupo B
- Suplementos de vitamina C
- Suplementos de vitamina D
- Suplementos de vitamina E
- Complementos de ácidos grasos omega 3 y omega 6
¿Qué efectos adversos puede tener un exceso de las vitaminas A y D?
La hipervitaminosis A puede producir alteraciones del desarrollo en bebés y niños, así como malformaciones congénitas en fetos. Es por esto que, un alto consumo de vitamina A es especialmente peligroso en mujeres embarazadas y niños.
El exceso de vitamina D, en cambio, se relaciona con la acumulación de calcio en sangre o hipercalcemia. Ocasiona síntomas tales como fatiga, debilidad, cálculos renales, vómitos y deshidratación.
¿Cuándo está justificada la suplementación nutricional?
La necesidad de suplementación se debe valorar tras la realización de una analítica de sangre, cuando se evidencia un déficit de vitaminas y/o minerales. Siempre debe ser prescrito por un profesional sanitario. Asimismo, hay grupos de población cuyos requerimientos se ven aumentados en algunas etapas de la vida o en situaciones específicas. Para saber más, lee este artículo.
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