Espasmos musculares durante el ejercicio ¿por qué se producen?
Los temblores o espasmos musculares al hacer ejercicio son algo normal que a todos, seguramente, nos ha pasado alguna vez. Esta sensación puede ocurrir en cualquier momento del ejercicio, pero… ¿por qué ocurren?
¿Qué son los espasmos musculares?
Los calambres o espasmos musculares son contracciones involuntarias del músculo, intensas y, con frecuencia, dolorosas. Pueden ocurrir en cualquier situación y, por lo general, se dan cuando se realiza un entrenamiento prolongado. Estos generalmente afectan a grandes músculos, aunque también pueden ocurrir en músculos más pequeños.
Los espasmos musculares son una cuestión de coordinación nerviosa intramuscular. Cuando hacemos un ejercicio, nuestros nervios mandan señales a los músculos para que se contraigan. En una persona entrenada, esa señal está sincronizada y todas las fibras musculares se contraen al mismo tiempo. En cambio, en una persona con poco entrenamiento que coge mucho peso, esa señal nerviosa llega desincronizada a todas las fibras del músculo, lo que hace que unas se contraigan antes y otras después, causando el característico temblor.
¿Dónde ocurren los espasmos musculares?
Los calambres o espasmos pueden aparecer en personas que no hacen ejercicio por diferentes razones. En deportistas, el calambre está asociado al entrenamiento y puede ocurrir en diferentes partes del cuerpo, según sea la que esté trabajando.
Por ejemplo, los espasmos en la pantorrilla suelen darse en los jugadores de fútbol o a personas que practican natación. Los deportistas que utilizan más el tren superior, como los tenistas, suelen sufrir espasmos musculares en el brazo o en la mano.
Causas de los espasmos musculares al hacer ejercicio
Aunque no se conocen a fondo las causas que pueden originar los calambres o espasmos musculares, algunas situaciones pueden favorecer su aparición:
-
El esfuerzo o ejercicio físico intenso sin descanso.
-
Una lesión muscular.
-
Actividad excesiva tras un largo periodo sin realizarla.
-
Cansancio muscular excesivo.
-
Deshidratación o falta de electrolitos como sodio y potasio.
-
Hacer ejercicio con altas temperaturas.
-
Ciertas afecciones médicas como insuficiencia renal o diabetes.
Generalmente, los deportistas suelen sufrir espasmos musculares si, durante el entrenamiento, se suda mucho y no se reponen el líquido y los minerales consumidos. Estos minerales son indispensables para que las fibras musculares se contraigan.
Síntomas de los espasmos musculares
Los síntomas de los calambres se manifiestan, por lo general, como una contracción dolorosa en el músculo afectado. Inicia repentinamente, es involuntario y transitorio, con el estiramiento del músculo cesa.
Por lo general, suelen desaparecer por sí solos y no requieren de atención. Otros síntomas son:
-
Dolor que se puede esparcir por el cuerpo y empeorar con acciones como estornudos, toses o al sentarse.
-
Empeoramiento del dolor al acostarse y dificultades para moverse.
-
Calambres, que son contracciones repentinas y dolorosas de los músculos.
-
Fatiga y debilidad muscular, que pueden indicar tanto la presencia de espasmos como de condiciones subyacentes.
-
Entumecimiento, hormigueo o sensación de hormigueo, sugiriendo afectación nerviosa relacionada con los espasmos.
-
Fasciculaciones, que son contracciones leves y finas de los músculos, visibles bajo la piel.
-
Movimientos rápidos, sin propósito e incontrolables, que pueden ser señales de espasmos musculares más grave.
-
Molestia intensa, hinchazón de la zona y debilidad muscular
Sí sientes alguno de estos síntomas, es importante que consultes con tu médico.
Cómo prevenir los espasmos musculares
Aunque los músculos pueden acalambrarse ante cualquier situación y dada la variedad de sus causas, no existe una forma de prevenir los calambres. Sí se pueden tomar ciertas medidas que pueden ayudar:
-
Consumir una dieta variada y equilibrada.
-
Hidratarse adecuadamente y regularmente, antes de tener sed.
-
Aumentar progresivamente la intensidad del entrenamiento.
-
Usar un calzado adecuado, estable y que no ajuste demasiado.
-
Comienza a entrenar lentamente si no has estado activo desde hace tiempo.
-
Tener un descanso suficiente entre cada entrenamiento.
-
Cuidado con los cambios de temperatura.
Si estás entrenando y el espasmo muscular te da en ese momento, es recomendable lo siguiente:
-
Deja de hacer el ejercicio que estabas haciendo.
-
Estira suavemente el músculo que tengas acalambrado. Mantenlo estirado poco a poco hasta que el calambre se vaya.
-
Masajea el músculo suavemente, puedes hacerlo con los rodillos especiales para masajes o con tus manos.
-
Bebe agua o alguna bebida isotónica para recuperar la hidratación.
-
Si el calambre es en la pierna camina un poco al recuperarte.
Recuerda que con una correcta planificación de la actividad, con un descanso adecuado entre sesión y sesión, una alimentación equilibrada y una hidratación correcta, puedes prevenir o disminuir la aparición de espasmos musculares.
Artículo publicado originalmente el 20 de septiembre del 2012 y actualizado el 11 de marzo del 2024
Preguntas frecuentes sobre los espasmos musculares
¿Cómo se quita el espasmo muscular?
Si estás haciendo deporte, deja de hacerlo, estira el músculo suavemente y aplica un ligero masaje, puedes aplicar también una compresa caliente o de hielo.
¿Qué pasa si tengo espasmos musculares?
Los espasmos musculares son comunes entre los deportistas, sentirás que el músculo afectado se pone tenso o rígido y sentirás algo de dolor.
¿Qué provoca los espasmos musculares?
Los espasmos musculares pueden ser provocados por una variedad de factores, incluyendo fadiga muscular, alongamiento incorrecto antes o después del ejercicio, deficiencia o exceso de minerales y electrolitos, disminución del suministro de sangre a un músculo, compresión nerviosa, consumo excesivo de cafeína, anfetaminas y otros estimulantes, disturbios autoinmunes.
¿Cuándo son preocupantes los espasmos musculares?
Los espasmos musculares pueden ser inofensivos en muchos casos, pero existen ciertas situaciones en las que pueden ser indicativos de problemas de salud más serios. Son preocupantes cuando persisten o se repiten con frecuencia, se acompañan de dolor severo, limitan el movimiento, se presentan con otros síntomas o no tienen una causa clara.
Productos y servicios relacionados