Ruido mental, redúcelo mediante entrenamiento mental
Cuando hablamos de ruido, siempre hacemos referencia al ruido externo, aquel sonido que podemos considerar no deseado o bien, desagradable, y que normalmente nos crea malestar. Aunque el más común sea el ruido externo, también existe el ruido interno o ruido mental.
Cuando aludimos a ruido mental, hablamos de aquellos pensamientos, distracciones y emociones que ocupan constantemente nuestra mente y que nos es muy difícil controlar. Estos pensamientos que nos angustian de manera constante suelen ser repetitivos, intrusivos, negativos y nos cuesta mucho hacerlos desaparecer.
Qué es el ruido mental
Como ya hemos avanzado, el ruido mental son aquellos pensamientos y emociones que, de manera constante, nos atormentan y nos cuesta sacarnos de la cabeza por ser repetitivos, intrusivos y negativos. Muchas veces no somos conscientes de este ruido mental y es, en casos de más gravedad, donde se acentúa, llegando a afectar en las actividades diarias, como el trabajo o las relaciones interpersonales.
Normalmente, la persona suele darse cuenta de que existe ruido mental cuando quiere enfocar la atención en una tarea o acción y esos ruidos se lo impiden.
Este ruido mental puede manifestarse de diversas maneras como: ansiedad, preocupación excesiva, miedo al futuro, rumiaciones, autocrítica constante, pensamientos obsesivos y autodiálogo interno.
Además de todas esas causas, el ruido mental puede venir por diferentes fuentes como estrés laboral, conflictos personales, preocupaciones o situaciones traumáticas.
Las consecuencias de mantener un ruido mental constante son:
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La dificultad de concentrarse y poner atención a las tareas, generando más estrés al sentirnos poco productivos o eficientes.
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Preocupaciones constantes que nos abruman emocionalmente y aumentan la sensación de ansiedad.
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Falta de descanso mental por el ruido constante. Se hace imposible desconectar y descansar adecuadamente, fomentando la fatiga y el agotamiento.
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Dificultad de la gestión y regulación emocional, aumentando la reactividad emocional y el estrés.
Cómo gestionar nuestro ruido mental
Cómo evitar el ruido mental
Este ruido mental puede afectar negativamente a nuestra salud, tanto emocional como mental. Como no se puede parar, afecta a nuestro bienestar y rendimiento en varias áreas de nuestra vida.
Pero debemos ser conscientes de lo importante que es tener la mente tranquila para poder afrontar con efectividad cualquier problema y situación que nos encontremos durante nuestro día a día, observando y decidiendo sobre diferentes alternativas.
Te explicamos diferentes consejos para que puedas practicar y así prevenir y parar el ruido mental.
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Realizar técnicas de meditación como el mindfulness: la meditación es un proceso para purificar la mente llevándola a su máximo potencial. El mindfulness o atención plena es aquella meditación que consiste en poner atención plena y consciente al momento presente, sin juzgar los pensamientos y emociones que van pasando por la mente. Es una manera de tomar consciencia de la realidad y de encontrar de manera más fácil, aquellas frases y pensamientos que se repiten. Esto nos da la oportunidad de trabajar el estrés y aquellos pensamientos repetitivos y molestos. El mindfulness nos ayuda a recuperar el equilibrio interno.
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Practicar técnicas de relajación: una manera eficaz de combatir el estrés asociado al ruido mental y calmar la mente es mediante las técnicas de relajación, como el yoga o la respiración profunda. Una técnica muy eficaz para combatir el ruido mental es la técnica de relajación muscular progresiva de Jacobson, que consiste en tensionar y relajar diferentes músculos, sosteniendo unos 10 o 15 segundos la tensión y la relajación. Esta técnica trabaja con diferentes grupos musculares: rostro (frente, ojos y mandíbula), cuello y hombros, abdomen y piernas.
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Hacer ejercicio físico de manera constante: el ejercicio físico es una manera de autorregularse, liberar endorfinas y mejorar el estado de ánimo combatiendo el estrés y reduciendo el ruido mental. Además, disminuye la sensación de fatiga, lo que hace que la persona trabaje de manera más activa y descanse mejor.
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Llevar un diario emocional: llevar un diario de las emociones repetitivas y negativas que se vayan sucediendo por la mente es beneficioso para exteriorizarlas y darse cuenta de cuáles son aquellas que ocupan la mente y nos distraen del presente. Para llevar este diario de emociones, toma un momento y observa qué frases se repiten de manera frecuente en tu mente. Escríbelas para tomar conciencia de ellas. Anota pensamientos repetitivos y emociones negativas como rabia, frustración, miedo, impaciencia, agobio, etc. Cuando este ejercicio se haya realizado varias veces, busca un plan de acción para solucionar estos pensamientos y emociones.
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Dedicar momentos para realizar actividades placenteras: dedicar diariamente momentos para participar en actividades que nos den placer y nos hagan felices, nos permitirá disfrutar de momentos en los que no tengamos pensamientos negativos, desviando el ruido mental y fomentando emociones y pensamientos positivos. Además, es importante que en aquellos momentos en que se estén haciendo actividades placenteras, se reduzca el tiempo dedicado a dispositivos electrónicos, para disminuir la sobrecarga de información y permitir que la mente descanse.
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Buscar ayuda psicológica: siempre que aplicando estos consejos, no se encuentre una manera de disminuir el ruido mental, buscar ayuda de profesionales servirá para identificar y cambiar patrones de pensamientos negativos y disfuncionales.
Cuando el ruido mental se vuelve alto e insoportable, el entrenamiento mental puede resultar muy eficaz. El entrenamiento mental es una práctica constante y regular para conseguir una meta. En este caso, reducir el ruido mental. Aplica de manera diaria estos consejos para poder reducir el ruido mental de manera eficiente.
Referencias
Preguntas frecuentes sobre ruido mental
¿Qué es el silencio mental?
El silencio mental es todo lo contrario al ruido mental. Es aquel estado en el que los pensamientos y las emociones están quietos y la mente descansa, siendo un estado de bienestar y serenidad.
¿Qué beneficios nos aporta el silencio?
Al contrario que el ruido mental, el silencio nos aporta tranquilidad, paz y calma. A nivel cognitivo estimula nuestra atención y concentración. El silencio nos ayuda a combatir el ruido mental que nos rodea diariamente y nos ayuda a bajar el ritmo frenético de nuestra vida diaria.
¿Cómo afecta el ruido mental?
Como hemos avanzado en el artículo, el ruido mental afecta negativamente a nuestra salud y bienestar. Podemos ver que afecta a nuestra concentración y atención, a la calidad de sueño favoreciendo el insomnio, a nuestra capacidad de comunicación y puede afectarnos físicamente con el aumento del estrés y el incremento de la presión arterial.
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