Adiós a los estrógenos. Cambios en la mujer a los 40

06 Mar 2019
A partir de los 45 años, condicionado por la disminución de estrógenos, el cuerpo de la mujer empieza a perder masa ósea.

¿Por qué se producen cambios en la mujer a los 40? Porque las hormonas han comenzado a disminuir, estamos hablando sobre todo de la producción de estrógenos. Esto hace que la grasa corporal se reorganice, predominando en los glúteos, las piernas. Además aumenta el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. 

Asimismo, la masa muscular y el tono se ven disminuidos, aumentando la flacidez de los tejidos, ya sean las piernas, los brazos, el abdomen o el suelo pélvico. Por este motivo, es altamente recomendable practicar ejercicios de forma regular a una intensidad moderada. Entre otros están los ejercicios de Kegel para mejorar el suelo pélvico, la gimnasia hipopresiva, los ejercicios del método Pilates, espalda sana, etc.

Cambios a partir de los 40 años

A partir de los 40 años las posibilidades de conseguir un embarazo sano son cada vez menores. Desde el punto de vista fisiológicos, las mujeres de más de 40 años, incluso ya desde los 35 años, ven disminuida su fertilidad simplemente por agotamiento de la reserva ovocitaria. Además se añaden riesgos como la hipertensión, la diabetes, malformaciones fetales, abortos… por eso desde las sociedades médicas se recomienda que el embarazo se dé antes de esta época.

 Cambios en la mujer a los 45 años

A partir de esta edad, y más a partir de los 45 años, condicionado por la disminución de estrógenos, el cuerpo empieza a perder masa ósea, por lo que es muy importante mantener una buena alimentación, evitar el tabaquismo, intentar realizar ejercicio de forma regular que evite que en un futuro, y sobre todo tras la llegada de la menopausia, esta pérdida sea excesiva.

 

Entre los 45-50 años pueden aparecer los primeros sofocos, irritabilidad, cambios bruscos de humor, dificultad para dormir, disminución del deseo sexual, sequedad vaginal… Es como consecuencia de la perimenopausia, y aunque es un proceso fisiológico normal, no deja de ser incómodo para la mujer. A veces se hace necesario recurrir a terapias. Estas terapias son sencillas. Se utilizan mucho las hidratantes vaginales con ácido hialuronico que reestablecen la elasticidad de los tejidos, estrógenos naturales como las isoflavonas, que ayudan a combatir los sofocos y la irritabilidad, y otros complementos alimenticios con L-triptófano, GABA... que mejoran la calidad del sueño y los cambios de humor.

Cambios a partir de los 50 años

Durante la década de los 50 se producen cambios físicos y psicológicos que hay que aprender a sobrellevar y aceptar vivir con ellos. Aparece la menopausia, falta de menstruación durante 12 meses, con ello el fin permanente de la función folicular. En esta época los cambios físicos son consecuencia directa de ella. Continúa la redistribución de la grasa, disminuye más la masa muscular y el tono, la elasticidad de todos los tejidos y de la piel. Los huesos se deterioran más y puede aparecer artrosis en las articulaciones. Empieza a desaparecer el vello púbico, el axilar, el resto del pelo también sufre cambios, y se tiende a aumentar de peso.

En estos momentos de la vida de la mujer, el ginecólogo muy probablemente sea el especialista que mejor va a saber tratarla. Le va a explicar que todos estos cambios físicos son producidos por las hormonas y que está todo dentro de la normalidad, no está sufriendo una enfermedad. En la medida de lo posible la acompañará en este momento e intentará aliviar los síntomas.

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Equipo medico dkv
Autor/a: Equipo médico DKV

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