¿Cuándo acudir al endocrinólogo?
El endocrinólogo es el especialista que controla las enfermedades que afectan a nuestro metabolismo, siendo las más frecuentes la diabetes, los trastornos tiroideos, los trastornos de las glándulas hipófisis, sexuales y suprarrenales, y los trastornos de la nutrición. Se recomienda acudir al endocrino y realizar un estudio metabólico en aquellas personas que detectan cambios inexplicables en su metabolismo de base, por ejemplo, un aumento o disminución de peso, nerviosismo, cambio en la percepción de la temperatura, pérdida o aparición de cabello, alteraciones menstruales, secreción mamaria, una disminución de la libido, etc.
- Diabetes, la principal enfermedad del sistema endocrino
- En qué consiste el estudio metabólico
- Otras patologías frecuentes en la consulta del endocrino
Diabetes, la principal enfermedad del sistema endocrino
Con diferencia es la diabetes la principal enfermedad del sistema endocrino, no solo por su prevalencia, sino también por sus efectos a largo plazo y su influencia en la morbimortalidad de la población. Se trata de una enfermedad caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre (hiperglucemia). En condiciones normales, los valores elevados de glucosa se regulan con una hormona fisiológica llamada insulina, producida por el páncreas. Cuando el nivel de glucosa en sangre aumenta, por ejemplo, después de la ingesta, la insulina se encarga de almacenarla en el interior de las células en forma de fuente energética. Si este mecanismo falla, la glucosa se acumula en sangre y se elevan sus niveles.
Puede ocurrir que la secreción de insulina sea insuficiente por parte del páncreas o que no cumpla su función correctamente. Ello se traduce en niveles elevados y mantenidos de glucemia en sangre. A largo plazo ocasiona complicaciones en determinados órganos como ceguera, amputaciones, insuficiencia renal, enfermedades cardiovasculares y muerte prematura. Ante un caso de hiperglucemia mantenida, el endocrino inicia un estudio para identificar la posible causa y etiquetar el tipo concreto de diabetes. Existen dos tipos de diabetes: tipo 1 y tipo 2.
- La Diabetes de tipo 1 es poco frecuente (menos del 10%). Se caracteriza por tener una base autoinmune (se fabrican anticuerpos frente a las propias células del organismo) que impide la correcta producción de insulina por parte del páncreas. Suele debutar en la infancia. El único tratamiento posible y efectivo es la insulina.
- La Diabetes tipo 2 es la más frecuente (90% de los casos). En este caso el páncreas deja de producir insulina o ésta no funciona correctamente (resistencia a la insulina). El tratamiento inicial en estos casos suele ser a base de antidiabéticos orales, aunque pueden precisar insulina si no existe un correcto control metabólico.
Algunos de los hallazgos más frecuentes que podemos identificar al inicio de una enfermedad por diabetes son: niveles elevados de glucosa en sangre (hiperglucemia), aumento de la frecuencia miccional y de la cantidad de orina, aumento de la sed y/o del apetito o cansancio injustificado.
En qué consiste el estudio metabólico
El estudio metabólico consiste en una analítica completa donde se estudia el nivel de glucemia en sangre antes y después de las comidas junto con otros parámetros como son la hemoglobina glicada, la función renal, el nivel de insulina, la presencia de autoanticuerpos… El tratamiento adecuado dependerá de los valores de glucemia, del tipo de diabetes y del perfil del paciente. Antes de iniciar un tratamiento debe instruirse al paciente en cuanto a un cambio en el estilo de vida y hábitos saludables (dieta y deporte, fundamentalmente). Es posible que ello consiga controlar los niveles de glucemia sin necesidad de realizar un tratamiento farmacológico, aunque, como hemos comentado, la diabetes tipo 1 requiere inexorablemente tratamiento con insulina.
Respecto a la actividad física recomendada sería de intensidad media y duración de unos 30 minutos, mínimo tres días por semana (idealmente 5 días por semana). En la dieta debe insistirse en las raciones adecuadas de hidratos de carbono por tratarse de la principal fuente de aporte de glucosa.
Cuando el paciente diabético está estudiado y ha comenzado la pauta farmacológica, es controlado por su médico de familia, aunque, asiste periódicamente al control por el endocrino.
Otras patologías para acudir al endocrinólogo
Otras patologías que deben valorarse por el endocrinólogo son las alteraciones del crecimiento, los retrasos en el desarrollo sexual, las alteraciones tiroideas, las alteraciones ováricas (endometriosis, ovario poliquístico), las dislipemias…
La figura del endocrinólogo es, también, fundamental en el enfoque de la obesidad mórbida, dentro del equipo multidisciplinar (formado por el cirujano, el psicólogo, el nutricionista, el médico de familia, etc.). La indicación de la cirugía bariátrica se realiza cuando se descartan otras alternativas terapéuticas.