Ondas de choque, la terapia regenerativa
La terapia de ondas de choque se usa principalmente para la regeneración de tejidos. Te contamos en qué casos está indicada y cuáles son sus efectos biológicos.
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¿Qué son las ondas de choque?
Las ondas de choque son ondas acústicas o sónicas de alta potencia que, aplicadas debidamente en una zona afectada, generan una respuesta biológica.
La terapia de ondas de choque es usada con fines medicinales para la reparación de tejidos. Se trata un tratamiento no invasivo que se utiliza con frecuencia en la fisioterapia, la medicina deportiva y la rehabilitación. En algunos casos, esta terapia evita tener que pasar por quirófano o someterse a procedimientos más invasivos. Además, acorta el tiempo de recuperación de lesiones.
Su aplicación se realiza con un instrumento terapéutico que cuenta con un cabezal conductor y se emplea directamente sobre la piel. Se trabaja la zona afectada con movimientos giratorios. Para favorecer la transferencia de las ondas de choque, previamente, se aplica un gel sobre la zona a tratar. Además, los aparatos a los que se recurren permiten adaptar la frecuencia e intensidad de las mismas así como el número de disparos. Esta terapia se administra en sesiones ambulatorias cortas de entre 5 y 20 minutos y solo pueden ser administradas por profesionales médicos o fisioterapeutas formados.
Se diferencian dos tipos de ondas las cuales tienen efectos terapéuticos parecidos. No obstante, cada una de ellas es más adecuada para cierto tipo de lesiones.
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Ondas focales: tienen un foco ya que las ondas se propagan en dirección a un solo punto. Permiten que haya mayor penetración sobre el tejido a tratar ya que actúan a mayor profundidad. Están más indicadas para tratar patología ósea. Las ondas focales pueden ser generadas de tres formas distintas: electromagnética, electrohidráulica y piezoeléctrica.
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Ondas radiales: se propagan de manera divergente, son menos invasivas y su efecto es más superficial. Por ello, generan menos molestia que las ondas focales. Las ondas radiales están más indicadas para la tendinitis y lesiones más superficiales.
Indicaciones para la terapia de ondas de choque
Actualmente, la terapia de ondas de choque tiene múltiples indicaciones. Se aplica en situaciones como:
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Dolor crónico
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Fascitis plantar
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Calcificaciones (acumulación de calcio en un tendón) como el espolón calcáneo, tendinopatía crónica (tendinosis), rodilla de saltador, codo de tenista (epicondilitis), etc.
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Contracturas, sobrecargas musculares, síndrome miofascial, lesiones musculares y puntos de gatillo
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Cicatrices, quemaduras, úlceras cutáneas
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Disfunción eréctil de origen vascular
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Pseudoartrosis, fracturas por estrés
La Sociedad Española de Tratamientos con Ondas de Choque (SETOC) respalda que la terapia de ondas de choque es muy efectiva para la disminución del dolor, la recuperación de la funcionalidad y la consolidación ósea.
Existen otros tratamientos también indicados para la regeneración de tejidos pero generalmente son más invasivos. Es el caso de la electrolisis percutanea intratisular (EPI).
Beneficios
La terapia de ondas de choque genera diferentes efectos biológicos y mecánicos sobre la zona tratada. Algunos de ellos son:
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Efecto antiinflamatorio gracias a la activación de compuestos proinflamatorios.
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Efecto analgésico ya que logra disminuir el dolor en zonas particulares.
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Ayuda en la consolidación ósea incrementando la proliferación de osteoblastos.
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Estimulación de la producción de colágeno y elastina.
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Favorece la formación de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis). Dicho de otro modo, promueve el aumento de la vascularización.
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Fragmentación y absorción de la calcificación. Las ondas de choque promueven la disolución de fibroblastos calcificados.
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Regeneración cutánea. Por ello, esta terapia se está usando cada vez más en afecciones de la piel como cicatrices, úlceras, etc.
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Diferenciación y migración de células madre.
La evidencia científica respalda que las ondas de choque resultan ser un tratamiento muy eficaz para múltiples patologías. Se considera un método seguro que tiene muy pocos efectos secundarios. Actualmente, se continúa estudiando su efecto en otros campos como la neurología, la odontología o la medicina estética. Por ello, cabe esperar que en un futuro incrementen las indicaciones de la terapia de ondas de choque.
Manifiesto de DKV Salud y Carlos Ríos, creador del movimiento "Realfooding"
Preguntas frecuentes sobre ondas de choque
¿Duele someterse a la terapia de ondas de choque?
Este tipo de tratamiento no suele doler pero puede resultar incómodo. Las sesiones de ondas de choque no requieren anestesia ni sedación. Pueden llegar a ser molestas pero dependerá de la frecuencia, del tipo de onda y, evidentemente, del umbral del dolor de cada persona. Tras la sesión es normal que aparezca sensación de dolor en la zona tratada aunque suele ser bien tolerado y no suele extenderse más de unas horas.
¿Cuántas sesiones de ondas de choque necesito para obtener resultados?
El número de sesiones depende de cada caso. En general, oscila entre las 3 y las 6 sesiones. Deberán estar espaciadas entre sí durante unos 5-10 días. Sin embargo, se pueden empezar a notar resultados desde la primera sesión.
¿La terapia de ondas de choque está contraindicada en algún caso?
La terapia de ondas de choque puede estar contraindicada en algunas situaciones. Por ejemplo, durante el embarazo, en personas que tengan problemas de coagulación (hemofilia, trombosis, etc.) o que estén tomando medicación anticoagulante, personas con neoplasias, personas que lleven marcapasos, niños en edad de crecimiento, etc.
¿Durante el tratamiento con ondas de choque puedo continuar haciendo actividad física?
Es recomendable no realizar actividad física intensa durante las 48h posteriores a la sesión de ondas de choque. A parte de eso se podrá hacer vida normal.
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