Infusión de lavanda, sus pros y contras

La lavanda es una especie mediterránea que crece naturalmente en zonas de clima seco, templado y soleado. Hay diferentes países en los que se cultiva con fines comerciales como Francia, Italia, España y Bulgaria, líder mundial en su producción. En algunas de estas regiones, como la Provenza francesa, los campos de cultivo se han convertido en un atractivo turístico durante la época de floración (de junio a agosto).
En el mundo de la fitoterapia, la lavanda está presente en diferentes productos y formatos (aceite esencial, infusión, cápsulas, pomadas, etc.) y cuenta con diversas propiedades medicinales.
Infusión de lavanda, ¿qué contiene?
Las flores secas de la lavanda se usan para la elaboración de infusiones.
Esta planta contiene compuestos bioactivos como el linalool, el acetato de linalilo, el cineol, algunos polifenoles como la luteolina (flavonoide), diferentes taninos y cumarinas. Dichos compuestos son los que le confieren las propiedades ansiolíticas, antioxidantes o antiinflamatorias, entre otras.
Principales usos y beneficios de la infusión de lavanda
La infusión de lavanda tiene distintos usos y fines terapéuticos:
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Descanso. Su consumo puede ayudar a conciliar el sueño en casos de insomnio leve. Para potenciar este efecto, suele combinarse con plantas como la tila, la valeriana o la pasiflora. Otro uso de la lavanda para el sueño es a través de la aromaterapia, empleando el aceite esencial.
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Digestiones. Su acción antiespasmódica y carminativa puede aliviar las molestias provocadas por el meteorismo intestinal (flatulencias o gases). Se recomienda tomar después de las comidas principales.
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Ansiedad. Varios componentes de la lavanda tienen efectos sobre el GABA (ácido gamma-aminobutírico), un neurotransmisor muy importante que inhibe el sistema nervioso central. Cuando este se une a sus receptores, induce relajación. Puede ser una herramienta suave y útil para reducir los niveles de ansiedad leve, así como para ayudar a tranquilizar en estados de nerviosismo o irritabilidad.
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Existen otros fines terapéuticos con menor respaldo científico como, por ejemplo, calmar cefaleas tensionales o disminuir los síntomas del síndrome premenstrual.
Contraindicaciones de la infusión de lavanda
El uso de la infusión de lavanda está contraindicado en diferentes situaciones. A pesar de su aparente inocuidad, las infusiones también pueden interaccionar con fármacos y tener efectos contraproducentes. De manera general, es importante tomar esta infusión con precaución y evitarla en los siguientes casos:
Mujeres embarazadas
Son muchas las infusiones que están desaconsejadas durante la gestación. En la mayoría de los casos es por falta de estudios que evalúen los efectos de su en la salud de la madre y/o del feto. No obstante, algunas investigaciones indican que la lavanda se ha relacionado con alteraciones de la secreción de hormonas lo que podría afectar al desarrollo fetal.
Mujeres en periodo de lactancia
Tampoco es recomendable que las mujeres que dan el pecho tomen infusiones de lavanda de forma regular. No obstante, según la web e-lactancia.org un consumo moderado de flores de lavanda en infusión durante la lactancia, tendría escaso o nulo riesgo para el bebé.
Bebés
Diferentes organizaciones expertas como la Asociación Española de Pediatría (AEP) coinciden en que no es conveniente ofrecer infusiones antes de los 12 meses de vida. Esto se debe a diferentes motivos:
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Cualquier infusión preparada de forma inadecuada puede contener esporas de Clostridium botulinum, causante de botulismo infantil. Se trata de una enfermedad neurológica producida por intoxicación alimentaria (principalmente a través de miel o infusiones de especies vegetales) y que tiene consecuencias muy graves para la salud. Aunque es común escuchar comentarios acerca del uso de infusiones en bebés para dormir mejor o para aliviar los cólicos, está totalmente desaconsejado.
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No se recomienda dar a los bebés ningún tipo de bebida que no sea leche materna o de fórmula hasta los 6 meses, incluido el agua. La toma de otros líquidos podría desplazar la ingesta de leche, lo cual puede comprometer el crecimiento y desarrollo normal del bebé.
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Se desconocen los efectos que puede tener el consumo de infusiones en bebés a largo plazo.
Personas con tratamientos farmacológicos con psicotrópicos
Algunos medicamentos tienen riesgo de interacción con la infusión de lavanda. Es el caso de los ansiolíticos, los antidepresivos, los antipsicóticos o los estabilizadores del estado de ánimo, entre otros. Por ello, las personas que toman este tipo de fármacos deben evitar el consumo de infusión de lavanda.
Preguntas frecuentes sobre la infusión de lavanda
¿Para qué sirve la infusión de lavanda?
La infusión de lavanda se usa generalmente con fines calmantes y relajantes. Por ello, suele recomendarse para favorecer la conciliación del sueño y reducir los nervios y ansiedad. Asimismo, también puede servir para aliviar ciertos síntomas gastrointestinales como las flatulencias.
¿Cómo preparar infusión de lavanda?
Infusionar 1 cucharadita de flores secas de lavanda en agua caliente hasta que haya hervido (95-100ºC), durante 5-10 minutos. Pasado este tiempo, colar la mezcla y servir.
¿Cuántas infusiones de lavanda puedo tomar al día?
Si no existe ninguna contraindicación, se pueden consumir de 1 a 2 tazas de infusión de lavanda al día. Sin embargo, cabe disminuir su consumo en caso de que aparezcan síntomas como somnolencia excesiva, náuseas, hipotensión, etc.
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