Frutas de verano

Es hora de disfrutar de ese festival de color y sabor de las frutas de verano, que podemos tomar tal cual o en diversas preparaciones refrescantes que nos ayudarán a estar mejor hidratados y nutridos en la época de mayor exposición a las radiaciones solares.
Melón y sandía, frutas estrella del verano
Pertenecen a la familia de las cucurbitáceas. Son frutas con un porcentaje elevado de agua (88-93%), siendo una buena opción para hidratarse en verano. Son ligeramente dulces y muy aceptadas por casi todo el mundo. Contienen antioxidantes en forma de carotenoides, y aportan potasio, magnesio y vitaminas C y A. También podemos consumirlas en forma de sorbetes, granizados, zumos, macedonias o ensaladas, entre otros.
- Gazpacho de sandía: se prepara con sandía, tomate maduro, cebolla, pepino pequeño, pimiento rojo, agua fría, aceite de oliva, sal, pimienta y vinagre.
- Ensalada de melón con langostinos: incluye lechuga, melón, langostinos, queso fresco, tomate y vinagreta.
Cereza
Fruta pequeña y dulzona, muy apreciada por su sabor y su pulpa jugosa. Un aspecto interesante de esta fruta roja es su contenido en antocianos, pigmentos naturales que le otorgan el color y resultan ser potentes antioxidantes con efecto protector a nivel celular frente a los radicales libres. Es, por tanto, muy apropiada para el verano, cuando la radiación solar es mayor. Las cerezas son también buena fuente de fibra, ácido fólico, potasio, magnesio y fósforo. Se pueden tomar solas, aunque con ellas también podemos preparar deliciosas bebidas, tartas, mermeladas…
- Batido cítrico de cereza: se prepara combinando cereza con zumo de limón, menta y hielo picado.
Albaricoque
Esta fruta deliciosa es rica en betacaroteno, pigmento natural que le proporciona el color anaranjado y que además de ser provitamina A, tiene efecto antioxidante o protector frente a la oxidación celular. El albaricoque también contiene mucha agua y tiene un valor calórico bajo. Es buena fuente de potasio y vitamina A, y contiene cantidades más moderadas de fósforo, magnesio, calcio, vitamina C y ácido fólico. Tiene un discreto sabor ácido, que disminuye cuanto más maduro está, y es debido a su contenido en ácido orgánicos como el ácido cítrico y el ácido málico. Es una fruta muy adecuada para comer en cualquier momento, pues es fácil de llevar y no necesita ser pelada. Con el albaricoque también se elaboran sabrosas tartas, pero en época de calor además de tomarla en forma de macedonia fría, se puede incluir en ensaladas.
- Ensalada de albaricoque: incluye mezclum de lechugas, albaricoque, bolas mini de mozzarella, aguacate y cebolla.
Melocotón y nectarina
Estas frutas tan veraniegas tienen un perfil nutricional similar. Al igual que el albaricoque, son grandes fuentes de pigmentos carotenoides y, por tanto, también tienen propiedades antioxidantes. A nivel vitamínico, la más abundante es la vitamina A, seguida del ácido fólico y vitamina C. Y, entre su contenido mineral, el más sobresaliente es el potasio, y cantidades más bajas de magnesio, fósforo y calcio. Estas frutas aromáticas y dulces están deliciosas al natural, pero con ellas también se obtienen mermeladas. En verano podemos tomarlas en ensaladas o en forma de helados y batidos nutritivos.
- Batido de leche con nectarina: podemos elaborarla batiendo nectarina con leche fría desnatada, manzana y hielo (opcional).
- Ensalada de espinacas con melocotón: para darle el toque más sabroso, añadiremos también aros de cebolla y pipas de calabaza.
Isabel López – Licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos – Diplomada en Nutrición Humana y Dietética – Nutricionista consultora de Advance Medical